El ministro de Salud calificó como una medida "de profunda justicia social" la creación del Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina. Afirmó que es "una nueva oportunidad que brinda el Estado a los jóvenes para que completen sus estudios y puedan hacerse controles de salud gratuitos".
El titular de la cartera sanitaria, Juan Manzur, se refirió al lanzamiento del programa Progresar, anunciado ayer por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Consideró que la iniciativa es “absolutamente innovadora, ya que no existen demasiados antecedentes en el mundo en que el Estado estimule y acompañe económicamente a los jóvenes para que completen sus estudios en los diversos niveles; muy por el contrario: lo que sucede habitualmente –y aun en los países más desarrollados– es que ellos tengan que pagar por acceder al derecho humano universal de aprender y formarse para construir un proyecto de vida”.
“Al igual que con las asignaciones universales por hijo y por embarazo, sólo le pedimos a los beneficiarios que como contraprestación tengan al día sus controles de salud, porque entendemos que educación, salud y trabajo inexorablemente deben ir de la mano para garantizar el desarrollo humano”, aseguró Manzur, quien añadió que al poner en marcha esta iniciativa “trascendental, inclusiva y de profunda justicia social, la Presidenta profundiza su vocación por seguir cerrando brechas, integrando a una vida digna a los más jóvenes, seguramente junto a los trabajadores las víctimas más visibles del neoliberalismo que azotó a la Argentina y que algunos quieren reflotar”.
El funcionario explicó que “los controles de niños sanos y las coberturas vacunales mejoraron a partir de la vigencia de las asignaciones universales”, y recordó que desde la cartera a su cargo se ejecutan políticas direccionadas a adolescentes y jóvenes que garantizan “una amplia oferta de prestaciones de salud gratuitas, que van desde los más sencillo hasta la alta complejidad médica”.
Progresar es un nuevo derecho que tienen los jóvenes entre los 18 y 24 años que no trabajan, trabajan informalmente o tienen un salario menor al mínimo vital y móvil y su grupo familiar posee iguales condiciones, para iniciar o completar sus estudios en cualquier nivel educativo.
Consiste un incentivo económico universal de $ 600 por mes para los jóvenes, que como única contraprestación deberán acreditar que se encuentran cursando estudios en los niveles primario, secundario, terciario, universitario, centros habilitados para el Plan Fines del Ministerio de Educación, Bachilleratos Populares y Centros de Formación Profesional registrados ante el Ministerio de Educación o el Ministerio de Trabajo, y que concretaron los controles de salud anuales que regulará el Ministerio de Salud de la Nación.