El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, encabezó el acto en conmemoración del Día Internacional por la Erradicación de la Violencia Laboral contra la Mujer donde se firmó la adhesión a un Acta Compromiso por parte de empresas y sindicatos.
Durante el acto se firmó la adhesión al Acta Compromiso: “Por un trabajo digno sin violencia laboral” a la cual se fueron sumando sindicatos y empresas, que ya superan los 100 y 70 respectivamente.
Tomada sostuvo que “el trabajo digno sin violencia laboral es posible, y es responsabilidad del Estado pero también de los actores sociales. Estamos dando un paso importante para impedir que la violencia en los lugares de trabajo sea natural. A ese primer paso los quiero comprometer a todos.
En el panel participaron la coordinadora de la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral (OAVL), Patricia Sáenz, y la subsecretaria de la Unidad de Coordinación nacional para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la violencia contra las mujeres del Ministerio de Desarrollo Social, Silvina Zabala.
Durante el acto se estableció contacto a través de videoconferencia con representantes de organismos públicos, sindicales y empresariales de las ciudades de Salta, Puerto Madryn y Córdoba.
El objetivo de este acto fue decirle NO a cualquier tipo de violencia contra la mujer, porque este tipo de acciones las afecta a todas por igual, sin distinción de edad, clase social o ámbito en el que se desenvuelvan, ya que constituyen una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales y es además uno de los mecanismos sociales por los que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación.
Las causas de la violencia contra la mujer se encuentran en la discriminación de género, las normas sociales y los estereotipos de género que la perpetúan, y constituye un obstáculo para la construcción de un país equitativo y solidario.
En el ámbito del trabajo se denomina violencia laboral. La creación en el Ministerio de la Oficina de Asesoramiento Laboral hace 6 años da cuenta de una política de Estado orientada a erradicar la violencia en los lugares y relaciones de trabajo. La violencia laboral atenta contra los derechos humanos, el trabajo digno y la integridad de las personas. Afecta gravemente la salud física y mental de las personas, la vida laboral y social y la organización toda.