ABRIL, 1982
“Y el mundo fue destruido
para siempre” (S. Sylvester)
Casi nada ha pasado
y ya todo es distinto
de cuando apenas hace algunas horas
nos dimos
las buenas noches.
El olor de la comida
ahora
es el humo que envuelve la mañana;
empaña los vidrios
de mi casa que hace agua
como un barco pequeño en la tormenta.
Así de cierto.
Lo que tenía que pasar, pasó.
Habrá muertos
Y nosotros queremos salvar
nuestra desgracia
con faroles, con fuegos de artificio;
y muchos somos
contagiados
en nombre de la fraternidad
y la justicia.
Pero esta realidad nos enseña,
con pelos y señales,
a ver de otra manera
Aunque yo me encueve
para no saltar en pedazos,
y mis pedazos anden sueltos
por la tierra
mientras el hombre siga
pisoteando la luna
hasta que estalle el mundo
POESÍA ARGENTINA Y MALVINAS. UNA ANTOLOGÍA (1833-2022). Investigación, selección, prefacio y posfacio de Enrique Foffani y Victoria Torres (Coordinadores)