Jorge Taiana en el Acto Homenaje a Hugo Chávez

En su exposición expresó: “Hugo Chávez puso a la Patria Grande en el centro del debate. Yo lo recuerdo con alegría, era una fuerza de la naturaleza, no solo un dirigente político. Tenía una capacidad de transmitir fuerza y vitalidad. Nunca se cansaba, no terminaba nunca. No se cansaba de dialogar y de preguntar sobre la realidad de los pueblos, las posibilidades de transformación, sobre las experiencias históricas.

Se alimentaba de la energía de la gente. Es difícil pensar que un hombre así se repita con facilidad. A partir de 2003, me toco ser testigo de una relación maravillosa entre Chávez y Néstor.

No era automático pensar que dos personalidades tan distintas se iban a llevar tan bien. Pero en realidad eran distintos en apariencia porque tenían una misma pasión por la justicia social, una pasión por la independencia, por la soberanía y una gran pasión por la integración.

En esto no solo se entendieron muy rápidamente sino que luego fueron los artífices del NO AL ALCA. Chávez impulsaba la necesidad de la integración regional. Tenía una capacidad extraordinaria para hablarle a las enormes masas desposeídas de nuestra América. Quizás el legado más importante que nos dejó es ese despertar, ese renacer de la Patria Grande. Llegaba al pueblo y transformaba su conciencia.

Cuando dijimos NO AL ALCA, lo hicimos porque sabíamos que no le convenía a nuestros pueblos y no lo íbamos a dejar pasar. Protegimos la dignidad de la Patria Grande. Dijimos que NO porque solo le convenía a los poderosos. Ahí cambiamos el rumbo porque no había ninguna posibilidad de integración y de soberanía si nos subordinábamos al poderoso de la región que tiene otros intereses que nosotros.

Ese NO AL ALCA sentó las bases de algo que era embrionario y que después se concretó en UNASUR y en CELAC. Chávez tenía una enorme confianza en los pueblos y en el triunfo final de la causa del pueblo. Yo destaco su enorme sensibilidad ante la injusticia, que es lo que lo define como un revolucionario. Estaba pensando permanentemente en los hermanos que aún sufren la pobreza, la exclusión y la miseria y eso le dolía mucho.

También creía en la voluntad de independencia del pueblo. Pensaba cómo construir la autonomía política para nuestros países y al mismo tiempo construir la integración de nuestros hermanos latinoamericanos. Ese esquema lo tenía perfectamente incorporado. Por último, creo que el mayor legado que nos dejó Chávez fue que no hay posibilidad alguna de profundizar y consolidar nuestros procesos de cambio y avanzar hacia sociedades más igualitarias sin integración. Es una necesidad imperiosa para la libertad. No son tiempos sencillos para los pueblos, son tiempos para actuar, reclamar derechos, consolidar conquistas y para avanzar en la integración".