Chile: Poeta Rosa Amelia González Baeza

Participó  en talleres literarios dirigidos por escritores como Enrique Villablanca, Gabriel Rodríguez y Matías Rafide, siendo este último quien despierta en ella el oficio dándole algunas claves para purificar sus textos.

Intervino en varios recitales poéticos en la Región del Maule. Realiza la publicación de algunos de sus trabajos en libros de carácter colectivo. Entre los años 1991 a 1996, fue columnista del Diario El Centro de la séptima Región.

Libro publicado: “LOBA Aullidos Milenarios”.

Actualmente la autora está aproximándose a la narrativa.

A LA ORILLA

A la orilla del camino me parieron

Fui concebida

por impulso de fuerzas carnales

entre un destello de quejidos pasajeros

Al tercer día resucité

alevosamente desnuda de piel

Después vino el aullido eterno

la palmada que aún perdura

No fue posible domesticar

la voz anciana

de mi loba ascendencia

Y fui historiadora

en la patria de los despatriados

Ladrona insaciable

            del reflejo invisible

Habitante perpetua de la trastienda

del bar de mala muerte

del burdel

de la puta amanecida

Siempre sin rumbo

por naturaleza de regreso

cuando los otros recién han partido.

LOBA

Soy enigma del verbo sangrante

que cuelga mal herido sobre la piel

 de mi hembra en cólera montada

Cicatriz que permanece errante

por la otra mitad del sol

Soy la eterna resucitada

que vuelve cadáver de la muerte

 y el destierro

que renuncia a la calma olvido

sólo por descifrar

                  el reflejo de su sombra

por morir bajo su propia ley

aullando sobre un montículo

                   de noche despoblada

ALUMBRAMIENTO

La última vez que me vi

caminaba extraña

Irresoluta en líquido amniótico

Embarazada de madrugada

colgaba de un cordón infinito

Era sueño en catacumbas

Pedazo de carne amorfa

apenas un ombligo por crearse

La última vez que me vi

faltaban dos minutos...

                       para el parto.

IMAGEN QUEBRADA

Estoy cansada de verme en el mismo espejo

sentir que nada transmuta

            en mi doble opuesto

Me incomoda su gélida sonrisa

Requiero volatizarme

Traspasar el límite hermético

            de esta miope existencia

Despertar de este monótono chillido

que lastima el cristal piedra

            de mis sienes

Próxima al final de otro día

casi moribunda

                   quiebro la imagen...

                      de mi reflejo.