Con la presencia del director del organismo, Matías Molle, durante los días 15 y 16 de febrero se instalaron puestos informativos en la “Plaza de Familia” para promocionar la política de desarme y darle visibilidad a la política de destrucción de armas que lleva adelante el Estado desde el año 2007.
Además, chicos de todas las edades canjearon juguetes bélicos a cambio de otros que fomentan la paz y la solidaridad, y se realizaron estampados en remeras con frases e imágenes que desalienten el uso de armas.
Molle afirmó dijo que la campaña “forma parte del trabajo integral que llevamos adelante: mejores controles al mercado de armas, más puestos de recolección de armas por el programa de desarme pero también actividades de concientización y sensibilización sobre el peligro que conlleva el uso de armas de fuego. Todo esto tiene como objetivo construir comunidades más seguras, porque una ciudad sin armas es definitivamente una ciudad más segura”.
La política de recolección y destrucción tiene como objetivo la eliminación total del arma de fuego y la imposibilidad de que la misma vuelva al circuito y pueda ser utilizada ante situaciones conflictivas y violentas. En octubre de 2013, el Programa de Desarme argentino fue premiado como mejor "Política del Futuro 2013", por la Oficina de Asuntos de Desarme del organismo (UNODA), el Consejo Mundial del Futuro y la Unión Interparlamentaria.