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Asperger: el trastorno de los chicos "raros" que pueden dejar de serlo

20.02.2014 04:34 |  Noticias DiaxDia  | 

Es uno de los trastornos del espectro autista. Tienen una inteligencia normal y una memoria sorprendente, pero son solitarios y tímidos. Qué pueden hacer los padres para que tengan un desarrollo pleno. Recomendaciones del ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.
Hoy se estima que uno de cada 100 chicos padece algún trastorno del espectro autista. Y de todas las variantes que existen, un tercio corresponde a la enfermedad de Asperger, cuyo día mundial se celebra el 18 de este mes.
Por eso, los referentes del Programa de Autismo, a cargo del ministerio de Salud de la Provincia , hicieron un llamado a padres y profesionales de la salud, para que realicen una consulta con un especialista en caso de detectar señales de esta condición en un niño o niña.
“Se trata de un problema de base neurobiológica con el que se nace y que se va desenvolviendo a medida que la persona crece. Se encuadra dentro del espectro autista y requiere un abordaje interdisciplinario lo que ayuda a ese nene a desarrollarse en forma plena”, explicó Daniela Ávila, coordinadora del programa.
Los especialistas estiman que afecta a entre el 2 y el 5 por mil de la población, y se manifiesta más en varones que en mujeres. Santiago es uno de ellos: tiene ocho años y, pese a que no le gusta jugar al fútbol, es capaz de enumerar, sin equivocarse, los nombres de todos los jugadores de primera división. Dueño de una memoria envidiable, como todos los chicos con enfermedad de Asperger, reconoce a qué equipo corresponde cada camiseta.
“Son chicos con inteligencia normal, pero tienen dificultades para relacionarse, sobre todo con sus pares”, explicó la neuróloga Nora Grañana, quien participó como capacitadota del programa provincial de autismo.
Los problemas de comunicación, las conductas obsesivas y las dificultades para interactuar, son las características salientes de estos nenes. Y, por lo general, son los papás los primeros en notarlas y consultar. “Cuando la consulta se produce a muy temprana edad es mejor, porque es posible abordarlos con terapias cognitivas conductuales muy efectivas que permiten que el chico se desarrolle plenamente”, agregó Grañana.
La capacitación a los docentes se vuelve una herramienta clave para contribuir a que los chicos que tienen síndrome de asperger estén más integrados al salón de clases y con sus compañeros. Por eso, el ministerio de Salud de la Provincia ya capacitó a 4 mil personas en detección temprana de Trastornos del Espectro Autista en cuatro jornadas realizadas durante 2013.
“El desafío es que salud, educación y padres trabajemos juntos para mejorar la calidad de vida y la inserción social de los chicos que padecen estos trastornos”, afirmó el ministro de Salud de la Provincia , Alejandro Collia, y destacó que “también es muy importante que los padres consulten toda vez que el niño evidencie problemas con la socialización, entre otros signos, porque la identificación temprana trae consigo un horizonte mucho más alentador tanto para el niño como para sus padres”.
MEJORES DIAGNÓSTICOS
En la actualidad, afortunadamente para los afectados, cada vez más psicólogos, neurólogos, pediatras y educadores son capaces de sospechar este trastorno y dar respuesta. “Hace pocos años estos nenes eran percibidos como los ‘raros’, y se solía creer que eran dueños de una extraña forma de ser y que no había chances de cambiar nada desde el punto de vista terapéutico”, explicó Grañana.
Hoy, en cambio, al existir más información y estudios sobre el tema, los padres consultan más. A partir de una serie de test que realiza generalmente un neurólogo, es posible diagnosticarlo con precisión y ayudar a ese niño o niña a vivir con una mejor calidad de vida.
Hay que tener en cuenta que, si bien la enfermedad fue descrita por primera vez por el austriaco Hans Asperger en 1906, recién se comenzaron a tener en cuenta sus apreciaciones y escritos a partir de la década de 1980. De este modo, muchas personas aún hoy conviven con la enfermedad sin diagnóstico, “lo que los expone a severos problemas en sus relaciones y desarrollo personal”, explicó la médica.
Normalmente, se los diagnostica entre los 6 y los 10 años, cuando cursan la primaria y, a partir de ahí, “es fundamental que la familia y el equipo de salud se comprometa para colaborar con su reeducación y su inserción social”, concluyó Grañana.
 
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