Naciones Unidas aprobó por unanimidad la resolución patrocinada por Argentina, Francia y Marruecos, exhortando a los Estados que aún no lo hay hecho a firmar y ratificar la Convención Internacional sobre la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.
En su discurso, la representante permanente de la Argentina ante Naciones Unidas, María Cristina Perceval, destacó que la Convención no sólo es un instrumento jurídico hacia el pasado, sino también una herramienta jurídica para combatir “una dolorosa realidad del presente”.
“Nadie debe permanecer detenido en forma secreta,” dijo Perceval a continuación, y remarcó también que la Convención “recuerda que es obligación del Estado dar la información indispensable en todos los casos a fin de asegurar la legitimidad de la detención y la posibilidad del acceso inmediato al sistema judicial.”
La resolución aprobada convoca específicamente a firmar y ratificar la Convención a aquellos Estados que aún no lo hayan hecho, para ampliar así el peso político de la misma y su base de legitimidad.
La “Convención Contra las Desapariciones Forzadas” fue promovida por la Argentina y Francia y aprobada por las Naciones Unidas en el 2006, en una ceremonia realizada en París de la que participó la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, junto a representantes de organismos de derechos humanos de la Argentina.
Patrocinada por 103 países, la Convención ya ha sido firmada por 93 países y ratificada por 41. En la reunión , la resolución fue aprobada por unanimidad.
En su discurso de Perceval describió a la Convención como “el primer instrumento jurídico vinculante de carácter universal enteramente dedicado a las desapariciones forzadas”.
De naturaleza “cautelar y protectora,” la Convención específica que “la práctica sistemática o generalizada de la desaparición forzada puede constituir un crimen de lesa humanidad; reafirma la obligación de los Estados de investigar y sancionar a quienes resulten responsables; y reconoce el derecho de las víctimas a memoria, verdad, justicia y reparación.”
La embajadora rescató en su discurso a dos protagonistas destacados del impulso de esta Convención, el jurista francés Louis Joinet, y la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, de la Argentina, Marta Vázquez.
Perceval terminó su exposición recordando las palabras del escritor argentino Julio Cortázar, quien hace 32 años dijo: “hay que seguir considerando como vivos a los que acaso ya no lo están pero que tenemos la obligación de reclamar, uno por uno, hasta que la respuesta muestre finalmente la verdad que se pretende escamotear”.