Generación Democrática, contra la inflación

En un documento de tono muy crítico, referentes del Partido Demócrata, el PRO y el PJ Federal, se manifestaron en contra de la inflación que ha generado el kirchnerismo. También proponen medidas para combatirla.
Dirigentes políticos de la generación intermedia de distintos partidos provinciales, PRO y Peronismo Federal, nucleados en la agrupación Generación Democrática, consideraron que “la inflación es una errada decisión política que ha tomado este gobierno, pensando que puede ser una herramienta útil para generar más actividad económica y más ingresos fiscales”.
Por ese motivo presentaron un documento en el que proponen medidas concretas que consideran necesarias para frenar la inflación, que, según señalan,  perjudica a los sectores más necesitados de la sociedad: los jubilados y los asalariados. “Se sabe que más temprano que tarde, los efectos nocivos de la inflación provocada por el gobierno, causan estragos. Este daño se produce principalmente entre las personas más necesitadas, que ven cómo los precios de los bienes que necesitan para vivir suben sin parar”, indicaron los autores.
Generación Democrática se presentó en la Ciudad de Buenos Aires el 2 de julio de 2012 y entre sus principales referentes se encuentran los diputados Nacionales por el PRO Julián Obiglio y Jorge Triaca, el legislador de la Ciudad de Buenos Aires por el mismo partido; Rogelio Frigerio; por el Peronismo Federal: los diputados de la provincia de Buenos Aires Gonzalo Atanasof y Gustavo Ferri, la diputada Nacional Natalia Gambaro, el intendente de la localidad de Juana Koslay en San Luis, Andrés Vallone y Mariano Caucino, director de Relaciones Internacionales de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, y referente del peronismo porteño. Por parte de los Demócratas Mendocinos, el senador Carlos Aguinaga, el concejal Guillermo Mosso y el diputado Nacional Omar De Marchi. Ellos, entre muchos otros dirigentes, legisladores y concejales de todo el país.
Al respecto Obiglio señaló que: “El Gobierno de Kirchner nos ha convertido en un país sin estabilidad económica y con alta inflación, donde cualquier inversión es una aventura de alto riesgo. Para recuperar la confianza perdida la Argentina debe aplicar las medidas económicas que funcionan en el resto del mundo. El kirchnerismo es irresponsable y ha fracasado, por lo que debe comenzar a escuchar las soluciones que proponemos los opositores que queremos evitar que el país se empobrezca una vez más”.
El documento expresa que “la Argentina debería haber aprendido lo que significa la inflación y la hiperinflación, pues han sido vividas en carne propia. La inflación es la resultante de algún tipo de indisciplina (monetaria, cambiaria o fiscal). Sin embargo, hay gobernantes que quieren seguir experimentando, y utilizan a los ciudadanos como “conejillos de indias”, para sus pruebas de ensayo y error”.
Entre las principales medidas que proponen para frenar la inflación se desprende la siguiente síntesis:
1)  Dejar de emitir dinero sin respaldo pues el Banco Central ha aumentado la cantidad de billetes cerca de un 40% durante el 2012, con evidencias de crecimiento económico muy bajo.
2) Reducir el nivel de gasto del gobierno para no tener que emitir dinero para solventar el déficit fiscal.
3) Atraer inversiones directas al país, generando confianza que impulse la producción y el empleo privado.
4) Abrirnos al mundo y al comercio exterior, pues cerrar nuestras fronteras comerciales limita la competencia y los precios se encarecen para el consumidor;.
5) El Banco Central de la República Argentina debe volver a ser autónomo, y garante de cuidar el valor de la moneda y la soberanía del país.
6) Generar acuerdo con los sectores de la producción y el trabajo, con aumentos salariales mirando la inflación futura y no la pasada.
7) Respetar el federalismo, con reglas claras que permitan a los gobiernos subnacionales tener un horizonte previsible de ingresos fiscales.
8) Volver a contar con instituciones que midan la inflación y otros índices. En el INDEC se debe despedir a quienes destruyeron el organismo y volver a contratar a las personas que cumplían tareas antes de la intervención “estalinista”.