Reunión Interministerial de preparación ante el ingreso de posibles casos de ébola a la Argentina

Los objetivos de las acciones previstas apuntan a detectar un caso sospechoso con la mayor celeridad posible, evitar la propagación del virus en caso de que ingrese y desarrollar la capacidad de confirmar o descartar la infección por virus de ébola. El viernes pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la “emergencia pública sanitaria internacional” por los brotes de esa enfermedad en cuatro países de África Occidental.

La reunión marcó una continuidad con las medidas de prevención tomadas la semana pasada, cuando el Ministerio de Salud de la Nación, a cargo de Juan Manzur, envió informes técnicos y alertas de vigilancia a las autoridades sanitarias y las Direcciones de Epidemiología de todas las provincias y a la Red de Laboratorios, en función de la situación de emergencia internacional ante el brote de la enfermedad que afecta a Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria.

Del encuentro participaron el representante en Argentina de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Pier Paolo Baladelli; funcionarios de los Ministerios de Relaciones Exteriores y Culto, Defensa y Seguridad. Por parte de la sociedad civil participaron Tomás Orduna, miembro de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero; Fernanda Méndez, especialista en ébola de Médicos Sin Fronteras; y los directivos de los hospitales “Juan Garrahan”, del Hospital de Alta Complejidad “Néstor Kirchner” de Florencio Varela, del Hospital Militar Central “Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich” y del Hospital Militar Central de Campo de Mayo, además de especialistas del laboratorio INEI-Anlis “Carlos Malbrán”.

Durante la reunión se señaló que, pese a no existir vuelos comerciales directos desde los cuatro países africanos afectados por el brote hacia Argentina, desde la semana pasada ya están en alerta los principales aeropuertos y puertos internacionales y pasos fronterizos del país para detectar posibles casos de personas con sintomatología compatible con ébola.

Si bien el movimiento de personas entre Argentina y los países donde se ha documentado la transmisión de la enfermedad no es frecuente, la potencial vía de introducción del virus del ébola en el territorio argentino es el ingreso de viajeros afectados desde zonas con transmisión activa.

Además, las autoridades sanitarias nacionales informaron que, como parte de los preparativos para la detección de caso, ya se cuenta un registro anticipado de los barcos mercantes extranjeros que visitarán el país.

Puntualmente se pasó revista a cada una de las acciones que deben tomarse para detectar posibles casos sospechosos de ébola y los mecanismos de seguridad sanitaria a seguir para el traslado del eventual paciente y su atención bajo estricto aislamiento en los hospitales de referencia hasta confirmar o descartar que se trata de un enfermo por el virus.

Se considera caso sospechoso a toda persona que tenga fiebre (mayor a 38°); haya tenido contacto con algún caso confirmado de Ébola en los 21 días anteriores a la aparición de síntomas y que haya viajado a regiones con circulación confirmada del virus. Otros síntomas de la enfermedad son dolor muscular, de cabeza y garganta y debilidad. La enfermedad evoluciona con vómitos, diarrea, rash, fallo renal y hepático y hemorragia masiva interna y externa. En el estadio final, los pacientes desarrollan un fallo multiorgánico.

Otras características del ébola

El virus del Ébola produce una enfermedad hemorrágica febril. Es considerada una patología severa con una alta tasa de letalidad que va del 50 al 90% y afecta a personas de todas las edades. Como no existe vacuna ni tratamiento específico probado resulta fundamental adoptar medidas de prevención y control de los posibles casos.

El virus se propaga en la comunidad mediante la transmisión de persona a persona, por contacto directo (a través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la piel) con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos. No está demostrada la transmisión aérea.

En África se han documentado casos de infección asociados al contacto con chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines infectados.