cultura-de-jujuy-a-tierra-del-fuego |
Una mirada sobre la literatura jujeña (desde el exilio tucumano). Por Rodolfo Quiroga
18.02.2025 17:40 |
Noticias DiaxDia |
La literatura jujeña nace y se guarda en este pliegue andino, antiguo, valiente de la Patria. Se nutre de relatos orales y coplas, leyendas de las gentes de nuestra Quebrada, cantos y pesares del minero puneño y del trabajador del ingenio de las Yungas. Los intelectuales del valle jujeño las atizaron, quizás también las escribieron. Novelistas de la talla de Hector Tizón y Libertad Demitrópulos; poetas , como Raúl Galán, Néstor Groppa, Germán Choquevilca y Domingo Zerpa, a quienes conocimos no sólo por sus escritos. Autores y realizadores del mundo del teatro, como Juan Carlos Estopiñan y Rodolfo Kusch. Historiadores como Carrizo, Bidondo y lúcidos ensayistas de la realidad de esta Argentina no siempre pacífica, no siempre rica.
La literatura se nutre con la épica del pueblo jujeño, de aquel 23 de agosto de 1812 y su Éxodo, de las siete invasiones realistas, de los gauchos jujeños con su más de cien batallas, de las tribus jujeñas que tenían su propio cabildo indígena, de los criollos. Todos quemaron todo para ser argentinos, por la sola esperanza de ser libres:
"Porque agosto es un fuego interminable;
el valle es puro gritos de hombres que apuran los arreos
mientras queman los ranchos, mientras tapan acequias" (1)
Para reconstruir esta tierra arrasada, hace más de doscientos años Belgrano regaló a los jujeños una escuela y la bandera de la Libertad Civil . Todavía las conservamos, todavía existen en este oasis cultural , las multiplicamos y las hicimos fructificar. Todo un símbolo del jujeño, antes que existiera Argentina: letras, libertad y patria.
En el enclave de Jujuy se articula el mundo cultural andino, con el influjo universitario y cultural cordobés, dónde estudiaron nuestros hacedores y próceres desde el siglo XVII. También el Chaco, que amanece en nuestra Selva oriental aporta su influjo literario, acaso recogiendo las primeras tradiciones orales de la región chaqueña.
Mientras la literatura rioplatense buscaba su nueva identidad migrante e inmigrante, pasada la época dorada de la literatura gauchesca y se proyectaba con Proa hacia el mar y Europa, la nuestra se hacía canto y papel en castellano, construía el profundo ser argentino, ebullía en el siglo pasado, diluyendo razas y fronteras, como escribió el sensible cronista Groppa en 1958, en la revista Tarja:
"La frontera no es el puente
ni el resguardo de la aduana
en el río de la vertiente
que a dos naciones separa,
es una línea de peces
debajo del mismo agua"
La literatura jujeña no pretendió nunca ser una literatura folklorista, según declaran en la revista icónica Tarja los precursores de ella, sino constructora del ser argentino profundo, nacida del respeto a la diversidad de sus gentes y sus tradiciones, arraigada en una fuerte identidad cultural al que la “nueva” migración europea adoptó.
"La tierra de mi país se ha instalado en mis tuétanos.
Es tierra enamorada.
Tierra de polen que arde en los polvaredales
y en las canciones de los copleros de mi pueblo” (2)
Una literatura también musical, acaso es el ámbito donde más se ha difundido y cantado: zambas que se escuchan en guitarras preñadas a la siesta, Zamba de la Esperanza, Zamba para decir Adiós del jujeño Jorge Cafrune, el Sapo Cancionero de Jorge Hugo Chagra. Entre las más preciosas poesías musicalizadas citamos a la Zamba de Lozano y el Jujuy cuando volveré. Clásicos también, como el
Carnavalito y Huachi Torito que el turista canta y conoce, las coplas de Barbarita Cruz. Al jujeño le gusta, entonces, representar su papel y acceder a cantarlas una vez más, sonriendo brevemente y sabiendo que está "tropeleando su destino".
Existe la tradición: el que bebe del agua del río Xibi Xibi siempre vuelve. El escritor, músico o poeta que viene de otras provincias se transforma en jujeño, se instala al lado del agua clara, inspiradora, sin fronteras
"he bebido de tu agua hasta el hartazgo, porque no quiero otra tierra” (3)
Nuestra literatura es como el agua en Jujuy: corriente y clara, que se embravece con lluvias de verano pero se embalsa y refresca en los diques , letras que también curan y alivian en sus termas. Letras que continuamos haciendo desde Ahora o Nunca y otros grupos literarios que nacen en Jujuy. Que se imprime en diarios, nació en revistas literarias como Tarja en los 50 y se hace Feria del Libro local todos los años. Se hace a pulmón, sin mecenas ni fondos del estado, por ello mismo es fresca y genuina, abierta como el alma y el cielo y libre de diferencias. Siempre el rumor de la historia que corre y está ahí, vital y aventurera para quienes quieran beber de ella. En palabras de Héctor Tizón:
"debemos hacer historia a cara descubierta, viviendo en campamento ,
afrontando soledades concretas, inaugurando. Y diciendo de otro modo:
inventarnos históricamente: ser" (4)
Rodolfo Quiroga- para Ahora o Nunca- Enero del 2025
(1) del “Poema al Éxodo”- César Yurquina en Senderos de la Memoria II-2023
(2) del poema "Ahora o Nunca, oh Duendes";-Néstor Groppa- revista Tarja
(3) del poema "Sobre el Xibi-Xibi”- Susana Quiroga- Senderos de la Memoria II- 2023
(4) del comentario al libro "La Aventura de América"- Héctor Tizón- revista Tarja N° 11-12
Rodolfo Quiroga. Jujeño nacido en el Barrio Los Naranjos, en octubre de 1971. Lector precoz y escritor novel, nómade, después de vivir en Buenos Aires está radicado en Tucumán, ingeniero industrial y sommelier. Colaboró con don José María Fontán en la crónica “100 Años de La Cumbre. Su gente, su historia, sus lugares”. Aprendió portugués para leer a Clarice Spector y francés para no perderse detalles de Baudelaire y Proust. Miembro entusiasta de “Ahora o Nunca”