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Poemas de Luis Benitez (Buenos Aires)

04.10.2024 15:49 |  Noticias DiaxDia  | 

zyklon ® valley

hay niños que nacen ya sin cabeza
porque viene la guerra
hay gente intranquila pensando
que puede pasar algo grave
porque viene la guerra

una hippie demente aúlla hasta enronquecer
que hay un caballo de madera repleto de tropas de élite
a las puertas de europa y la hacen callar de un disparo
porque viene la guerra

la guerra con manos de gancho
y pies de alambre de púa
con cabeza de mosca
y alas de murciélago
la guerra que mira fijo
y es alta y larga como una cordillera
frente a tu horror liliputiense

se espera que de un momento a otro
adolf hitler abandone su escondite
se quite el disfraz y se arranque la máscara de goma
para hablarnos cara a cara por todas las cadenas internacionales
porque viene la guerra

hay parejitas apuradas por casarse
comprar la casa y el automóvil
pronto tener hijitos y muy pronto divorciarse
porque viene la guerra

la guerra que reza por la paz
mientras compra y vende acciones
la guerra que se cree santa
y el último recurso tras las buenas intenciones

hay amas de casa que no consiguen
marihuana por ninguna parte
porque viene la guerra

en el museo reina sofía doblaron la guardia
en torno del guernica
porque viene la guerra

en roma se presentó un proyecto
para cubrir de tierra el coliseo el monte palatino
y el redondo y pequeño templo de hércules
porque viene la guerra

hay un renovarse de esperanzas en los rascacielos
donde todos zumban entrando por las ventanas
y frotándose las patitas de alegría
porque viene la guerra

hay un resurgir del nazismo el fascismo y el vampirismo
porque viene la guerra

el honorable congreso de los estados unidos de norteamérica
se reúne en sesión plenaria y permanente
y alguien escribe en su teléfono móvil
“esta noche tampoco me esperes para cenar yenny
no hagas preguntas que no puedo contestar
te amo a ti y a los niños yenny”
pone cara de John Huston y se alivia enviando su mensaje

“no hay dos sin tres”
“no hay dos sin tres”
“no hay dos sin tres”
repiten los que trabajan la huerta en los manicomios
y las enfermeras corren por las píldoras

un mussolini descafeínado se despereza
en cada mujer y hombre de la tierra
porque viene la guerra

los círculos de estetas se preocupan y discuten
la amenaza de un reverdecimiento de la poesía social
porque viene la guerra

hay 20 millones de refugiados
expulsados para siempre de nuestra especie
porque viene la guerra

se promociona un milagroso medicamento
en todo el mundo
en previsión de las futuras epidemias
porque viene la guerra
y luego otro y otro y otro

el escritor mimado por la derecha francesa
predice en su último libro
que no habrá guerra y vende en una tarde
medio millón de ejemplares
porque viene la guerra

hay cuarentones y cincuentones
releyendo con nostalgia a lenin y nostradamus
porque viene la guerra

el ruido de las teclas de esta computadora
ya parece el tableteo de una metralleta
porque viene la guerra

en el vaticano alguien enciende un cigarrillo
y sonríe mirando por la ventana
porque viene la guerra
se fueron hasta las nubes rozando las sandalias de dios
la harina el café el té y la heroína
porque viene la guerra

los académicos se reúnen en urgentes simposios
para discutir la posibilidad del surgimiento
de una literatura de posguerra y cuál será el marco teórico
adecuado si es que queda parado un ladrillo sobre otro
porque viene la guerra

y este poema no continúa ya en ninguna parte
porque viene la guerra

TUVISTE VARIOS HORIZONTES PAÍS

aunque los días de grasa y los años de fuego
te frieron como un biscocho todavía parecés ser
esta materia hecha de paisajes y familias
donde cada tanto alguien le pregunta a otro qué sucedió
qué te llevó a hacernos ciertas cosas
parecidas al crimen o a eso que nadie osa mencionar entero todavía
como una vergüenza escondida en fotografías oportunamente quemadas
o parientes sepultados en el fondo de la casa en la madrugada
cuando nadie está despierto y quien lo está
no quiere ver y se ampara en la gastada historia
de la pesadilla y el insomnio

fui educado para amarte país
yo lloraba de niño cantando la oración a la bandera
y fui la última generación encontrada la última bala de tu ruleta rusa
el clic en la sien que hace despertar en otro mapamundi
donde busqué tu silueta de chica mala inútilmente
dándole manotazos cada vez más furiosos al globo terráqueo

fulana vieja
sé que pasaste por muchas necesidades
(los últimos doscientos años no fueron nada buenos
pero para los muchos nosotros tampoco)
y espero que elijas mejor a tus gigolós mañana
por el bien posible de tus hijos también

el internado donde nos dejaste huele a meadas de perro
y nadie es muy amable en ninguna parte
además de que no venís a verme demasiado a menudo
extraño todas esas promesas de cariño
cuando me engendraste en un hospital municipal
tan tuyo parir entre goteras
y hacer llorar a los inocentes por mano ajena
sonriendo como si no tuvieras culpa alguna
esperando felicitaciones y flores y bombones
entre almohadas y atenciones donde brilló
entera y rota y en una parte nueva
tu vieja sangre

LOS OJOS DE RIMBAUD

Azules, de bárbaro. Hoy cantan para ti
los suaves trinos y en el taller literario
adelgaza la voz el papagayo: conmovida
endulza las Grandes Miradas su lección de confitero.
De este lado rezamos por ti hincados ante un lobo:
que la bella ciencia es una habitación que da a lo oscuro
y el hombre, ese acertado inconstante,
es apenas unos pocos pasos que por ella van y vienen.
Hoy que las profesoras de letras olvidaron todo
lo que saben de ti los presidiarios
y el vago que, a riesgo de ser aplastado por los automóviles,
detiene la metáfora de su paso por recoger el milagro
de una hoja, sin alcanzar a explicárselo;
hoy que apenas los ascensoristas
se levantan de entre los demás,
hoy que esta loca materia aparece ahogada y vencida,
como lo estuvo siempre, como va a estarlo siempre,
flotando sobre las aguas de los números;
hoy que en tus selvas vírgenes arraigaron los casinos
y suena música disco en todas las Áfricas tonantes,
hoy que en la calle 88 y Broadway una horrible fulana te pasea
impreso en su remera, sonriente con toda la Gloria Americana,
hoy que encuadernado en cuero y con letras doradas
te exhiben los dentistas en sus huecas bibliotecas
y te honran a su modo, repartiendo venenos
por las calles del mundo los ágiles traficantes,
hoy que caen los muros y todas las posteridades se desploman,
hoy que la Historia, esa vieja enemiga,
se ríe de nosotros diciendo que no existe,
como en tu tiempo repetía el Diablo;
hoy que los blandos músculos de los diputados
pueden arrojar al mar, si quieren, a miles de forzudos extranjeros,
hoy que la tímida democracia probó ser más efectiva que los reyes,
hoy que todos por fin somos buenos
y alza su copa radiante el rosado, negro, amarillo y cobrizo
banquete de la vida, más allá
de los caritativos grupos que intentan el soneto,
a través de las bibliotecas barridas por el polvo y las secretarias,
sin dactilografía ni voz ni esperanza ni objeto,
cruzan las geografías dos luces gruesas y potentes
anillando la Tierra. No por el símbolo sino por la mirada
eres como el dios de plástico que cuelga de su pared el asustado,
para que esos Ojos le sigan por la casa. Para nosotros
los mínimos, para nosotros los pocos, para nosotros los débiles,
que sólo queremos estar ociosos, tus párpados están
siempre abiertos, hermano desdeñoso,
Jesucristo el Terrible,
hoy que es una vergüenza tener hambre
siguen mirando lo mismo tus fanales salvajes.

EN EL ARDUO ANIVERSARIO DE UNA BODA

            “Después de la primera muerte ya no hay otra”
             (Dylan Thomas)


Nuestra generación fue un puñado de hombres solos,
una pizca de mujeres destruidas,
un manojo de nadas sin zapatos,
el racimo de las viñas de la ira.
Yo que agonizo
me permito evocarte aunque mi recuerdo
te cause asco, nena, asco profundo,
como causa asco la inmunda mermelada que transpiran
los siempre equivocados porque aman demasiado,
aunque el credo y el miserere que rezamos siempre
tú y yo solos en dos noches separadas a sabiendas por nosotros
-tuyo el creo solo en mí y mío entero el miserable de mí-
desde entonces dicen
que nunca nunca se ama demasiado:
¿o no será acaso, en lo profundo, lo que nadie puede ver,
al revés el oscuro latín de lo real?
Concentrado todo da pavor en el urgente fin de siglo,
hay que terminarlo de un modo o de otro
y éste es el fúnebre galán de la fiesta,
vestido para la fecha que ya
un cuarto de centuria arranca.
Lástima, en september love,
que no fue aquélla ni ésta mi noche de septiembre.
Una sangrienta primavera baja sobre la noche del suicida
y la náusea habita desde entonces cada esponsal.
Creo ver a tu padre muerto con su dedo
hundir la hondura a donde dio la noche,
a la loca de tu madre pegándote en la cara
el monograma indeleble de otra loca en su progenie.
Creo ver a unos muertos celebrar la boda,
mi ojo derecho -el que mira al olvido-
arranca del olvido precoz
la sonrisa que perfora la vergüenza.
Mi ojo izquierdo, el que mira a la vejez,
arruga del futuro, verruga de lo que fue terso,
se complace en las vísperas anticipando
tu rostro y el mío entre las llamas
arder como dos fotografías viejas.
¿Fui el fantasma de la noche
y de las noches luego felices,
las noches y las tardes
en que engendraste a tus hijos?
¿No fui acaso el olvido y lo reído por los esposos,
cuando la burla a los que pasaban raudos en el tren,
un rostro tiznado de furia asomándose
desde la locomotora, el primero de los que veían
desnuda a la virgen loca bailar con el idiota?
Dame al menos ese miserable papel en tu vida,
el del diario arrugado que se aleja por la ruta
que lleva a un pueblo de cobardes
la noticia titular que yo lamento.
Dime, hoy muda calavera de lo que amé
hasta la esquina misma del infortunio,
si yo, que albergo esta pecera de imágenes
donde hasta cabe Virgilio, no era entonces,
en la riente oscuridad, entre los labios
de la muerte que en la florida edad
todas las señas tienen de la vida,
sino lo ridículo y eterno donde lo llorado
llora lo que no ve de sí, ese sí mismo.
Mátame. Pero no
de a poco, como la vida.
De una palabra mátame.
De una mirada sola.

SU PEQUEÑO TIEMPO DETENIDO

el automóvil que lo mató
se alejó seguro de sí mismo
y ahora duerme su sueño de motor
en un desaliñado garaje del suburbio

mañana le limpiarán la sangre
antes de ir a trabajar

el criminal no duerme sin embargo:
discute con su esposa el tema de la renta
se ha olvidado por completo del gato
que hasta que llegó la tarde estaba hecho
de músculos y encanto
de sanguinaria agilidad y de silencio

ahora en la lejana calle
sólo está hecho de tiempo detenido
y lo buscan las hormigas
que caminan siempre
por un desierto infinito
donde el agua escasea
pero abunda la comida

ese país escondido donde ponemos los pies

la calle sigue como siempre calle
como estuvo ayer como estaba
en la tarde de la muerte
como seguirá durante todos
los indefinidos mañanas

el cielo apenas más oscuro
apenas alguien solo
que cruza por la esquina
y de tanto en tanto otro automóvil
que busca algún ser vivo

sólo el gato cambió
o su mitad que es todo
lo que quedó en la acera

hoy que la muerte
ha capturado otro ratón

EL EXTRAVAGANTE VIAJERO, RÍO ARRIBA

Entonces lo vi en el agua aceitosa,
regalo de la industria y del odio a lo vivo,
remontando río arriba la corriente:
el salmón imposible,
un monstruo musculoso
ornado de verdes y violetas,
de naranjas y rojos,
en la librea que sólo presta el deseo
a los ansiosos por reproducirlo a toda costa.
Insólito tornasol entre la basura
del río condenado,
como un hombre empecinado
en encontrar el camino que le diga
“soy tu vida”, un regalo
para la candidez empecinada en creer,
un estímulo para los músculos tensados
bajo las ásperas escamas,
una sobredosis de hormonas
inundando el cerebro diminuto.
Y esa boca abierta al deseo de respirar
todavía algo más de su último día,
guardaba la postrera sílaba
de aquellos que no se dejan vencer
ni por su propia idiotez
ni por las aristas de los muelles
donde nunca paran, donde jamás
por cosa alguna se detienen.

DEL AMOR POR LOS BÁRBAROS

Lo opuesto busca su opuesto
Y en lo blanco la gota que hay de negro
Crece
Hasta hacer lo blanco negro
Y así en lo contrario hace la gota blanca

Todos deseamos lo opuesto
Que encarna frente a ti
De tanto en tanto
Y trae su exótica religión su idea del asunto
Sus distracciones sus aparentes crueldades
El poco cuidado con que trata los más preciados dones
Las ofrendas y regalos que destinábamos
Antes
A nuestro propio fetiche
Tal nuestra donación

Los bárbaros poseen la ingenuidad de lo que fuimos
Aquello que en ellos no ha crecido nunca
O bien nunca lo ha hecho en esta dirección

Son lo que fue posible que fuéramos hoy y no prosperó
Por eso la ternura el celo el interés que sentimos
Por su aparente torpeza
Su falta constante de consideración

Nuestro consuelo cuando nos matan sus actos
es mirarlos benignamente
Y acariciar o al menos intentar hacerlo
La brutalidad que destroza y que
Cuando se les reprocha
Sinceramente no comprenden
Como no comprenderían si llorásemos delante de ellos
El porqué de todas esas lágrimas se sienten inocentes
Lo son nuestra es la tragedia de entenderlo
Y de entender que nada podemos hacer
Ni por amor ni por odio para redimir a la criatura
De su condición de bárbara

Este de todos los dones es quizás el más extraño
Que nos dieron nuestros dioses
Nuestros dioses que no existen

También están esos bárbaros que se nos parecen
Pero no son nosotros cuídate sobre todo de ellos
Son los más peligrosos son los que realmente
Llegan a tu corazón
Con sus similitudes
Sus engaños de los que son desde luego
Totalmente inocentes

Pero nadie cambia a los bárbaros

Y cuando aparece su barbarie expresa su “bajeza”
Su “violencia” su “impiedad” su fastidiosa negligencia extrema
Ya están dentro de nosotros y es tarde
Muy tarde para todo
Y no se van jamás de aquello
Que conquistó su impericia su malicia inconsciente
Y también su destreza
Largamente adquirida
En combate contra otros bárbaros

Seremos su triunfo la gota de alegría infantil
Que dura un día
La jactancia a solas que pronto se disipa
Nuestras serán las ruinas las veneradas estatuas
Rotas que vendimos por ellos a precio de mercado
Nada o casi nada vale algo nuestro entre los bárbaros
Y nuestra será la noche donde algo se incendiará
Eternamente para siempre en llamas
Por amor a los bárbaros

UN MONTONERO DEL CHACHO

El último hombre, tan legendario
como el primero; a pie por el olvido

transita hacia la nada, como todos.
Su pecho, un desgarrón y el arma
(tan sin memoria como él ahora)
son momentáneas victorias sobre el tiempo.
Va con el General y el general ha muerto;
el hombre sin caballo y sin hombre
se afana en la espesura de un país
que piensa en otro:
no ve en la cerrazón del monte
las ciudades y los trenes y los torvos
habitantes que ya están
flotando sobre el páramo.
Otra selva habrá que la que pisa.
No hay lugar para él, que nunca
fue de un lugar sino de todos.
En un sendero pierde la figura:
Distinta de la que agita el poncho
o esgrime larga lanza en los manuales;
va por el camino que contiene
a todos. Esa es la Historia.
Será una fecha, un dato.
Con suerte será un aniversario:
será menos que un nombre.

ANOCHE ALGUIEN DERRIBÓ UN ÁRBOL QUE CUMPLÍA TRES MIL AÑOS

Anoche alguien derribó un árbol
Que cumplía 3.000 años
Erguido sobre el campo.
En la noche sus astillas ardieron
Calentando a los hombres ateridos
Y en la niebla el resplandor
Indicaba el sitio de su muerte,
El mismo de su larga vida,
El mismo de su corta hoguera.

Ayer su sombra
Se alargaba hasta la casa distante,
Cruzaba el arroyo
Que cuando él brotó
No estaba.
Hoy un pozo
Con colgajos de raíces,
Con fragmentos de ramas y cortezas
Indica dónde floreció
A través de los siglos
Su savia poderosa.

En su copa anidaron
Animales que ya no existen,
Y bajo sus ramas
Estallaron infinitas tormentas.
Sus altos brazos
Surgían de entre las nubes bajas.
Entre sus raíces
Primitivos hombres
Se escondieron de las fieras,
Y luego se ocultaron tesoros,
Cartas de amor,
Objetos robados,
Y alguien talló
Con cortaplumas
Palabras que no se leen.

Anoche alguien derribó un árbol
Que cumplía 3.000 años
Erguido sobre el mundo.

ESE HERMANO QUE ENVENENA LOS RÍOS

Ese hermano que envenena los ríos
Abre una ancha brecha
Que le parte la vida.

La mano que asesina los huevos de los peces,
El dedo que ordena que se sequen las raíces del mundo,
Que la fruta se pudra antes de llegar a su boca,
Que en el aire fallezcan las alas de los pájaros,
Y el silencio congele el paisaje de su misma muerte,
Ese hermano que pide
Que los hongos se asomen en lo rubio del trigo,
Y que la noche se abra en el corazón del alto mediodía.

Ese hermano que obliga
A retroceder al tiempo hasta su aborto,
El que invoca calaveras
En medio de la fiesta de su propia carne viva,
No sabe que se suicida en el ave que cae,
No sabe que se muere
Donde declina el tallo
Su alegre columna verde,
Donde el todo de los campos
Se convierte en la nada.

Ese hermano que envenena los ríos
No sabe que envenena también el rojo río
Que lo anima por dentro,
El que desagua en la sangre de sus hijos
Lo empetrola hoy y ahora con su error infinito.

La mano que alzó la orden
De talar el futuro
Derribó cada hora de ese día, mañana,
Donde había gestos y rostros
Que se le parecían
A ese hermano equivocado
Que envenena los ríos

LENGUA DE LOS DIOSES

                       “lo que sucede en la poesía, ocurre en el porvenir”
                        (Alejandro Schmidt)


yo quiero saber si hablás
o entendés la lengua de los dioses
por supuesto los dioses no existen
y toda metáfora es una traducción

yo quiero saber si al mirar el árbol
ves la semilla y también el tronco entre las llamas
si sentís en un solo segundo condensarse
el peso estupendo de los siglos
si en tu corazón los planetas y los átomos
tienen el mismo tamaño porque ésa es la clave

quiero saber si para vos las palabras
son las cosas y todavía más
mucho más y tras el mucho más
se te va la vida el paso la mano
siempre extendida hacia esa máscara

la nuestra es una conspiración sintáctica
y quien reordena las palabras
está ordenando el mundo

nacemos en córdoba en londres o en burzaco
ese muchacho que en un patio de praga
está ahora mismo fatigando el papel
no sabe todavía que está haciendo los palotes
primeros de la lengua de los dioses

el nuestro no es un solo idioma
congelado y secreto la lengua de los dioses
tiene infinitos dialectos usos regionales
localismos perfectos y todos ellos hacen
que siendo mestiza oscura impura
sea así de trasparente y clara

hablándola hablarás con los vivos y los muertos
el tiempo es mentira el espacio una ilusión
y como dijo una en su momento
leer poesía es otra forma de la telepatía

están los monederos falsos los especuladores
los traficantes de palabras los pueriles pordioseros
pero ninguno de ellos habla ni comprende lo que les dice
inquieta una y otra vez la lengua de los dioses
alguno balbucea apenas otro desfigura aquella prostituye
pero siempre la lengua queda fuera intacta ignora

los dioses no los oyen cuando hablan
sólo escuchan agitarse sus silencios
nosotros tuvimos y tenemos guerreros sacerdotes
y los mártires es nuestra tradición
saber querer osar y callar
según lo dicte la buena salud de las palabras

por eso es que yo quiero saber si vos hablás
si vos entendés la lengua de los dioses

LUIS BENÍTEZ
El poeta, narrador y ensayista Luis Benítez nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1956. Ha recibido el título de Compagnon de la Poèsie de la Association La Porte des Poètes, con sede en la Université de La Sorbonne, París, Francia. Miembro de la Asociación de Poetas Argentinos (APOA), de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la República Argentina (SEA) y del Centro PEN Argentina. Entre otros reconocimientos nacionales e internacionales, ha recibido el Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991); el Segundo Premio Bienal de la Poesía Argentina (Buenos Aires, 1992); el Premio de Poesía de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); el Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); el Primo Premio Tuscolorum di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); el Primer Premio de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); el Accesit 10éme. Concours International de Poésie (París, 2003), el Premio Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino” (México, 2007) y el Tercer Premio Municipal “Ricardo Rojas” de Novela (Buenos Aires, 2022). Es considerado una de las voces más destacadas de la poesía argentina contemporánea y referente de la poesía latinoamericana actual. Sus 45 títulos de poesía, ensayo y narrativa han sido publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay.
En 2023 la cineasta argentina Ileana Gómez Gavinoser filmó “Luis Benítez y el mundo de la poesía”, una biopic galardonada en festivales cinematográficos de EE.UU., España, Francia, Macedonia, Reino
Unido, Singapur, Sudáfrica y Turquía como mejor largometraje documental. En 2024 se han publicado dos ensayos -el tercero y el cuarto de los editados en Argentina- sobre su obra poética: Luis Benítez, una poética de la indagación, del crítico y narrador Osvaldo Gallone, editado por la Fundación Victoria Ocampo (Buenos Aires, 100 páginas) y Luis Benítez. Historia Nacional, del Prof. Juan Sebastián Rodríguez Maza, publicado por El Arte de Leer Ediciones (126 páginas, Mendoza Capital, provincia argentina de Mendoza).
Últimos poemarios publicados: Una gran guerra habita las cosas. Lo mejor de Luis Benítez (antología poética, compiladora y prologuista Gabriela Guerra Rey, Editorial Aquitania Siglo XXI, 230 pp., México D.F., 2022). La vida entera. Una antología (antología poética, Pro Latina Press, 156 pp., Nueva York,
EE.UU., 2023).

 
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