Vie 29.Nov.2024 16:34 hs.

Buenos Aires
T: 26.3°C  H: 33%

 | 

Iván Petrella- Lo que habló en la Legislatura sobre Venezuela

28.02.2014 05:37 |  Noticias DiaxDia  | 

 “ Me permito sugerir que para nosotros en este recinto, para la Argentina y para América Latina lo que está en juego hoy en Venezuela no es el apoyo o rechao

a un gobierno.

Lo que está en juego es mucho más grande, ya que tiene que ver no con simpatías pasajeras, sino con las bases mismas de nuestra identidad y la identidad latinoamericana: Comparto tres puntos o ideas. En primer lugar, se está jugando nuestra relación especial y privilegiada con el pueblo venezolano.
La estrecha relación entre ambos países no es cuestión reciente, es de larga data. Viene desde por lo menos la época de San Martin y Simón Bolívar, entre los dos liberaron nuestro continente. En los momentos más difíciles, los tiempos más urbulentos y sangrientos de nuestra patria, Venezuela siempre abrió sus puertas a exiliados argentinos.

Compartimos cuestiones estratégicas y el apoyo venezolano a nuestro reclamo por las Malvinas ha sido incondicional. Por estas y otras razones, por los lazos históricos que nos unen, por la amistad de nuestros países, por la generosidad con que venezolanos han refugiado a nuestros compatriotas en busca de un segundo hogar, es que no podemos hacer silencio o reducir la gravedad de lo que vive Venezuela a la simpatía o no con un gobierno.

En segundo lugar, en como respondemos a Venezuela está en juego nuestra comprensión de los derechos humanos: Me pregunto: ¿de que se habla cuando se habla de los derechos humanos hoy en américa latina y nuestro país? Los derechos humanos como valor universal, como un valor no negociable, es un consenso que temo se estaría rompiendo.

Es un consenso que a nosotros los argentinos en particular nos costó mucho construir, mucha sangre, mucho dolor. Pero no solo a nosotros, a toda la región: no fuimos los únicos en sufrir. Y a nivel regional y global la Argentina y América Latina fueron y son fundamentales en la construcción, consolidación y protección de los derechos humanos.  

La Convención Americana de Derechos Humanos del Pacto de San José es anterior a la Convención de las Naciones Unidas.

La Carta Democrática Interamericana fue aprobada por Iniciativa de Argentina y Perú.

Vale la pena recordar que el presidente de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA que visitó la Argentina en plena dictadura fue el gran jurista venezolano Andrés Aguilar. Hacer silencio ante la violación de los derechos humanos en Venezuela o cualquier país de la región no es otra cosa que traicionar un ingrediente fundamental de nuestra identidad como argentinos y como latinoamericanos.

Es traicionarnos a nosotros mismos, nuestra historia, y no ser quienes deberíamos aspirar a ser. En tercer lugar, en como respondemos a los hechos en Venezuela está en juego nuestra comprensión de la democracia.

La democracia: otra idea, otro valor, que a nosotros y a toda la región le costó mucho esfuerzo consolidar. ¿Son las elecciones libres y competitivas las únicas fuentes de toda legitimidad democrática?

No lo creo, yo no creo que sea así.

La idea de la democracia como un mero mecanismo para elegir gobernantes la esbozó de manera más concreta el economista y politólogo austriaco Joseph Schumpeter. Siempre me pareció una noción empobrecida de la democracia: importante obviamente, pero el denominador común mínimo.

La democracia no se agota en el momento electoral.

Se tiene que consolidar y profundizar a través de una “cultura democrática” que se tiene que encarnar en toda la sociedad pero en particular en el gobierno y entre gobernantes. La democracia es una forma de vida que se constituye por actitudes, morales, ideas, reglas, fundamentos: conductas. Por eso, un gobierno elegido democráticamente no puede reprimir o perseguir las opiniones de ciudadanos por el hecho de que esas opiniones sean disidentes.

Un gobierno elegido democráticamente no puede no respetar la libertad de prensa ni la libertad de asociación. Un gobierno elegido democráticamente no puede acusar a quienes piensan distinto de fascistas o vende patrias o cipayos, y encarcelarlos.

Un gobierno elegido democráticamente no puede permitir que bandas asesinen a quienes se manifiestan de manera pacífica. Todo esto viola los derechos humanos, viola una compresión más profunda de lo que implica la democracia: La democracia: el experimento de vida pluralista en conjunto.

Es un experimento frágil, ya que depende de nuestras conductas. Recordemos siempre que las instituciones democráticas son solo tan fuertes como la cultura sobre las cuales están construidas.

Sra Presidente, diputados: estas no son reflexiones abstractas. De cómo definimos nuestra relación con Venezuela, de cómo entendemos los derechos humanos y la democracia depende—en la instancia que nos toca—la vida y la muerte de nuestros hermanos venezolanos.

La Argentina, por su hermandad tradicional con Venezuela, su compromiso histórico con los derechos humanos y la democracia, y por su peso e influencia en la región, no puede permanecer callada, no puede permanecer al margen. Tiene que asumir un rol de liderazgo en pos de la paz y la conciliación. El rol de esta camera es persuadir al gobierno de hacer algo. Por eso cierro con una propuesta:

Mandar a Venezuela una misión con mandato claro y especifico y constituida por personas intachables de la región. Esto no implica “intervención en los asuntos internos” venezolanos en el sentido prohibido por las cartas de las Naciones Unidas y de la OEA. Por el contrario, sería una demostración adicional del grado de evolución positiva alcanzada por América Latina en integración y confianza mutua desde la recuperación de las democracias.”


COMENTARIOS
síganos en Facebook