El Ministerio de Salud, a través de la Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (Anmat), emitió una serie de consejos para la conservación de alimentos que requieren del frío para conservarse y cuya circulación puede ser interrumpida ante un corte energético.
“Es necesario considerar que hay alimentos que se presentan perfectamente en su aspecto habitual y sin embargo pueden estar contaminados; los que están visiblemente deteriorados, tendrán mal sabor, mal olor, mal aspecto o fuera del habitual, entonces habrá que desecharlos”, sostuvo Teresa Velich, jefa del Departamento de Vigilancia Alimentaria de la Anmat.
La especialista explicó que “el verano y el calor inciden en la proliferación de bacterias y microbios que se reproducen en las comidas en mal estado, y que hace que aumenten los casos de enfermedades transmitidas por alimentos”, cuyos síntomas se asocian a “la presencia de vómitos, náuseas, diarreas, fiebre y dolor de cabeza”.
Ante un corte de energía eléctrica, es necesario estar atento a los alimentos que requieren del frío para su conservación. Así, un freezer lleno mantendrá la temperatura por cerca de 48 horas (24 horas si está a medio llenar) y al no permitir que circule el aire más caliente en su interior, los alimentos se van a mantener fríos por más tiempo. En cambio, si el congelador o freezer no está lleno, la Anmat recomendó agrupar los paquetes para que formen un "iglú" y así protegerse unos a otros, o colocar bolsitas de hielo sobre los alimentos.
Si el corte de luz se prolongara por más de 4 horas, es importante colocar los alimentos en heladeras portátiles o en un recipiente hermético con hielo, lo que evitará el calentamiento de los alimentos por un tiempo hasta tanto puedan ser trasladados hasta otro refrigerador.
La clave para determinar la inocuidad de los alimentos en la heladera y el freezer está en conocer la temperatura del ambiente del equipo y la de los alimentos que se encuentran en su interior. Si cuenta con un termómetro –se consiguen en los bazares– puede ser verificada, “pero no es común que la gente tenga uno de estos termómetros en sus hogares”, reconoció la funcionaria, quien explicó que la temperatura de los alimentos fríos debe ser inferior a los 5ºC y la de los calientes, deben superar los 60ºC.
En el caso de los alimentos congelados debe comprobarse si existen cristales de hielo. “La comida en el congelador que parcialmente se ha descongelado, puede volver a congelarse sin peligro solamente si todavía mantiene cristales de hielo o su temperatura es menor a los 5ºC”, puntualizó Velich, a la vez que recordó que “en cualquier momento del año, los alimentos no deben ser descongelados a temperatura ambiente, si no que es necesario pasarlos a la heladera”.
Finalmente, una vez que la energía regresa, será necesario evaluar cada alimento por separado y ante la duda, desecharlo.