Declarar de interés la compañía de teatro infantil La Colmenita

Expresa en los fundamentos del proyecto: “La Colmenita es una compañía infantil de teatro que nació en Cuba en 1990 y cuyo legado ha llegado hasta Argentina con la intención de contribuir a fomentar valores humanos a través de la creación artística, en especial el teatro, e integrar a niños, niñas y adolescentes –algunos con necesidades educativas especiales- en el disfrute del arte.

Su fundador y director es Carlos Alberto Cremata, conocido como “Tin”, primer cursante y graduado de la carrera de Dirección de Artes de su país y, además, egresado en Ucrania, de la carrera de Ciencias Pedagógicas, quien inició esta experiencia social y cultural como hobbie en los 90, y que lleva 22 años de desarrollo en Cuba.

Este proyecto pedagógico artístico se replica en Argentina integrado en su mayoría por niñas y niños entre 5 y 15 años, jugando al teatro, la música y la danza, priorizando la formación de valores humanos y vinculando lo artístico con lo comunitario. Su método no tradicional constituye el vehículo para formar y educar en valores a niñas y niños, preparándolos para la vida.

La Colmenita llega a Argentina en octubre del 2011, inspirada en el exitoso proyecto cubano, adaptada a la identidad y cultura argentina. Es un espacio sustentable de contención para niños/as, adolescentes y sus familias en el cual el motor del desarrollo individual y grupal es el arte, brindando un espacio para el desarrollo personal y de disfrute del tiempo libre.

A escasos dos meses de iniciado su trabajo en una casona vieja del barrio porteño de Almagro, realizaron la primer obra llamada “La Cucarachita Martina” y la empezaron a mostrar en diversos lugares, con muchas funciones, y allí se encuentra una de sus claves, ya que la diferencia con cualquier escuela de teatro (donde les enseñan técnicas de la voz, técnicas del lenguaje, etc. y generalmente a fin de año hacen una muestra), en La Colmenita, el primer día el profesor les cuenta a los chicos cómo es la obra que van a representar, les pasa el guion y propone que en una semana hay que traerlo todo aprendido porque lo van a actuar. Generalmente esa semana los chicos no duermen porque tienen que aprenderse el guión: los ayudan sus padres, etc. A la semana, el profesor asigna los roles a cada niño y empiezan a actuar. A partir de eso, empiezan a trabajar siempre sobre la misma obra, se corrige, se dan indicaciones. No trabajan sobre técnica sino como si fuera un juego. De esta manera, el niño al segundo día entra en el escenario. Motivacionalmente eso es una espiral, no quieren faltar, cantan las canciones, se entusiasman, involucran a su familia. Los chicos disfrutan las funciones y los grandes lo perciben y se emocionan: esa es la clave del método. Es un proyecto solidario, un proyecto social.

A fines del año 2012, en Argentina, un grupo de padres y colaboradores inició el camino para la conformación de una ONG que lleva por nombre La Colmenita, constituida como réplica de la experiencia cubana y única autorizada por su fundador, Carlos Alberto “Tin” Cremata.

Hoy la ONG La Colmenita cuenta con dos sedes en Argentina: en la Asociación Argentina de Actores (Adolfo Alsina 1762, Congreso, Ciudad de Buenos Aires) y otra funciona en Lomas de Zamora, conocida como “La Colmenita de Banfield”. La decisión de formalizar el proyecto como ONG (por disposición de la Dirección Provincial de Personas Jurídicas DPPJ Nº 41761) apunta a la búsqueda de apoyos y un financiamiento estable y garantizado por parte de entidades responsables y decididas en asumir ese importantísimo rol de gestión con el fin de asegurar el crecimiento de la organización y la incorporación de más niños/as. Y, por supuesto, con el objetivo de llevar las obras a distintos lugares del país, con especial énfasis en barrios en condiciones de vulnerabilidad, escuelas o instituciones a las que pudiera ayudarse con la presencia estimulante y el mensaje inspirador y esperanzador de estos niños/as, sus obras y repertorio musical.

Tal como ocurre con las visitas de los elencos cubanos, los niños de unas y otras colmenitas pueden integrar los elencos y realizar presentaciones en conjunto con el fin de confraternizar y compartir jornadas lúdicas y a la vez de gran aprendizaje.

Las dos sedes constituidas de La Colmenita (CABA y Banfield) funcionan en días y horarios alternos que permiten la preparación de los niños, así como, la participación de los profesores y colaboradores artísticos formados en Cuba, para la habilitación como docentes “colmeneros”. Cabe destacar que las clases son totalmente gratuitas. Además, se trabaja en forma de cooperativa con la participación activa de las familias como parte integral del Proyecto.

La gestión del funcionamiento de “La Colmenita” no sólo replica el proyecto cubano sino también el espíritu del mismo: inspirado en el reino de las abejas donde todos trabajan en conjunto y son parte fundamental en la polinización, a la vez que producen la dulce miel.”