Mayo, mes de la Patria. Por Susana Quiroga, escritora jujeña

LA PATRIA

“Se nace en cualquier parte. Es el misterio,

- es el primer misterio inapelable -

pero se ama una tierra como propia


y se quiere volver a sus entrañas…”

           Julia Prilutzky Farny

MAYO, cuna de las luchas por la libertad. La Memoria se pone de pie. La gesta de Mayo nos sostiene en todos los planos de la existencia: políticos, institucionales, sociológicos, económicos, culturales. Todos los aspectos se trenzan en nuestra vida diaria de ciudadanos. Pero el tejido está perturbado, se siente inestable ante el sistema que oscila por acciones densas que esfuman el sentimiento aprendido de Patria Grande, de Patria chica.

Y ante el 1ro de mayo reciente, Día del trabajador, reflexionamos ante los hechos vividos de pérdidas de trabajo, de cierre de instituciones institucionales, culturales.

¿Es un día para festejar? Este día nació como día de luchas para la mejora de condiciones de trabajo, de reducción de la jornada laboral, de cuidado de los hombres.

¿Con qué fuerzas enriqueceremos la vocación ciudadana si la personal incompleta dubitativa y temerosa mira inquietante el contexto incierto, difícil, en que se vive?

¿Y el aspecto cultural? por allí transitamos, por allí anida el espíritu del hombre que desconcertado observa juegos políticos que cierran puertas al hacer creativo, organizado y administrativo.

¿Podremos hacer uso de nuestra libertad conceptual, podremos tomar conciencia de nuestra responsabilidad histórica, del sentido profundo de Justicia, Trabajo, Libertad, Autonomía y Fraternidad? ¿Podremos? Valores logrados por nuestros antepasados, valores que nos señalan un rumbo, luces de nuestros políticos que gobiernan el país.

Un 25 de mayo señaló el destino de Nación Argentina. Mi madre centenaria vivió esos pasos. Ella, se parece a la Patria, a la Pachamama nuestra que no claudica, que sonríe y te sigue ofreciendo sus ojos avellanos, y te dice, hola tesoro, aunque no te reconozca, aunque no recuerde el nombre pero sabe en la profundidad de sus entrañas, sabe del amor anidado en los cuerpos y en las almas que sostiene y nutre esperanzada.

Así es el sentimiento a la Patria. Ella, la Patria, la madre, nos hospeda, no se fija en donde uno ha nacido, por dónde anduvo, pero le importa el espacio y tiempo donde se ha construido y se construyen las hebras aromáticas de la vida.

Estas hebras se trenzan en paño patriótico, en los hijos de los hijos nuestros y tuyos No perdamos el rumbo, el Amor, la Esperanza. ¡MAYO, cuna de la Patria! Cuna de la Libertad!