10 de enero: Día de la mujer migrante en Argentina

 

Partiendo de la idea que nos convoca a miles de mujeres y disidencias migrantes y no migrantes, reivindicamos que nuestro primer territorio de lucha es nuestro cuerpo y que a partir de ahí luchamos y construimos nuestro territorio tierra. En ese sentido resistimos al patriarcado y al capitalismo desde nuestras trincheras y nos hacemos parte de las luchas tanto en nuestros países de origen como en nuestros países elegidos.

 

Acompañamos a nuestras hermanas bolivianas en la resistencia por una Bolivia plurinacional que reivindique a sus pueblos originarios y no los persiga y criminalice. Abrazamos también a nuestras hermanas chilenas que desde octubre le están plantando cara al neiliberalismo feroz, injusto y desigual. Caminamos también junto a las hermanas colombianas que llevan décadas enfrentandose la violencia estatal y paramilitar que ha roto miles de familias y que por lo general subsisten gracias a la potencia de las madres y abuelas de cada hogar. También estamos junto a las compañeras ecuatorianas que desde el impulso de sus múltiples identidades originarias destaparon el entramado neoliberal y estatal que las oprime y asfixia. Pensamos también en las hermanas haitianas que llevan cientos de años en dictaduras y rebeliones populares o en las compañeras centroamericanas que se organizan en los territorios más femicidas del mundo contra la violencia machista y en favor de la despenalización del aborto que en su mayoría de países está totalmente prohibido.

 

Este 10 de enero como en años anteriores nos queremos pensar por fuera de las fronteras para empoderarnos en nuestras luchas y resistencias en los territorios que decidamos nuestros. Este 10 de enero queremos recordar a la compañera Marcelina Meneses que en esa fecha del año 2001 fue asesinada junto a su hijo a causa del profundo racismo y xenofobia que se cultiva frecuentemente desde los discursos mediáticos en este país que nos acoge y queremos construir como nuestro. Marcelina fue arrojada del tren en la Estación Darío y Maxi (llamada Avellaneda en ese momento) junto a su hijo en brazos tras ser insultada y maltratada en el tren por ser boliviana.

 

Marcelina Meneses es un ejemplo claro de lo que siempre gritamos en las calles: el racismo y la xenofobia matan. Y tuvo que existir este trágico hecho para que hoy tengamos un día nacional por la mujer migrante. Es por eso que una vez más la recordaremos en la Estación de tren de Avellaneda (Darío y Maxi) e intetaremos ir forjando justicia a partir de dar a conocer su caso y de contarles a les vecines de Avellaneda que ahí mismo fue asesinada una mujer trabajadora de 30 años junto a su hijo a causa de la discriminación y del odio a lo otro.

 

Es importante para nosotras recorrer los territorios argentinos y en concreto en aquellos lugares donde hay más población migrante latinoamericana para dar a conocer este y otros casos y sobre todo para pensar cómo le vamos a hacer frente al racismo que desde el macrismo se intaló con muchísima fuerza y odio.

 

Hasta que toda Argentina sepa quién era Marcelina Meneses, hasta que todes les migrantes nos reconozcamos sujetxs políticxs que hacen parte de la sociedad que elegimos y hasta que se derogue definitivamente el Decreto de Necesidad y Urgencia macrista antimigrantes (DNU 70/2017) nos verán siempre en la lucha!"