Transformar nuestro aire

Los habitantes de las ciudades las contamos, las elegimos, nos enamoramos. En ellas leemos a escritores, poetas, escuchamos músicos y vemos artistas plásticos. Las personas que hacemos las ciudades, los que las elegimos y, los que no también, somos la historia viva. En ese transitar por las ciudades es que nos convertimos en quienes las narran, las transforman y las viven.
Es ese deseo de transformación, de vivir mejor, de contarlas desde otro lugar el que nos mueve para generar distintas propuestas que apunten a mejorar nuestra calidad de vida y optimizar nuestro tiempo en Buenos Aires. Con el objetivo de apropiarnos de nuestro lugar desde una perspectiva en donde podamos sentirnos más felices. Y es imposible pensar en las transformaciones si no pensamos una estrategia que permita que nuestro aire le haga honor a nuestro nombre; en generar condiciones que contribuyan a la búsqueda de mejorar el ambiente.
Es por eso que estamos trabajando con dos propuestas que tienen como último fin comprometerse con la lucha por el cambio climático. Por un lado presentamos un proyecto que tiene como objetivo incentivar el uso de la bicicleta, tanto para empleados públicos como para trabajadores del sector privado. En dicha propuesta se hace hincapié en la necesidad de generar espacios de capacitación que aporten en generar conciencia en los habitantes y trabajadores de la ciudad de la importancia de trabajar entre todos para la mejora de la calidad de vida en Buenos Aires.
En el proyecto de incentivo al uso de las bicicletas proponemos que las empresas que trabajen con sus empleados en la concientización de la importancia de su uso, perciban descuentos en el pago de sus impuestos. Y en el caso de los trabajadores que decidan trasladarse en bicicleta que puedan contar con un incentivo económico o que cuenten con un descuento de horas en su jornada laboral.
El uso de la bicicleta contribuiría en la disminución del tráfico de autos en la ciudad, permitiendo entre otras cosas la disminución en la emisión de gases que dañan la atmósfera, contaminando el aire que respiramos. Descontando que el uso de la bicicleta no sólo aporta a mejorar el aire que respiramos si no que tiene efectos beneficiosos para nuestra salud.
Por otro lado contamos con otro proyecto que apunta a recuperar el espacio de la ribera del Río de la Plata; privatizado y también víctima de los negocios inmobiliarios. Creemos en la necesidad de proteger los espacios verdes de nuestra ciudad. El río es un lugar que pertenece todos y todas los habitantes de Buenos Aires. Es un espacio del que debemos apropiarnos. Del que tenemos que sentirnos parte, por todo lo que significa para nuestra ciudad histórica y culturalmente.
No es posible que los espacios públicos, que el río se encuentre apropiado por distintos sectores privados que no nos permiten disfrutar de un lugar que es de todos. Es por eso que nuestra propuesta apunta a proteger el espacio de la ribera del Río de la Plata, a su flora y su fauna. Para que se convierta en un lugar que podamos visitar y disfrutar todos y cada uno de los habitantes de nuestra ciudad. Y que no se convierta en propiedad de los que también son dueños de todas las demás cosas.
Es necesario transformar la ciudad de Buenos Aires, para poder contarla y vivirla mejor. Es necesario que entre todos trabajemos para que nuestra ciudad construya estrategias y políticas que la conviertan en un lugar más saludable. En donde no ocupemos la mayor parte de nuestro día subidos a un auto trasladándonos de un lugar a otro. Un lugar en donde podamos vivir mejor, sin esperar en los semáforos o los embotellamientos. Sin tener que trasladarnos cincuenta minutos para que nuestros hijos lleguen a la escuela.
Pero es entre todos, de manera colectiva, que debemos trabajar por estas transformaciones. Para que Buenos Aires se convierta cada día en una ciudad más inclusiva, más libre, que sea parte de todos.