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El valor de la experiencia - Gladis López Riquert
05.04.2014 10:31 |
PRENSA.ARGENTINA |
Francisco dice que descubrió su vocación a los doce años, cuando sus padres se separaron. Desde un profundo resentimiento, la madre lo obligaba a espiar al padre y contarle sobre todas sus actividades, encuentro con mujeres incluído.
Unos años después, con su madre ya cumpliendo una condena por asesinato —o venganza, o como se llame—, y con más tiempo libre, Francisco se inscribió en una academia de detectives. Se recibió con honores, y enseguida se instaló una oficina. Fueron años de mucho trabajo y de grandes experiencias. Yo lo sé porque fui su secretaria durante cuatro años, hasta que nos casamos.
Ahora tengo la ventaja de saber dónde, cómo y cuándo puedo encontrarme con mi amante sin que él jamás sospeche.