Gollan pidió a ministros de Salud que intensifiquen la labor contra el dengue y la chikunguña

El ministro de Salud, Daniel Gollan, junto a sus pares de todas las provincias, coincidieron hoy en la necesidad de intensificar los esfuerzos de prevención para evitar la aparición de nuevos casos de dengue y la irrupción de la fiebre chikunguña.

Para ello sugirió considerar variables tales como la permanencia de temperaturas muy elevadas en gran parte del país, las intensas lluvias que derivaron en graves inundaciones en cinco provincias y la proximidad de dos fines de semana largos, un escenario que hace presumir un importante movimiento de personas hacia diferentes destinos turísticos del norte y de países limítrofes, lo que puede aumentar las probabilidades de dispersión de estas dos enfermedades.

A esta conclusión arribaron los funcionarios tras deliberar en la primera reunión del año del Consejo Federal de Salud (COFESA), que sesionó hoy en Santiago del Estero presidido por el titular de la cartera sanitaria nacional, y del que participaron los ministros de Salud de todas las provincias.

“No vamos a bajar los brazos ni un minuto hasta la llegada del invierno, vamos a trabajar las 24 horas articulando los esfuerzos con todas las provincias porque estas enfermedades llegaron para quedarse”, dijo Gollan.

Tras escuchar un pormenorizado informe técnico sobre la presencia del dengue y la fiebre chikunguña en la región, el ministro de Salud volvió a pedir el compromiso comunitario para evitar la reproducción del mosquito que transmite ambas patologías, el Aedes Aegypti. Y ratificó que “desde el Gobierno nacional seguiremos volcando recursos preventivos en todas las jurisdicciones, para sostener la tarea de darle batalla permanente a este tipo de enfermedades”.

“Tenemos la suficiente cantidad de insecticidas y equipos para hacer control focal en caso de que sea necesario, recursos humanos capacitados, insumos y un plan estratégico elaborado con gran nivel de precisión para organizar las respuestas ante los distintos escenarios”, dijo Gollan, quien también destacó la red de diagnóstico y de laboratorio con la que cuenta el país, que ha fortalecido las estrategias de control de epidemias.

“Es muy bueno que los ministros estén trabajando para la posible entrada de la fiebre chikunguña al país. No es una enfermedad banal, sino que puede provocar muerte, como de hecho ya las provocó en la región de las Américas, con más de 170 decesos”, sostuvo Pier Paolo Baladelli, el represente de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en la Argentina.

En tanto, el secretario de Salud Comunitaria, Nicolás Kreplak, sostuvo que “en un año político como éste ponemos la salud por delante y trabajamos para que la coyuntura no redunde en obstáculos para el buen desarrollo de las políticas sanitarias del país”.

Actualmente en nuestro país, en la provincia de Córdoba se registra un brote de dengue (DEN 4), que hasta el momento cuenta con siete casos confirmados y seis en estudio. De acuerdo a los relevamientos entomológicos, que miden la presencia de larvas del mosquito Aedes Aegypti, 2.580 localidades de todo el país están en riesgo y expuestas al dengue y la fiebre chikunguña. En 2014 Argentina tuvo un total de 490 casos, mientras que Brasil tuvo 591.080, Paraguay 16.9176 y Bolivia 22.630.

Durante la presentación sobre la situación del dengue en el país, el titular de la Dirección de Enfermedades Transmisibles por Vectores de la cartera sanitaria, Héctor Coto, indicó que “Argentina no es un país endémico, lo que significa que requiere de personas que ingresen al país con el virus”.

Coto explicó que “Argentina tiene dos vertientes epidémicas que lo afectan, que ingresan al país a través de la localidad de Salvador Massa en Salta y del sur de Brasil, a través de Misiones y Formosa”, detalló. El funcionario indicó que “la dinámica de las fronteras, con un flujo permanente de gente y mercancías, hace que estas áreas sean la puerta de entrada de la enfermedad ante la presión, principalmente, que se produce en las regiones limítrofes de Bolivia, Paraguay y la región del Mato Grosso do Sul en Brasil”.

Durante la epidemia de 2012-2013, se registraron alrededor de 255.000 casos oficialmente notificados en la región del Cono Sur. De ese total, tan solo el 1,14 por ciento ocurrieron en Argentina (2.922 casos), lo que mostró que la estrategia nacional fue exitosa ante un escenario de riesgo epidémico, permitió contener y ofrecer una respuesta racional y ordenada con excelentes resultados.

Otro de los factores que hay que tener en cuenta es la aparición del virus chikunguña, otra enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, que “se encuentra a la puerta de nuestro país con registros de casos autóctonos en Brasil, Paraguay y Brasil, fundamentalmente en el estado brasileño de Bahía y en el departamento boliviano de Santa Cruz de la Sierra”, explicó Coto.

Aunque Argentina sólo ha recibido casos importados de fiebre chikunguña, Bolivia ya cuenta con 90 casos autóctonos y Brasil con 1049. Al respecto, Coto sostuvo que “la dinámica del chikunguña es preocupante en Brasil y hay que estar atentos en los días de Semana Santa, especialmente las provincias de Misiones y Formosa, para detectar algún posible caso de esta enfermedad en personas que viajen”.