Frente Progresista Popular.
La democracia conseguida hace 30 años es una construcción de todos y todas los argentinos. Mucho hubo que luchar para conseguirla y también para mantenerla. Las luchas docentes y de los trabajadores ferroviarios fueron hitos, como así también frenar el intento de la rémora dictatorial de los alzamientos militares.
La resistencia a las recetas neoliberales aplicadas en la década ´90 que tuvo como eje la lucha en defensa de las empresas nacionales entrando a la última década donde, en parte, se consiguieron logros importantes en el tema de derechos humanos y el respeto por las minorías. Prueba de ellos son: casamiento igualitario, la ley de medios audiovisuales, la asignación universal por hijo, la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final, la derogación de los indultos y el procesamiento de los responsables del genocidio, entre otros.
Es indudable que en el año 2003 empieza un cambio profundo de orientación en la política argentina. En muy breve reseña, es evidente el contraste con los ejemplos precedentes. En el año 2005 el gobierno de Néstor Kirchner impulsa y logra la derogación definitiva del Patronato de Menores, con la sanción de la Ley de Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, la 26.061, desterrando para siempre las judicializaciones arbitrarias y la institucionalización de la infancia y la adolescencia por motivos de pobreza.
Poco tiempo después, la nueva Ley Nacional de Educación, en el año 2006, deroga la tan cuestionada Ley Federal, poniendo en pie junto a otras normas y acciones de gobierno la educación técnica, artística, la formación docente, el financiamiento educativo. Y se toman fuertes decisiones destinadas a recuperar la capacidad productiva del país, el fortalecimiento del mercado interno, la quita de la deuda externa. En el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, y enfrentando la crisis internacional que destruye a la vieja Europa, las medidas de control cambiario están sin duda destinadas a evitar que la fuga de divisas se convierta en aquella trampa siniestra que destruyo nuestro sistema financiero en el 2001.
Tenemos memoria, hemos sido y somos protagonistas activos de esta nuestra historia. Valoramos este recorrido político y social, porque recuperamos derechos y seguimos en el camino de la construcción de una sociedad con mayores niveles de igualdad, sin pobreza ni violencias, decimos que estos últimos 10 años han sido y son, una década ganada.
Porque no queremos retroceder, porque necesitamos cuidar la democracia, garantizar lo conquistado superando las desigualdades y avanzar en esa sociedad igualitaria y autónoma que soñaron nuestros héroes y heroínas latinoamericanos. Apostamos a profundizar esta construcción nacional, popular, democrática y participativa que hoy gobierna nuestro país, en hermandad con la UNASUR y los pueblos en lucha por los mismos ideales.