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Roberto  Goijman

Por Roberto Goijman

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Nació en la ciudad de Buenos Aires en 1953. A los 21 años aparece en las listas de la “Triple A” y pasa a la clandestinidad. Se exilia en 1976 perseguido por la Dictadura Militar.
Organizador de Encuentros literarios, difusor de la Poesía Patagónica. En 1997fue destacado por la provincia del Chubut por enriquecer a las Letras Chubutenses. Director de Ediciones Patagonia.

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La difícil comprensión de la historia


28.07.2014 08:03 |  Goijman Roberto  | 

Radio Nacional, funciona ahí sobre la calle Maipú 555, en el mismo antiguo edificio que muchos años atrás estaba radio El mundo, allí mi padre solía llevarme los domingos a ver la “Revista dislocada”, y donde el “Glostora tango club” deleitaba a la audiencia. Época en que las radionovelas formaban parte de la vida cotidiana. Nuestras madres pegaban el oído a la radio a válvulas y todo se movilizaba con las voces y ruidos de sus actores, como en ese melancólico “Son cosas de esta vida” de Raúl Rossi.
Entrar a su auditorio el jueves pasado, significo retrotraerme a esos años, es que muy poco ha cambiado, quizás el escenario, las luces… pero de conjunto todo sigue igual. Allí estuvieron algunos de los mayores músicos patagónicos: Eduardo Paillacán y La Chuza (Chubut), junto al Gato Ossés (Santa Cruz. Por momentos, como bien le comente a Horacio Contreras, voz y músico de La Chuza, un escalofrió corrió por mi cuerpo; y juntos recorrimos el tiempo y se hizo carne en nosotros aquellos años de fines de los ´90 cuando tratábamos de insertar la poesía y la música patagónica, en esta Buenos Aires tan hostil, y que de la mano de la revista literaria “Patagonia/ Poesía”, intentábamos difundir. Por ella pasaron poetas, músicos y escritores de toda índole y que ya no están, como: Bustriazo Ortiz, Nira Etchenique, Elvio Romero, Gianni Siccardi, León Rozitchner, David Viñas. Entonces Oscar Juncos, cantaba: Adonde van los recuerdos/ cuando me quedo dormido/ se prenden en mi guitarra/ tal vez buscándote amigo. Si hasta el Gato Ossés, por Buenos Aires, y desde la Plaza de los Dos congresos, escribía avisando, vi a “Patagonia” en los kioscos.
Participar del “Canto fundamento” era un orgullo, como ver y oír cantar al Celedonio, más conocido como Chele Díaz, en esa Patagonia tan temblorosa en sus fríos o vientos o caminos de ripio, donde músicos y poetas se trasladaban en largas y cansadoras rutas; hablábamos de un tiempo donde internet todavía no formaba parte de las costumbres y culturas de los hombres. Allí conocí, entre otros, a Julio Domínguez (el Bardino) y al Chiquito Díaz, de la Pampa.
Los músicos cantan la historia de los pueblos, los poetas la cuentan. Bebe (Adolfo) Ponti, en su reciente libro “Historia la chacarera” cuenta la otra historia. De ahí que quise conocer el encanto de la XII Marcha de los bombos, en Santiago del Estero. Músicos, poetas, bailarines y pueblo todo, festejan en las calles céntricas la gratitud del bombo. En un mes de fiestas, de aniversarios, y… estar en su XIII Encuentro latinoamericano de poetas y escritores, significo oír las voces de esos poetas que cantan y recitan por todo ese interior y que uno no conoce. Es el país de Luis Franco, Armando Tejada Gómez, Hamlet Lima Quintana. En esas maratónicas jornadas, organizadas por Ada Beatriz Medina, pude reencontrarme después de dieciséis años con un periodista, él mismo que en el año ´96 difundía mi poesía en los medios trelewenses; como al poeta, editor y difusor de las letras chilenas, Arturo Volantines Reinoso, que desde aquella hermosa Valdivia junto al recordado Dinko Pavlov, no nos veíamos.
Y mientras ese sábado de mediodía, el Peteco Carabajal cantaba entre su gente, como uno más, sobre Gaza llovía la muerte y la destrucción. Quien mato a quién, quien fue primero Caín o Abel? Y esto viene a colación de que el 82 % de los palestinos musulmanes, como el 70 % de los judíos que viven en Israel, pertenecen al mismo grupo de cromosomas, o sea, la misma historia de sangre; rompimiento que se da a partir del siglo VII donde comienza la conversión forzada. Dos pueblos semitas, que conocen la persecución y la diáspora. El judaísmo, perseguido por las culturas de occidente. Los palestinos, perseguidos por las monarquías árabes.
Y en el mismo año de la Revolución Rusa, la de Lenin y Trotski, la que adhirió en forma activa el Partido Socialista Judío, caída el Imperio Otomano. El gran imperio turco que regía la Gran Siria Otomana desde el siglo XVI.
Fuerzas británicas pasan a ocupar lo que posteriormente se va a conocer como: Palestina-Transjordania, británicas. Siria-Líbano, francesas. Durante y después de la primera guerra mundial, Gran Bretaña hizo compromisos contradictorios, cambiantes, en cuanto a división y gobernabilidad de la región: correspondencia McMahon-Hussein (1915/16); declaración Balfour de 1917; el acuerdo emir Feisal-Weizmann (1919); pero desde mucho antes, estaba firmado en secreto, el acuerdo Sykes-Picot (1916) que dividía la región entre franceses e ingleses. De ahí en más devienen los graves problemas actuales. En todo conflicto hay una madre, y aquí se llama: Colonia inglesa y francesa. La escalada de violencia comienza en abril de 1920, cuando seis judíos son asesinados. En 1921, otros veintiuno en Abu Kabir; y en los progrom de 1929, un total de ciento treinta tres. En Kiryat Shmuel, en el año 1938, matan a diecinueve judíos en Tiberíades, once de los cuales eran niños. Durante la matanza, árabes armados prenden fuego a las casas y a la sinagoga. En una de las casas, muere una madre junto a sus cinco hijos. Posteriormente, en los levantamientos populares de Palestina en el año 1937, queda la fría cifra de 5562 muertos: 5000 árabes, 300 judíos y 262 británicos. Hablamos de 10 años antes del estallido entre las comunidades árabes y judías, bajo mandato imperial británico.
Los judíos nunca simpatizaron con los ingleses; los palestinos, tampoco. Sólo que después de su retirada el imperio ingles dejo su huevo de serpiente. Ni palestinos, ni judíos pudieron encontrar su solución.
El judaísmo, ha girado en su conjunto hacia un sionismo fundamentalista, el 2 % de los años ´60 se convirtió hoy en mayoría. Por el lado de los pueblos árabes, el fundamentalismo musulmán ha generado guerras que han costado cientos de miles de muertos. Esta realidad no tiene nada que ver con la OLP de Arafat, o las viejas aspiraciones sociales israelíes. Las manos de los EE.UU están manchadas de sangre, fue alentador de esas corrientes para destruir a la entonces URRS. El mundo gira en base al capital de los grandes imperios, así se distribuyen el petróleo del desierto arábigo.
El lazo histórico roto entre palestinos y judíos, tiene un responsable: Imperio Ingles. Las monarquías árabes, como todos los países que participaron en la guerra fría, sacaron su tajada. Sólo que un cuasi mismo pueblo de sangre sigue desangrando su historia, corren el riesgo de que ambos se aniquilen mutualmente.
Los bombos santiagueños recuerdan la alegría y el canto desde la pobreza de su tierra, la misma que desde el árbol del olivo genero la incomprensión occidental en medio oriente: Te doy la tierra, no el árbol que es mío. La España de la conquista no sólo no comprendió las culturas americanas, las domino bajo el poder de la espada y la religiosidad. Su genocidio nunca fue reparado, el gran robo de oro y plata, nunca fue saldado. El reino de la cultura de las persecuciones, y de las conversiones generadas, habla de más de quinientos apellidos sefaradíes. Del significado de una época, la misma donde se alejaron sanguinamente dos pueblos.


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