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Presentación del libro: Lo leíste? de Silvia Hopenhayn

 Jueves 5 de Diciembre a las 19.30 hs en DAIN Usina Cultural, Nicaragua 4899, CABA.
 

29.11.2013 11:25 |  Noticias DiaxDia  | 

Libro publicado por Alfaguara. En el mismo acto, se conocerá una instalación del artista Sebastián Gordín, "Museo Biblioteca del Manuscrito Vampiro", también autor de la portada del libro.
En el Prólogo la autora cuenta que uno de los mayores incentivos a la hora de escribir es haber leído algo que la impulse a hacerlo.
“Es una rara sensación de acople entre el texto que voy leyendo y mis ansias de compartir el efecto de su lectura; como si pescara algo intrépido de lo humano que aparece en lo escrito, y quisiera atraparlo antes de que se funda nuevamente en la historia. Ésa es la gracia de los clásicos, o de los buenos libros. Lo nuevo que aparece cada vez que son leídos y el extraño modo que tienen de reacomodarse en la biblioteca. Porque no se trata sólo de la frase impresa, el texto estampado tiene algo de viviente. Baste con leer varias veces Pedro Páramo, para uno mismo devenir fantasma del cortejo de Rulfo. La interpelación al lector es súbita. Como decía Barthes, es el instante en que uno está leyendo y alguna frase lo lleva a levantar la cabeza. Un sentido se vislumbra, y nos constituimos ahí, humanos, seres de lenguaje, íntimamente comunicados.
Felisberto Hernández lo enuncia en su maravillosa “Explicación falsa de mis cuentos”: “En un momento dado pienso que en un rincón de mí nacerá una planta. La empiezo a acechar creyendo que en ese rincón se ha producido algo raro, pero que podría tener porvenir artístico […] Debo esperar un tiempo ignorado; no sé cómo hacer germinar la planta, ni cómo favorecer, ni cuidar su crecimiento; sólo presiento o deseo que tenga hojas de poesía; o algo que se transforme en poesía si la miran ciertos ojos”. La transformación exige de otros ojos; como la fotosíntesis requiere de la luz para la conversión de materia inorgánica en materia orgánica. El texto leído es una materia orgánica. Pero, ¿qué es lo vivo del texto? La relación del que escribe con aquello que cuenta, ese íntimo secreto que comparte con todos, su estilo. Un modo de estar en el mundo, de captar sus efervescencias.
Como escribe Flannery O’Connor en Mystery and Manners, “el novelista empieza donde empieza la percepción humana. Para la mayoría de la gente es mucho más fácil expresar una idea abstracta que describir un objeto que está viendo realmente. Pero el mundo del novelista está lleno de materia. La novela es una forma de entrar en contacto, de tener una experiencia”.
La lectura sería una segunda vuelta por aquella experiencia que tuvo el autor en el momento de hallar la escritura. Flaubert se lo hace decir a un personaje, el amante joven de Madame Bovary: “¿No le ha ocurrido algunas veces tropezarse en un libro con alguna idea vaga que se ha tenido, como una imagen borrosa que nos viene de lejos, algo así como la exposición completa de nuestros sentimientos más sutiles?”. La empatía con un autor, o con su texto, proviene pues de un enlace vital.
El recorrido aquí propuesto se relaciona con una suerte de biblioteca ambulante, que se rige por “el juego del amor y del azar” —como pregona Marivaux—:el amor por algunos autores, el azar de ciertas publicaciones. Los textos provienen, en su mayoría, de mi columna del diario La Nación, titulada “Libros en agenda”, donde cada semana me zambullo en un libro en busca de algún pez dorado.
El criterio de actualidad de los textos no siempre refiere a nuevos autores, ni a un género en particular. Hay escritores del presente que irradian belleza —dura, hilarante, delicada o brutal— en ficciones que atraviesan velozmente la realidad como si la inventaran al escribirla. Los clásicos, por supuesto, ya inventaron otras, pero vuelven con el ímpetu del buen decir, a veces paliativo de lo que Beatriz Sarlo llama “la lengua percudida por la actualidad”.
En cuanto al orden de aparición, parafraseando Rayuela, se suceden, nuevamente, por azar y pertenencia (a una lengua, a un espacio): “Los de acá” son autores argentinos; “los de aquí”, hispanoamericanos; “los de allá”, libros escritos en otras lenguas; y “los de más allá”, textos sobre monstruosidades y fantasmas.”
Gambaro y el mar , Felizmente, Puig ,Terrones de Tizón , El juego de la vida de Cortázar ,La palabra que inventó María Elena Walsh, César Aira , Copioso Copi , La invención de Bioy ,Tiempo de Borges , González Tuñón: poeta del fervor ,Orozco y el sabor de las palabras, El futuro interior de Marcelo Cohen, Jeanmaire y la actualidad a puerta cerrada ,Las venas abiertas de Guimarães Rosa, El infierno líquido de Diamela Eltit , Ruidos de Don DeLillo, Juicios famosos a escritores geniales son algunos capítulos de este libro. 
 
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