Reforzarán guardias pediátricas con más personal y medicamentos. El año pasado bajaron un 40 por ciento las muertes por infecciones respiratorias. Advierten a los padres que no duerman en la misma cama que el bebé.
Los epidemiólogos advierten que en las próximas semanas, con el descenso abrupto de la temperatura, llegarán a los centros de salud miles de chicos con fiebre, mocos y dificultades respiratorias. Es que, como todos los años, comenzará la temporada de bronquiolitis, bronquitis y neumonías. Por eso, los hospitales comenzaron a equiparse para evitar casos graves.
El programa contra las IRAB (Infecciones Respiratorias Agudas Bajas), del ministerio de Salud de la Provincia, ya distribuyó la primera parte de un total de 409 mil frascos de broncodilatadores, indispensables para el tratamiento de estas enfermedades en menores de 2 años. También adquirió 200 mil tratamientos, entre antibióticos, antitérmicos y corticoides, que estarán disponibles para su entrega gratuita en todos los establecimientos sanitarios de la Provincia.
“El año pasado se produjo una reducción del 40 por ciento en las muertes de menores de un año por infecciones respiratorias, de modo que se logró el mayor descenso de la última década”, dijo el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia. Y agregó que se registraron 150 mil consultas menos por esta causa en comparación con el año anterior.
Según los especialistas, el descenso de lo que antes constituía una de las primeras causas de mortalidad infantil, obedece a una mayor conciencia por parte de los padres, que ahora consultan ni bien observan que a sus bebés les cuesta respirar. También, se debe a la mayor disponibilidad de medicamentos y vacunas antigripales. “Si bien la vacuna no previene específicamente la bronquiolitis, reduce su impacto en caso de que el chico la contraiga”, explicó el director provincial de Atención Primaria, Luis Crovetto.
Los pediatras insistieron en estar atentos: si una mamá observa que a su bebé le cuesta respirar, se le hunde la panza debajo de las costillas, no tiene hambre o se encuentra irritable, tenga o no mocos, deberá consultar al médico.
Dejarse estar puede significar, nada menos, que la diferencia entre la vida y la muerte, sobre todo en los chicos menores de un año, quienes tienen menos desarrollado el sistema respiratorio y la capacidad de reaccionar ante pausas respiratorias largas.
Durante este invierno, el ministerio de Salud reforzará además las guardias pediátricas con más de 1200 becarios, entre médicos y enfermeros, para dar una mejor respuesta cuando comiencen a crecer las consultas.