La Secretaría de Derechos Humanos señalizó la escuela técnica "Dr. Osvaldo Magnasco de Rosario"

Organizado junto con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Santa Fe –por intermedio de su Secretaría de DDHH- y el Museo de la Memoria de Rosario, el acto contó con la presencia de alumnos de escuelas secundarias, funcionarios nacionales, provinciales y municipales, sobrevivientes, familiares de detenidos-desaparecidos, organismos de derechos humanos y agrupaciones políticas y sociales.
En representación de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria, Gonzalo Vásquez, expresó que “estos carteles cuentan parte de lo que sucedió durante el terrorismo de Estado. Lo que ocurrió tiene un marco general porque en todo el país hubo más de 600 centros clandestinos de detención. Desde el año 2003 hasta hoy, este Estado democrático se hizo y hace cargo de aquellos reclamos históricos de los organismos de derechos humanos y de la sociedad".
En ese sentido agregó: "Con esta señalización ya son 117 las realizadas en todo el país. De esto se trata la memoria, que nos preguntemos qué sentido tuvo lo que pasó, y cómo y por qué se relaciona con el presente. En un artículo, circulaba la pregunta de un alumno que se preguntaba '¿y qué tuvimos que ver nosotros con esto?'. Y acá lo importante es entender qué pasó y por qué pasó. Entender que desaparecieron personas que luchaban por construir un país más justo, inclusivo e igualitario. Eso es, en definitiva, lo que hoy buscamos como país: construir un mejor presente y futuro para todas y todos".
Por su parte, el ministro de Justicia y Derechos Humanos de Santa Fe, Juan Lewis, reflexionó: "Yo quería dejarles algunas reflexiones sobre esta señalización. Es importante destacar los hechos concretos. Está acreditado que aquí funcionó un centro de detención ilegal. El que era director de esta escuela era un personal civil de inteligencia que ofreció este lugar para que funcionara como tal. Todos estos hechos fueron declarados en una sentencia y finalmente ratificados por la Corte Suprema de Justicia, que es el tribunal más importante que tiene la Argentina". "Hoy, aun cuando hay pruebas irrefutables del plan sistemático de exterminio, hay personas que insisten en afirmar que estos hechos son cosas sometidas al ámbito volátil de la opinión. Todo está probado. Hay distintas formas de relatar. Pero una sentencia penal está sometida a un control de veracidad más estricto que cualquier forma de contar la historia. Trabajemos todos juntos para que esta marca no se borre y nos permita trabajar sobre el pasado para un futuro mejor".
Jorge Henn, vicegobernador de la provincia de Santa Fe, expresó: "Esto es muy importante porque forma parte de un núcleo de consensos básicos entre la Nación, la Provincia y el Municipio con la sociedad. Una sociedad que ha apoyado los juicios y la investigación. Todo es producto de una lucha. La vida no está para ser importantes, la vida está para hacer cosas importantes. Y no hay nada más importante que garantizar el derecho a la democracia", manifestó.
En el mismo sentido, la ministra de Educación de la provincia de Santa Fe, Claudia Balagué, señaló: "Para nosotros es muy importante reconocer que en esta escuela funcionó un centro clandestino de detención. Nos trae esta sensación contradictoria. Pensar en el horror de lo sucedido y que eso haya pasado también en esta escuela. Esto es lo que venimos reflexionando con los docentes y los chicos. Porque ellos no lo han vivido, quizá no sepan bien lo que pasó, pero con este hecho concreto realmente podrán hacerlo. Nuestro compromiso con la memoria lo seguiremos reafirmando".
Sabrina Gullino Valenzuela Negro, sobreviviente de Escuela Magnasco, dijo: "Yo vengo a hablarle a los chicos. Mi mamá, Raquel, estuvo secuestrada acá. Estaba embarazada de mellizos a punto de dar a luz. La verdad es que al principio no me animaba a venir. Si bien yo vivía a dos cuadras de acá y pasaba siempre, había algo que hacía que yo no me terminara de amigar con este lugar, con esta escuela. Pero pensar en venir a hablarles a ustedes me dio mucha alegría. Porque estar todos juntos acá es muy importante. Ustedes - por los más de 100 estudiantes presentes- son el futuro y son quienes tienen que saber lo que pasó en nuestra historia para construir un futuro".

LA ESCUELA “DR. OSVALDO MAGNASCO”
En la Escuela Técnica N° 288 funcionó un centro clandestino de detención, en el marco del plan sistemático de terror y exterminio implementado durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983). Según consta en el Archivo Nacional de la Memoria y en causas judiciales, entre enero y febrero de 1978, estuvieron secuestrados hombres y mujeres (una de ellas embarazada), perseguidos por su militancia política, social y sindical. Los detenidos fueron hacinados en un salón ubicado en la planta alta de la escuela, donde sufrieron todo tipo de torturas. El período de funcionamiento -alrededor de 20 días durante el receso escolar- comenzó el 19 de enero de 1978, cuando un grupo de secuestrados fue trasladado desde la Quinta de Funes hacia la Escuela, tras el fracaso de la denominada “Operación México”. A partir del testimonio del único sobreviviente, se sabe que luego fueron llevados hacia otro inmueble conocido como “La Intermedia”, donde fueron asesinados. Junto a estos dos centros ilegales, “La Calamita” y la “Fábrica de Armas Portátiles ´Domingo Matheu´”, la Escuela Magnasco integró un circuito represivo subordinado al Batallón de Comunicaciones 121, de Rosario. En esa ciudad, se realizaron dos juicios en los que se condenó, en 2010, a 5 represores y, en 2013, a 12 de ellos por su responsabilidad en los crímenes cometidos en dicho circuito ilegal.

LA POLÍTICA NACIONAL DE SEÑALIZACIONES
La señalización de los ex centros clandestinos de detención y otros sitios de memoria del terrorismo de Estado hace visible el impacto del plan sistemático de exterminio ejecutado por la última dictadura cívico-militar en todo el país y expresa en el espacio público el compromiso del Estado democrático de dar a conocer y condenar estos crímenes, impulsar el juzgamiento de sus responsables y aportar al reconocimiento y la reparación a las víctimas.
En aplicación de la ley N° 26.691 y a través de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación articula la gestión de políticas públicas de memoria entre el Poder Ejecutivo Nacional y las áreas estatales de derechos humanos provinciales y municipales de todo el país, con eje en la preservación y difusión de estos sitios por su valor testimonial y judicial, así como en la creación y el sostenimiento de espacios públicos destinados al debate y la construcción colectiva de la memoria y la promoción de derechos.