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Daniel Moyano: La naturaleza de las cosas. Por David Antonio Sorbille
02.07.2025 10:27 |
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DANIEL MOYANO: LA NATURALEZA DE LAS COSAS, por David Antonio Sorbille
El realismo narrativo encontró en Daniel Moyano, a un escritor de notable talento que no se detenía en el testimonio, sino que fundamentaba la naturaleza de las cosas desde un registro personal y alegórico.
Creador de una de las más importantes expresiones literarias de nuestro continente, Moyano concibió su mundo de ficciones, desde la representación de una realidad profunda en su doble significación: física y metafísica. Eficaz en su propuesta de reparar en el ritmo y la autonomía de los hechos, su prosa está ajustada a un tiempo prudencial y objetivo de las circunstancias.
Augusto Roa Bastos, dice al respecto, que “él procede por excavación y no por acumulación, por la creación de atmósferas, de cierto clima mental y espiritual, más que por el abigarrado tratamiento de la anécdota”.
Daniel Moyano, había nacido en Buenos Aires el 6 de octubre de 1930, un mes después de la caída del gobierno democrático de Hipólito Yrigoyen. Su infancia ambulatoria, transcurrió en las sierras cordobesas donde conoció a otro joven que la historia futura convertiría en leyenda con el nombre de Ernesto Guevara.
Luego, se trasladó a la provincia de La Rioja, en donde, además de casarse en 1959 con Irma, la mujer que lo acompañaría toda su vida, se desempeñó como profesor de conservatorio, músico rural y periodista en diversos medios, hasta convertirse en corresponsal de Clarín en 1962 hasta 1979, tres años después de radicarse en España. Moyano, fue ejecutante de viola en un conjunto musical que visitaba pueblos en el noroeste argentino, y compartía historias y sonidos musicales que formarían parte esencial de sus libros.
En 1967, escribió la novela “Una luz muy lejana”, en donde intentó entender su tiempo de infancia y su familiaridad con los cambios naturales de afectos y lugares.
Moyano publicó los libros de cuentos: “Artistas de variedades” (1960), “La lombriz” (1964), “El fuego interrumpido” (1967), “El monstruo y otros cuentos” (1967), “Mi música es para esta gente” (1970) y “El estuche del cocodrilo” (1974). Con la novela “El oscuro” (1968), obtuvo el Primer Premio en el año anterior del Concurso Internacional de Novela Primera Plana – Sudamericana, cuyo jurado lo integraron Leopoldo Marechal, Augusto Roa Bastos y Gabriel García Márquez.
En 1974 publica “El trino del diablo”, la apasionante historia del violinista Triclinio, que vive postergado en un mundo que padece la barbarie del poder, y fuera reeditada años después en el exterior, con el agregado de varios relatos de genial construcción.
El imaginario de Moyano se nutre, entonces, de las emigraciones que sufren esas provincias pobres, con sus hombres y mujeres viviendo el desarraigo en procura de otro destino físico, el de las grandes capitales y, tal vez, de mayor marginación.
En 1971, Moyano había dicho, que: “La historia del escritor y de sus libros es, finalmente, la historia de una frustración”. En 1972, obtuvo la beca de la Fundación Guggenheim, que le permitió dedicarse a escribir con menos penurias económicas. Así, surge la novela “El vuelo del tigre”, terminada en La Rioja en 1975, y publicada en España en el año 1981.
En 1976, fue detenido por fuerzas militares en el marco del golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional de María Estela Martínez, viuda de Perón. Sin pruebas ni causas en su contra, recuperó su libertad y viajó a Buenos Aires, donde luego de recibir el consejo de sus amigos, decidió con su mujer y sus hijos, exiliarse definitivamente a España.
Rodeado de dificultades económicas, pero lejos del peligro de la represión, Moyano trabaja de albañil, peón y plomero, sin descuidar su natural vocación literaria que le exige encontrar continuidad a sus argumentos, tan pendientes de lo transitorio, el extrañamiento, la incomunicación, el sometimiento y el miedo.
Moyano, dirá el 10 de junio de 1990: “Ese miedo es la sustancia del exilio que me toca vivir, y las palabras, la única manera de conjurarlo”. En 1983, publica una obra consagratoria: “El libro de navíos y borrascas”, en donde plantea la imposibilidad de inserción del intelectual en una sociedad violenta y represiva que lo acorrala hasta forzar su desaparición.
En 1985, recibe el premio Juan Rulfo, por su cuento “El relato del halcón verde y la flauta maravillosa”. En 1989, escribe la novela “Tres golpes de timbal” –premio Boris Vian en 1990-, una verdadera experiencia de búsqueda de identidad a través de un esquema formal de tono musical que refleja un sentimiento deliberadamente personal. Y, en 1999, se publica el libro póstumo “Un silencio de corchea”.
Los relatos de Daniel Moyano, verdaderos juegos de espejos en un contrapunto subyacente entre el mito y la realidad, son editados en inglés, francés, alemán, ruso y polaco, y reciben la admiración de célebres escritores como Gabriel García Márquez, Augusto Roa Bastos y Mario Benedetti. Hombre de especial sensibilidad, Moyano padeció la muerte de su madre siendo muy pequeño y, posteriormente, el abandono de la casa por parte de su padre, viviendo luego entre tíos pobres y ricos hasta que él y su hermana, se establecieron con sus abuelos. En el seno de esa vivienda, aprendió a gustar de la música, ya que su abuelo tocaba el acordeón y, también, de la literatura. Lector de los autores clásicos como Miguel de Cervantes Saavedra y Dante Alighieri, disfrutó de las novelas de Charles Dickens y admiró luego, a Franz Kafka y a Césare Pavese.
El 1° de julio de 1992, Daniel Moyano fallece en Madrid, víctima de cáncer, y deja varios trabajos inéditos entre novelas y cuentos, pero principalmente, la imagen de un escritor argentino absolutamente imperecedero.
Bibliografía
Moyano, Daniel. (1989) “El Trino del Diablo y otras modulaciones”. Grupo Editorial Zeta, Buenos Aires.