Comenzó el encuentro de bioeconomía que tiene como eje el futuro de la innovación en alimentos

Se dio inicio a la segunda edición del Simposio Bioeconomía Argentina, el encuentro más relevante sobre la temática organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, a través de la Secretaría de Planeamiento y Políticas.
Bajo el lema “El futuro de la innovación en alimentos”, referentes nacionales y extranjeros participan hoy y mañana en mesas redondas y conferencias sobre la demanda mundial de alimentos con alto valor agregado, la agroindustria alimentaria argentina y las políticas públicas de promoción sectorial.
El cierre del simposio lo encabezará mañana a las 16:30 h el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao.
Las palabras iniciales del evento estuvieron a cargo de la Ruth Ladenheim, secretaria de Planeamiento y Políticas, quien afirmó que desde el Ministerio “ubicamos el conocimiento como crucial para incrementar la competitividad y la productividad de nuestra matriz productiva, y en particular, el sector de los agroalimentos”. En este sentido, “el objetivo es lograr transformar esta matriz productiva con productos y servicios de mayor intensidad tecnológica y valor agregado”.
La primera jornada del simposio recibió al estadounidense experto en alimentos probióticos, funcionales y seguridad alimentaria, Roger Clemens, quien en su charla sobre el sistema alimentario del futuro explicó que “el gran desafío que se nos presenta es de qué manera alimentar a una población que aumenta exponencialmente, cuando uno de los mayores problemas es la subnutrición”. En consecuencia, afirmó que “la clave es identificar cultivos que sean compatibles y adaptables” y remarcó la importancia de invertir en investigación, para desarrollar alimentos más nutritivos y seguros para la población.
El segundo módulo versó sobre las nuevas tendencias en el procesamiento de alimentos y contó con la disertación del Rickey Yada, experto en nanociencia y nanotecnología en alimentos de la Universidad de Guelph, Canadá, quien enumeró las oportunidades y desafíos que esta disciplina ofrece y lo presente que está en nuestra vida cotidiana. Explicó, además, que en relación a los agroalimentos, la nanotecnología se aplica en las distintas etapas del proceso de producción, desde el origen hasta el packaging, que es “el que puede preservar al alimento del ambiente y asegurar su inocuidad”.
Por su parte, el Paulo Sobral, de la Universidad de San Pablo, brindó una charla sobre los avances en envases para alimentos, en la que destacó la innovación en el desarrollo de bioplásticos basados en macromoléculas de origen natural. Resaltó la importancia de la biodegradabilidad y de los envases inteligentes que “controlan el estado de los alimentos”.
Asimismo, el Octavio Paredes López, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV) de México, especialista en cultivos no tradicionales, expuso sobre el potencial científico, tecnológico y nutracéutico de cultivos tales como el amaranto, la chía, el alpiste, la quinoa, la kañiwa y la maca. En este sentido, enfatizó los aspectos culturales y las potencialidades presentes a través de las técnicas de agricultura familiar.
Las disertaciones del primer día se completaron con Srinivasan Damodaran, de la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, quien se refirió a la soja como fuente de proteínas del futuro; y el Hisanori Kato, quien en representación de la Universidad de Tokio, presentó los nuevos horizontes de los alimentos funcionales.
Por otra parte, mañana autoridades del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca; del Ministerio de Salud; e integrantes de distintos organismos e instituciones relacionados con las temáticas a tratar ofrecerán conferencias y talleres complementarios al evento.

Sobre la bioeconomía
Esta disciplina enfatiza el procesamiento integrado y sustentable de la biomasa para obtener alimentos, biocombustibles, energía térmica, compuestos químicos y materiales con distintos fines productivos. Además, destaca la importancia de los nuevos procesos ingenieriles y de las aplicaciones de la biotecnología, la nanotecnología y la informática para incrementar la eficiencia y la competitividad del área agroindustrial.
Cabe recordar que el Ministerio de Ciencia participa en el proceso de innovación, financiando la investigación científica y el desarrollo tecnológico, impulsando la concertación de alianzas público-privadas y contribuyendo a establecer marcos normativos que estimulen la inversión de riesgo.
La Secretaría de Planeamiento y Políticas tiene como misión formular las políticas científicas y la planificación del desarrollo de la tecnología como instrumento para dar respuesta a problemas sectoriales y sociales. Contribuye al incremento de la competitividad del sector productivo, sobre la base del desarrollo de un nuevo patrón de producción basado en bienes y servicios con mayor densidad tecnológica.
La Secretaría diseñó los Fondos Sectoriales que son el instrumento central de una nueva generación de políticas que apunta a dar respuesta a las necesidades, expectativas y demandas del Estado y la sociedad en su conjunto. Los fondos se establecieron en áreas y sectores estratégicos para el país como energía, agroindustria, salud, desarrollo social. Los mismos cubren una amplia variedad de beneficiarios: desde científicos dedicados a investigación básica, hasta empresas interesadas en mejorar su competitividad a partir de la innovación tecnológica.
De ella dependen las Subsecretarias de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; y la de Estudios y Prospectiva.