Científicos y veterinarios del Centro Nacional Patagónico (Cenpat) descubrieron en la localidad de Los Adobes, cercana a Gastre, provincia del Chubut un nuevo mamífero al que se denominó Rata Vizcacha Patagónica, siendo el primer mamífero viviente que se descubrió en los últimos 50 años.
Casi diez años de trabajo demandó a Pablo Teta, Ulyses Pardiñas, Daniel Udrizar Sauthier y Milton Gallardo descubrir la especie en la localidad de Los Adobes, cercana a Gastre.
“La detección en sí se produce en 2005. Pero durante bastante tiempo pensamos que era otra especie que vive ampliamente en otras zonas del país. Cuando nosotros proponemos una nueva especie, no debe ser una decisión apresurada, porque cuando se echa a rodar un nombre, pasa a ser algo que no se deshace tan fácilmente si uno se equivoca. Por eso se toma un tiempo y se pone a hacer comparaciones. Se empezó a estudiar más profundamente y nos dimos cuenta que era una especie nueva, singular y por eso la terminamos describiendo”, cuenta Ulyses Pardiñas.
Algo que llama la atención de esta nueva especie, más allá de algunas características singulares que describiremos más adelante, es el nombre científico que lleva: “Tympanoctomys Kirchnerorum”.
Esta denominación no es casual, ya que los investigadores aseguran que “nosotros decidimos dedicar esta especie a dos presidentes de Argentina, a Néstor Kirchner y a Cristina Fernández de Kirchner. La idea de este homenaje surge como resultado de que los gobiernos de ambos presidentes se caracterizaron por una política activa de promoción de la ciencia, la repatriación de científicos, y sobre todo, por la creación de un Ministerio de Ciencia, Tecnología en Innovación Productiva. Por eso nosotros dedicamos esta especie a estos presidentes”, aseguró el veterinario Pablo Teta.
El hecho de que sea un roedor el que lleve el nombre de Kirchner generó algún tipo de polémica, que los mismos científicos se encargaron de aclarar instantáneamente: “Creemos que es un homenaje y el hecho de que sea un roedor es independiente. Lo fundamental de la taxonomía y de este tipo de decisiones es que el nombre queda inmortalizado, esto no desaparece más. Nosotros trabajamos con nombres que fueron acuñados por Linneo hace 300 años y ese nombre entra en la historia. Es un reconocimiento que pasa los límites del detalle de qué es lo que te dedican, sea una amapola o un tiranosaurio”.