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Poemas de Fabio Rivas Rivera (San Salvador- Buenos Aires)


Poemas de Fabio Rivas Rivera (San Salvador- Buenos Aires)

04.11.2014 12:30 |  de ... Poemas  | 

Fabio Rivas Rivera (la bestia) amante de las causas perdidas, ajedrecista de las relaciones y fanático de la comedia. Animal nocturno por naturaleza, vago por decisión. Afirma que escribe poesía porque no entiendo nada y porque no funciona en el mundo. También asegura que no solo inventó un país, sino que además nació en él y que con el tiempo, lo expulsaron. Cuando sea grande quiere ser como Clint Eastwood, viajar a Republica Checa y superar su fobia a las ratas y a la inflación.

a Alina


¿Vale la pena escribir estos poemas?
Estos romanticones que le gustan a la gente
¿O acaso los poemas nos escriben a nosotros?
No, vos vas más allá de esta basura
Y yo no puedo evitar pensar que esta fue una tremenda noche
A excepción de ese quiosquero
Que después de venderte los chicles dijo que te iba a coger
¿Ya te aclaré que me encantó que regresaras?
Que le dijeras que era un hijo de puta y que lo ibas a denunciar
Pobre, tenía la cara de algunos yanquis en Vietnam
O de un niño el primer día de clases

Además pienso en el vino
Y en lo idiotas que fuimos sobre tu bicicleta
Bajando por esas largas avenidas de San Telmo
Mientras yo intentaba abrazarte
Sin conseguirlo por el miedo de estrellarnos y hacernos mermelada
Toda la gente mirándonos como estrellas fugaces
Y vos preguntando que si poníamos las lucecitas
Si eran necesarias para no morir

También pienso en aquel poema de mierda
Que te escribí borracho en el restaurante hindú
Pero es que nena, no soy una máquina expendedora de poemas
Es más, a veces pienso que soy todo lo contrario
Aunque no sepa qué carajos es
“Todo lo contrario”

Pienso en el sapito de juguete que le diste a ese niño
«No tengo dinero, tengo algo mejor» decías
Antes de ponerte esos anteojos de colores
Que te hacían ver más torpe
Pero genuinamente más hermosa

Pienso en nosotros leyendo poesía
Para toda la gente muerta de la plaza
El café, la estética
Y tu pelo rojo al otro de la mesa
Esperándome como un puerto en llamas

Y nuevamente digo que soy un imbécil
Cómo no pude haberme dado cuenta
Que vos también te habías suicidado
Que vos también odiabas el mundo
Pero al igual que yo
Tenías tu forma de amar las cosas:
Con rabia
Con locura
Con desesperación

Ahhh y tu habitación repleta de ropa y libros
Y tu cama de una plaza
Con tus piernas largas abrazando las mías
Mientras las dos grietas del techo se volvían un espejo
Y nos hacíamos vapor volando hasta el espacio
La eterna conversación de 200 horas
Con disparos y nirvanas incluidos
Chistes malos
Miradas tristes que se encuentran
Caricias, muecas, ademanes

Pero ahora vuelvo a casa
Y el colectivo va de frente al sol
Me irrita los ojos mientras recuerdo
Que nos despedimos como dos suicidas resacosos
O intentos de poetas
Tan centroamericanamente incorrectos
Tan callados, tan animales
Y veo a la gente yendo al trabajo
Los autos vomitados por las calles
Las bocas del subte abiertas
Como en una eterna operación dental
Y a todo el mundo queriendo salir, entrar, vender, llegar temprano
Pero vos no estás aquí, vos ya estás dormida
Mientras dos gordos extranjeros babean por la ventana de un taxi
Y uno me observa mientras dice: ¡Papá mirà, un Salvadoreño!
«Hijo, ya te he dicho que los Salvadoreños no existen
Debe ser colombiano, panameño o algo por el estilo»

¡Pero vos sabès que soy real!
Aunque venga de un país que no tenga tanta droga
Lavado de dinero o buen fútbol
Vos sabès que existo ¿no?
Que mi dolor es verdadero
Que mis manos deslizándose en tus piernas
Que mis ojos incendiando tu cara
Que toda la película que filmamos anoche
Y las cosas que dijimos
Y dejamos de decir
Son ciertas
Aunque desaparezcan hoy
Fuimos reales

Por eso es que llego a mi cama
Y no consigo pegar los ojos
Pensando en que ojala
Vos también estés insomne
Porque sí, soy un egoísta
Hay cosas que no se pueden sentir solo

Y aunque no te vuelva a ver
O no volvamos tambalearnos juntos por las cuerdas de la muerte
Ni a jugar ajedrez por tantas horas o a pensar que una cámara nos está filmando
Mañana que me despierte con sed por la resaca de tu nombre
Voy a marcarte, a decirte que tenemos que hacerlo de nuevo:

Una noche más de poesía para ratas
De lluvia de veneno sobre el campo de las flores
De nosotros cayendo sobre una bicicleta
Borrachos e inconscientes del filo
De esta sucia y brillante realidad.





La lechuza, la almohada y las ovejas


Por las noches me obliga la lechuza a operar animales
A tallar tableros y piezas de ajedrez, a incendiar documentos
A derretir espejos, ventanas, culos y diamantes
A lamer la porquería de las flores para volverlas a manchar
Ya en el día me deja desplomarme sobre cualquier cama
Pensando en cómo las ovejas saltan, cómo las ovejas saltan, cómo las

Y a veces duermo abrazado a una almohada con boca
Que me susurra cosas terribles al oído y me llena de espuma la cara
Cuando despierto le pido que se calle, que no me intente seducir, que no lo ofrezca
Pero ella no escucha, no puede, sus oídos solo son manchas de café
Ojalá no estuviera muerta y encontrara un trabajo y ayudara con la renta
Ojala no cambiara en esa nueva realidad
Ojala fuera la misma, suave amante de mi cabeza, sin celos ni tabús

Le diría que es lindo morir con ella cuando sale el sol
Hablaríamos de las mujeres que abrazamos en la cama
Recordando con placer el perfume de su cabellos
O teorizando sobre la textura de su piel
Le diría que sí duermo tranquilo es por ella
Y porque creo que las ovejas también piensan en mí
Sé que a veces no las dejo disfrutar el filete del plato
El museo o el viaje en avión

¿Pero qué sueñan las ovejas? si es que sueñan algo
¿Sueñan conmigo saltando un alambre de púas para ver a sus nietas?
¿Con un tipo abriéndoles el auto? ¿O con un terrorista detonando el autobús?
¿Existen las ovejas? ¿Quiénes son? ¿Somos nosotros?
Que alguna vez también comimos filete y volamos alto, muy alto
No, no puede ser, nosotros tenemos pequeñas almohadas
Y billeteras cansadas, vacías, sin esperanza de algo mejor

¿Pero entonces? ¿Existen las ovejas? ¿Su salto es verdadero?
¿Hay una oveja principal? ¿Principal de qué?
Supongo que por eso la lechuza me mantiene ocupado
Para que no pregunte tantas idioteces
Aunque pensándolo mejor
También ella debería conseguirse un trabajo
Ayudar con la renta y comprarle otro vestido a la almohada

Ojala la lechuza no estuviera muerta
Le diría que me encantan sus ojos
Y me fascina la manera en que no abre la boca
Le diría que la amo
Por no dejarme dormir
Pero que la odio
Por estar muerta.


A veces quisiera agarrarte la cara y mientras abrís los ojos y apretás los labios preguntarte:
¿Qué es el amor? ¿Qué mierda es el amor? ¿Es esto? ¿Somos nosotros?
Y que con pocos movimientos contestaras cosas sin sentido
Balbucearas, rieras y empezaras a gritar
Hasta entonces podríamos quemarnos, desesperados e inconformes
Pero no, el amor tampoco estaría esa noche
Y al día siguiente lo volvería a preguntar:
¿Qué diablos es el amor? ¿Existe el amor? ¿Somos nosotros?
Entonces vos con la misma ropa puesta y los ojos entrecerrados dirías:
Hay que ir por una taza de café, no hemos dormido y ya son las 2 de la tarde
¡Y sabés que a esa hora solo compraría café por vos!
Y tal vez por mi madre o por Allen Ginsberg
Aunque en el fondo todo sea por nosotros
Porque alguien debe decirlo: los que no se masturban no entienden nada
Los que al menos una vez en la vida no dicen: “Hoy no voy al trabajo”
Cuánta felicidad puede haber en eso de defraudarse, de faltar a nuestras propias promesas
O de al menos llegar legañosos, despeinados ¡y tarde!

Pero entonces ¿qué es el amor?
¿Sos vos soltando tus zapatos?
¿Mi ex novia orinándome la cama?
¿Los amigos que me traen pastas heladas cuando tengo hambre?
Que me llaman y me preguntan quinientas veces si estoy triste
Que me piden que no me suicide, que me prestan dinero
Que no me dejan solo en el mal viaje
¿Mi madre preocupada por mi vida sexual?
¿Mi padre yendo al colegio a defenderme?
Señor, su hijo es insoportable, le decían, no puede concentrarse
¡Y no es capaz si quiera de hacer un informe!
Y su mirada triste saliendo por la puerta, subiendo al auto
Y yo viajando a su lado escuchando jazz
Mientras me pedía que lo hiciera, que lo intentara, que no me dejara perder
Pero ya han pasado los años y es tarde, ahora estoy perdido
Veo los calcetines sucios apilados en el cuarto
Y a vos bajando por las escaleras
Mientras pienso que el amor es como un agujero
Pero que podríamos hacer una argolla para estar de los dos lados
Las tuyas son como de pirata, dijiste ¿te acordás?

Y ya lo sé, estoy pensando demasiado
Si al final terminaremos en camas separadas
Vos a abrazada a un hombre más estable
Y yo abrazado a una mujer más loca, una que hable cuando esté dormida
Que confiese que me quiere asesinar, comerse mis sueños ¡y mi juventud!
Mientras en la ventana de su cuarto verás correr a los caballos
Que se derriten y pierden la rabia
Escucharás como se funden sus sueños, como se apagan
Abrazarás una almohada que huela bien y a un hombre que valga la pena
Estarás tranquila, sabrás qué es el amor y yo sabré qué es el amor
Mi viejo, sentado conmigo a la tarde
Viéndome temblar y pudrirme de la risa, sabrá qué es el amor
Mi madre y mi hermana a la distancia
Mis amigos, la gente que no se masturba, los que sueñan
Todos, en algún momento lo sabrán y estarán confiados

Entonces desearé volver a tomar tu cara y hacerte una nueva pregunta:
¿Cómo hacemos para amar?
Y vos pensarás en una respuesta ingeniosa o simplemente no dirás nada
Dudarás por un instante y te mantendrás desnuda
Sabiendo lo mismo que yo
Entendiendo que somos como jaulas
Que se quieren incendiar y transmitir la experiencia
Del encierro, del vacío, de inodoros y camas
De lo inmóvil, de esa ventana que recorta el paisaje
De las palomas que piden pan en ciertas épocas del año
De las cucarachas que nos hacen compañía, de las ratas y el alcohol
De todo lo que puede entrar, salir o quedarse atrapado…

Entonces mis padres sabrán cómo se ama
Mis amigos, los que se masturban, los que sueñan
Las cucarachas, las ventanas y sus pájaros
Yo comprando un café a las 2 de la tarde
Luchando con vos por seguir vivos
Sabremos del amor y tantas otras cosas

Y al final, haremos todo lo contrario.


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