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Poemas de Rafael Urretabizkaya (Dolores/ San Martín de los Andes)
09.10.2025 12:19 |
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Parientes
Los trenes son hermanos mayores
de las bicis
y son nietos de las calesitas,
que dan la vuelta al mundo
en botecito o a caballo.
La marea descubrió ante mis pies un caracol
lo traje a casa para escuchar
el mar, y solo dice;
“todos los boletos son de ida”
“todos los boletos son de ida, huevón”.
Los triciclos
son los padres de los autos,
(hierro pintado, tres rueditas, movido por ese vértigo primero
de cuando pasar de la cocina al patio
es saltar del barrio a otro país)
y son los triciclos a su vez,
hijos de los brazos que alguna vez nos acunaron
de quienes también somos los hijos,
ese lugar redondo donde no hay que seguir a ningún lado
ese destino.
Me parece que más o menos así
más o menos asá
se mueve el mundo,
pariente a veces del envión
otras de lo mansito.
Y los aviones (no te dije)
son hijos de las semillas del abedul
que vuelan justo ahora,
y que por parte de madre vendrían a ser los nietos
de las últimas hojas del membrillo.
***
Ford T
Mi papá y sus hermanos
armaron un ford T del 25,
en la terraza
esto pasó
enBahia Blanca
en la casa de la calle Cuba
ellos armaron el Ford T, allá arriba
si uno pedía la pinza, le llegaba
junto al viento en la cara
de los viajes por venir a la ría y al mar
si pedía un mate le llegaba
con la escarcha de la sierra
si otro pedía tenaza
recibía tenaza y el olor de los peces
que premiarían el día a coletazos.
Tuvieron para empezar una parte del auto
el resto
lo fueron encontrando por las calles
por los talleres que les permitían revolver
en los baldíos
en el envión del aire
en el ruido del tren de la tarde
y en la mirada de dos a seis vecinas
fueron subiendo a la terraza pedazos de ese auto
atornillados a sus sueños,
ataron durante un tiempo lo duro entre lo blando
con destreza y alambre
y así el ford T fue criándose
el motor que estuvo despostado
pieza por pieza en el suelo
agarró su calor.
Mi papá y sus hermanos armaron un ford T del año 25
a eso de las 10 y cuarto de la vida
en la terraza,
de sus manos nacieron soluciones
de sus cabezas colores
para regar las curvas
el tiempo que duró aquel asunto
se habló más de caminos que de alternadores,
7.500 veces se usó la palabra “viaje”
tres veces se dijo cigüeñal
y cuatro biela
mi papá y sus hermanos
armaron
un ford T del 25 en la terraza
el auto incluso
un buen día estuvo listo,
pero este es un dato menor
para otro día.
***
Un puente roto
Las partes por el suelo
el aire suelto
cosas de cada lado.
Las orillas sujetando abrazos
chismes, mercaderías
goles, prisas, recados,
postergando el tiempo de andar
por fin en patas
con la verdad de lo que es.
La bici y el gran coche y la chata cromada
todo es lata,
de la quieta.
El que va del palacio a la quinta
el que va detrás de su alpargata izquierda,
los dos chitos ahí, permanecidos.
Un puente roto no debería nombrarse
“un puente roto”
debería decirse:
maderas, palabras, hierros, papeles
por el suelo
por el agua.
Frente a un puente roto
saber tocar violín aún sin el violín, vale más que ser un propietario,
tener seguro al día vale menos que un anzuelo,
un mazo de naipes vale más que una escopeta,
tu sonrisa aún sin vos, vale más.
Las lloicas campean el aire
relojeando la escena,
cantan y cantan las preguntas
de un cielo sin orillas.
***
Un recuerdo y un olvido
Un recuerdo y un olvido
juegan al truco,
por un fleco gastado de memoria.
La cosa está pareja,
los dos saben mentir
ninguno está de liga.
Hace rato se semblantean
fijos los porotos
a cada lado de la mesa
¡Pero qué sea empate, hermanitos!
Qué el azar quede del lado
del equilibrio de los trapecistas
del lado del pibe que malabarea en el semáforo
de la suerte del vendedor ambulante
del lado del bombero.
Un recuerdo y un olvido
juegan al truco por un fleco
¿ se dan cuenta?
empatar es a veces
encontrar un rato de silencio
y estos dos
tienen más ganas de vaciarse de viento
que de salir campeones.
Envido y truco, dice uno
bailemos, suelta el otro.
***
Estar despierto
Pudrirse una naranja
el hambre de los gatos
el otoño
la muerte
desafilarse un cuchillo
la sed
andar en bici sin recordar llamar al equilibrio,
son todas cosas que suceden
mientras nos atamos los cordones
cuando pensamos en los trenes
mientras llega el cartero
y en alguna otra circunstancia.
Sin embargo,
perder un sueño
encender un sueño
olvidar un sueño
abandonar un sueño
amamantar un sueño
matar un sueño
criar un sueño,
son todas cosas que suceden
solamente,
cuando estamos despiertos.
***
Los que tiran piedras
Una cosa es acercarse a la costa
elegir la piedra adecuada
hacer patitos,
probarle a la distancia
a la altura,
hacer patitos otra vez
lo que hacemos con mis hijos
más se parece a un movimiento de suelo
a la previa para levantar un edificio,
a buscarle el eje al planeta y darle rosca
poder moverlo algunos grados
nosotros arrancamos por algunas
pero a las piedras, las tiramos todas,
a nuestro paso las playas quedan yermas
las hormigas
pancoras,
cangrejos
las almejas,
nos semblantean con asombro,
en un punto nos odian
en otro nos admiran
se trate de lago, mar o río
el agua nos da la bienvenida
aunque sabe que pronto caerán esos azotes
interminables como lluvia de granizo,
desmesurados como aquella vez del meteorito
somos como una empresa constructora
como un tsunami de los que pasan lejos de los pueblos
y no salen por tele
llegamos a la costa
le olemos la distancia y ahí nomás;
tiramos piedras,
como bestias salvajes
como atletas olímpicos
así como algún ñato predica religiones
así como el pibe de la bici agarra por vez primera el equilibrio,
no vamos por la copa
no vamos por medallas,
lo hacemos ad honorem
mis hijos, hace ya algunos veranos me superan,
son mejores,
van más alto
más lejos
más piques en el agua,
esto jamás lo admito frente a ellos
me gusta provocarlos
este chiste les hace batir records muy mundiales
a veces vivimos situaciones riesgosas
con aviones, satélites, cohetes
barcos pequeños y barcos de gran porte,
pero hasta ahora
nos venimos salvando de chuntarles.
En estas piedras que lanzamos
nos tiramos nosotros
una vez
otra,
es tan vital ser acariciado
por los dedos de los hijos,
acariciado y despedido
y despedirlos
mientras soltamos los últimos toscazos
a un tiempo y a los gritos cada quien anuncia haber ganado,
como esos patos que graznan todos juntos,
parece que discuten
y en realidad,
se están poniendo en sintonía para seguir el viaje.
Todos ganamos, lo repito
nada que ver con esa calma chicha del empate.
***
Remar
Hoy,
en el árbol que se ve reflejado en el lago
un pez hizo su nido.
De ese nido nació otro pez que ahora vuela
por el fondo del cielo y se pregunta,
¿ son estrellas?
¿ son las piedras que el pibe enamorado lanzó desde la costa?
***
Potriño
Un potrillo cansado
resuella
quiebra el aire
su modo de haber llegado
es de campeón
retoza como niño
sacude el suelo
rompe la curva del camino
aplana la siesta, la hace noche.
Un potriño retoza
cansado nunca nunca
quiebra/rompe/inaugura
el aire el cielo.
Un potriño te digo
amansa el horizonte
(le quita lo tembleque, lo deja serenito)
y la luna que anda con ganas de salir.
***
Variaciones sobre la verdad
Cuando sonó que al pueblo venían los titanes
fuimos bañados por la luz de un cometa,
salimos a mirarnos por la calle
hasta quedar convencidos que se trataba de nosotros.
El aire fue distinto
no quedó ni un reflejo de esos que éramos antes
las mamás, las vecinas, todo se hizo extranjero
una nueva manera de estar
nos tomó el cuerpo
sin embargo,
alguien que caminaba por Dorrego y hacia abajo
(alguien que iba para el Industrial o capaz, para el lado de Lázaro)
soltó que estos titanes, los que venían a nosotros,
no eran los auténticos
argumentó que a la misma hora que actuaban en el pueblo
también lo hacían por la tele,
y en el pueblo de un primo.
Ahí nomás,
los creyentes retrucamos
que el colectivo de ellos
rajaba por el aire, como loco
no esperaba por nada, no tenía miedo ni le faltaba nafta
que la tele es toda una mentira y ese primo,
un huevón confundido
igual quedó flotando
un calor que nos conocía por el nombre
un aire rezongón
un pensamiento que luchaba desde atrás de la nuca
por tomarnos los ojos de repente
es decir:
donde había brillado una certeza
ahora camorreaba una pregunta.
Aunque la cosa era a las ocho
a las dos ya estuvimos,
sin bajarnos de las bicis esperamos así,
de la manera que lo hace el que va a crecer de golpe
a las cuatro llegó el colectivo
(uno de línea, de Morón,
feo pero fileteado
raspado contra todo)
de ahí fumando se bajaron tres tipos
charlaron con Elpidio, el cantinero,
ni miraron a los cuatro paisanos
que jugaban al tute,
después bajó otro más, con tres valijas,
Karadagián no era ninguno
al rato en un torino
llegaron otros cuatro,
tenían anteojos negros de turismo carretera
y unas gorras cancheras
aireadas por los bordes,
fumaban y aunque pasaron rápido
Karadagián no eran tampoco
uno rengueaba un poco, pero no tanto como para ser la momia
que como todos saben
renguea parejo para atormentar a su enemigo
ni el cole ni el torino eran medio ligeros
parecían cascajos que pedían disculpas
con Methol y Galeano entramos primero
y nos sentamos adelante,
se acercó el que había bajado tres valijas
y nos mandó hasta la tercera fila
detrás de una piola
arrancaron Tufí Memé contra Pepino
se trabaron y enseguida volaron por el aire,
no aguantaba verlos azotarse contra el piso
tampoco podía cerrar los ojos,
apagaba mi cabeza, la dejaba
como un caldo que se olvida en la olla.
Cuando el Caballero Rojo se trepó a las sogas de la esquina
para reventar por fin a Mercenario Jou, (por quien yo sufría aunque a él no lo quisieran ni su padre ni su madre)
pensé que ser,
es algo bien difícil
y ellos a un tiempo eran dos cosas,
que luchar disfrazado es regar bajo la lluvia,
y que así y todo estos tipos, se parecían a algo cierto.
La última pelea de la noche
encontró a dos de los buenos:
Karadagián contra la momia.
De golpe supe cosas que me nacieron solas
como nacen el hambre o los granitos,
que Karadagián era el mismo que temprano
me había mandado para atrás
que la momia era el piloto del torino
cuando Willian Bú arrancó el combate
me saltó al cuello con una doble nelson
¡enfurecida! la pregunta:
¿qué cosa es la verdad?
Los luchadores
pelearon algo más
escondidos de ellos,
seguían dándose tortazos
cuando los otros ya cargaban las valijas
Tufí Memé recién duchado se arrimó a la cantina,
Elpidio sin mirarlo le sirvió un cinzano,
los cuatro gauchos que jugaban al tute
se tiraron a menos,
con Methol y Galeano agarramos las bicis.
¿la verdad se hace a golpes?
¿son de verdad los gritos de los chicos?
¿la verdad tiene máscaras?
¿es la verdad lo que da cuerda al mundo?
¿es verdad que los buenos siempre ganan?
¿es la verdad lo que hago o lo que digo?
¿lo callado es mentira o es silencio?
¿la verdad viaja en cole, en torino?
***
Romance de la sed y el aljibe
Me gustó que contestaste
pestañeando a mi callado,
poniendo de nuestro lado
un vientito, y te arrimaste
hoy, ayer, mañana, antes,
fuimos sol del mismo huerto
y nos fuimos con lo puesto
a navegar las distancias,
¿es de la flor la fragancia?
¿anda el sueño en lo despierto?
Me gustó que había manadas
que bajaban y subían,
con noticias de unos días
que todavía no llegaban,
ovejas enamoradas
jugando en sendas perdidas
coqueteándole a la vida
hacían dormir los rencores
¿dónde se van los dolores,
cuándo llueven alegrías?
El sol miró de reojo
y eso que estaba nublado,
muy bicho se puso al lado
de un opi del firmamento,
de ahí nos vio, no les miento,
¡piedra libre! fue su grito
tan campeón y tan cortito
el vuelo del cascarudo…
¿seguirá usando su escudo
cuando se queda mansito?
Al rato llegó un después
un pañuelo en la ventana,
un mate de la mañana
que no tenía compañía,
el rojo de una sandía
que tardaba en madurar,
una nuez en altamar
que ahora ve la costa y ríe,
¿cómo saben los aljibes
cuánta sed los va a buscar?
Rafael Urretabizkaya
Dolores 8 de octubre de 1963. Desde sus 19 años vive en San Martín de los Andes y zonas rurales. Escritor y maestro. Ha publicado libros de cuentos, novelas, de poesía, ensayo, obras para títeres, letras de canciones junto a variados artistas.
Libros recientes: “Bicho” (Leo mi mundo Neuquén 2025)“Romance del aljibe y la sed” (La Musaranga colección Caballito Pinto Buenos Aires 2025); “El fulgor de Las Ovejas (Editorial Brumana Rosario 2024)”, “Chamacero Serial” (Editorial Brumana Rosario 2.022, reeditado por Santa Editorial de Neuquén en 2025); Don Hilario” (Ediciones la Musaranga, Buenos Aire 2022); “Circo” (Ediciones Silvestre, Rosario 2022); “ “La sirena de Chocón” (Trelew 2021); “En la ruina” (De la Grieta, San Martín de los Andes, 2020); “Vairoleto pechito libertario” (La Musaranga, Buenos Aires 2019); “Informe sobre aves y otras cosas que vuelan” (Bardos, Córdoba, 2022 y de la Grieta 2011), “La Ruina” (De la Grieta San mArtín de los Andes 2018)
“Naides es más que naides” espectáculo poético musical junto a Tata Cedrón (Buenos Aires, teatro Hasta Trilce Junio y noviembre 2025)
Integra antologías de poesía de Argentina, Italia, Chile, Alemania, Colombia, México.
El programa “Leer por leer” del Plan nacional de lectura de Argentina 2022.
La edición 2022 de “Las Abuelas cuentan”, por el derecho a la identidad de “Abuelas de plaza de mayo” y el portal Educar.