Promesas verdes a 20 años.Por Hernan Rossi

Las campañas políticas son sumamente trascendentes porque producen un vínculo de confianza entre el candidato y el elector. El programa de gobierno no es un tema menor, por el contrario es una construcción colectiva. Esto último debo remarcarlo, no se trata de una cuestión de técnicos, a lo sumo estos le darán forma a ese compromiso que se produce entre los ciudadanos que demandan y representantes que proponen.
Cada propuesta debe ser expuesta y cumplida lo que representa el verdadero compromiso democrático.
Sin embargo, esto no siempre ocurre. Abundan los ejemplos de los candidatos que prometen al solo efecto de sacar ventajas en las elecciones. Hay dos grandes ejemplos que perduran en la memoria colectiva: la revolución productiva de Menen que luego devino en la implementación de un programa neoliberal y a nivel local los 10 kilómetros de subte por año que prometió Macri.
En estos días el Jefe de Gobierno propone un proyecto de “Buenos Aires verde” para construir 78 plazas y 12 parques en 20 años y no puede uno sino recordar esa promesa irresponsable que hizo en el marco de una campaña electoral.
Macri está nuevamente de campaña; a un año de concluir su mandato vuelve sobre el tema de una Ciudad Verde. Sabe (y sabemos) que es un gran déficit de su gestión. En materia de procesamiento de residuos los fracasos han sido recurrentes al punto que su gobierno no cumple con la Ley de Basura Cero
El proyecto de terrazas verdes ha tenido una tímida implementación luego de una gran campaña comunicacional. Es que las iniciativas del gobierno tienen buena “prensa” pero se quedan ahí, en anuncios.
Se ha realizado un buen trabajo de arbolado pero no se pudo garantizar la mantención de los nuevos ejemplares plantados y vemos que muchos de ellos se han secado. Sin dudas se hubiese tenido más éxito de cumplirse con la Ley 3263/10 de Arbolado Público, que establece en su Art. 4 el “Plan Maestro de Arbolado Público”. Esta nueva propuesta debió ser debatida en la Legislatura. El gobierno optó en cambio por hacer una puesta en escena mediática.
La relación de los porteños con los espacios verdes no pasa por su mejor momento. Tenemos por habitante solo 1,9 metro cuadrado cuando Curitiba, en Brasil, tiene 52 m2 por persona o Nueva York 23,1 metros. París y Santiago de Chile están en los límites que establece la Organización Mundial de la Salud, unos 10 metros cuadrados de verde por habitante.
En 7 años de gobierno hemos visto muchos anuncios y pocas realizaciones.
La decisión de que nuestra Ciudad asuma un compromiso verde es central para mitigar los efectos del daño que provoca el cambio climático, para que se reduzca el consumo energético y se limite la emisión de gases de efecto invernadero.
En esto estamos todos de acuerdo pero el camino del slogan no es el correcto. Las políticas púbicas largoplacistas, las políticas de Estado, deben pasar por la Legislatura. Las grandes soluciones son producto de los grandes debates y hasta ahora solo tenemos consignas, “puestas en escena” que se traducen en iniciativas de gestión de corto alcance, de baja intensidad.
Queremos una Ciudad Verde de verdad, necesitamos una Ciudad Verde de verdad. Y la debemos construir colectivamente, construyendo los compromisos que hagan de una propuesta una política de Estado.