En declaraciones periodísticas sobre la sesión del 7 de noviembre en la Legislatura de la Ciudad un señor Enrique Viale (conocido por su alias de "el Quique") presume que mi voto en relación a determinados proyectos se debió a un intercambio de favores con el Pro.
Ignora (o finge ignorar) que en el proyecto para la venta de 40 inmuebles de la Ciudad la Coalición Cívica (Sánchez, Ferraro y Sánchez Andía), el Bloque Proyecto Sur (Bergel, Camps, Gonzáles Gass y yo), votamos en forma igual: el 100 por ciento en contra del mismo proyecto del Pro. Respecto de la demolición del velódromo y autorización a instalar en el lugar oficinas transitorias para las olimpiadas, votamos todos a favor (junto con el Pro y el resto de los Bloques); respecto del proyecto "Higiene Urbana", Camps, Gonzáles Gass, Sánchez, Ferraro, Campos, Presman y yo coincidimos en votar a favor en 37 de sus 41 artículos, con la abstención de Sánchez Andía y el voto en contra de Pablo Bergel en los 4 restantes, lo cual implica que el 77.7 por ciento de los legisladores "UNEN" votó a favor de algo más del 90 por cineto de la ley, y en el proyecto de bares en las plazas el 62,5 por ciento de los diputados que se reverencian con UNEN, votaron a favor de la misma.
Estas referencias cuantitativas no podrían agotar la discusión cualitativa de esos proyectos, esas cifras ponen en evidencia que NO hubo un apoyo total de algunos legisladores a los proyectos del Pro ni una oposición total de otros legisladores a esos proyectos.
Por esa razón, es apresurado, injusto o de mala fe, el presumir que algunas coincidencias con proyectos del oficialismo ponen en evidencia la "falta de principios" mientras que otras coincidencias expresan "la defensa de los principios". Todos los legisladores de la oposición en algún momento de las votaciones coincidimos en algo de esos proyectos, por considerarlos buenos para la Ciudad, y todos -también- en algún momento, votamos en contra de otros o de otras partes de los mismos cuando pensamos lo contrario.
Comparto con el Sr. "Quique" la condición de que ambos hemos aspirado a una banca de diputado nacional en las últimas elecciones, y a ambos el voto de la ciudadanía nos dejó afuera. La diferencia radica en que participé y participo en la construcción de una propuesta político-electoral (UNEN) a la cual la ciudadanía respaldó colocando cinco de sus candidatos en el Congreso Nacional, mientras que el Sr. Quique participó en una propuesta política que la ciudadanía marginó al lugar de los porcentajes electorales inexpresivos.
No obstante, se erige en una vestal de la República sin votos y descalifica sin fundamentos. Su actitud de ver mala fe o negocio espurio donde no lo hay me hace recordar la máxima que, con insistencia, repetían mis tías: "El ladrón siempre piensa que todos son de su condición."