Dom 17.Nov.2024 4:29 hs.

Buenos Aires
T: 18.4°C  H: 76%

 | 

Agua y energía factores claves para el desarrollo humano. Por Prof. Norberto Ovando

Uno de los grandes retos al que nos enfrentamos actualmente es compatibilizar nuestro crecimiento económico con la conservación de nuestro medio ambiente; fundamentalmente garantizando el uso sostenible del agua imprescindible para la producción de distintas fuentes de energía eléctrica
 

24.03.2014 10:12 |  Noticias DiaxDia  | 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el tema del Día Mundial del Agua que se celebrará el 22 de marzo 2014: “Agua y Energía”. La elección fue porque el agua y la energía están estrechamente interconectadas y son interdependientes, ya que la hidroeléctrica, nuclear y la térmica precisa de recursos hídricos. La ONU señala además, que el recurso agua se utiliza para la generación de energía geotérmica, que es una alternativa para la energía en los países con escasez de agua.
Historia
Agua y Energía Eléctrica Sociedad del Estado fue una empresa pública argentina encargada de la producción, distribución y comercialización de energía eléctrica, así como la evaluación y construcción de obras de ingeniería hidráulica. Fue creada el 14 de febrero de 1947 mediante el dictado del Decreto nº 3.967, durante el gobierno de Juan Domingo Perón adelantándose 67 años a esta propuesta de la ONU. Lamentablemente fue privatizada en 1992 como otras empresas del Estado.
Las funciones de la Empresa Agua y Energía Eléctrica (AyE) fueron así enunciadas en el proyecto de Ley: “Estudio, proyecto, construcción y administración de las obras para riego y defensa de los cursos de agua; de las obras para avenamiento y saneamiento de zonas inundables o insalubres; el estudio, proyecto, ejecución y explotación de centrales eléctricas, medios de transmisión, estaciones transformadoras y redes de distribución para la venta de energía eléctrica; compra y venta de energía eléctrica a terceros, sea para sus propias necesidades o a los efectos de su distribución como servicio público, dando la preferencia a los organismos de la Nación, provincias o municipios, a las cooperativas y sociedades de economía mixta integradas exclusivamente por el Estado y los usuarios”. Posteriormente se introdujeron pequeñas modificaciones al texto de la Ley y a las funciones anteriores confiadas a AyE se agregó el inventario y evaluación de los recursos de los ríos y otros cursos de agua, sus cuencas y demás fuentes de alimentación utilizables con fines de riego, bebida y aprovechamiento energético.
El Agua y la Energía
El agua y la energía son esenciales para la vida, para el crecimiento económico y para el progreso humano.
Desde el primer momento hay que tener en cuenta que el grado de desarrollo de un país determina su necesidad de acceso a las necesidades básicas (agua, alimento y energía eléctrica) y, en definitiva, la forma de abordar este problema. En cualquier caso, habrá que intentar que el desarrollo se planifique teniendo en cuenta los aspectos medioambientales, culturales y las necesidades de la sociedad.
El progreso económico viene acompañado de nuevos y mayores desafíos para equilibrar unos recursos limitados con unas demandas crecientes impulsadas entre otros factores por las necesidades de agua y energía para mantener y mejorar la seguridad alimentaria.
En algún punto de su proceso de desarrollo todos los países deben reconocer la imposibilidad de continuar y mantener el avance de sus economías sin hacer cambios radicales en la manera de gestionar los recursos disponibles con el fin de conservar los ecosistemas proveedores de agua y otros muchos servicios ambientales para las personas, para el funcionamiento de la economía y para el propio mantenimiento de los ecosistemas de los que dichos servicios dependen en última instancia.
El crecimiento económico exige movilizar el potencial de los ecosistemas para satisfacer las demandas insatisfechas y crecientes de agua y energía. Estos dos elementos son esenciales para la vida y para el funcionamiento de muchos procesos de producción y consumo en los que el agua y la energía intervienen como recursos productivos irremplazables.
El cambio climático, el crecimiento demográfico, la urbanización y el crecimiento del consumo de agua y energía siguen siendo las causas principales del deterioro de los ecosistemas.
Los problemas del agua y de la energía están interconectados de modo tal que, a pesar del éxito a corto plazo de algunas alternativas, las respuestas parciales están destinadas a fracasar en el largo plazo. Las soluciones no pueden consistir en seguir alternativas que resuelven los problemas de la energía aumentando la escasez de agua o que mejoran la seguridad hídrica agravando los problemas energéticos o, aún peor, pretendiendo resolver los dos problemas a expensas del medio ambiente.
El consumo total de energía ya es hoy seis veces superior al de 1950 (WWDR) y se espera un crecimiento de un 55% para el 2030 debido al efecto combinado del crecimiento de la población y la mejora de los estándares de vida.
La presión sobre los recursos naturales y los problemas de escasez que conlleva el progreso material hacen que, tarde o temprano, los países descubran la necesidad de cambiar el modo en que gestionan sus recursos y empiecen a valorar los beneficios de la conservación de los ecosistemas hídricos así como de los valiosos servicios que éstos producen para las personas, para la economía y para los propios ecosistemas de los que las personas y la economía dependen en última instancia.
Desafíos
El agua y la energía se pueden gestionar conjuntamente de una manera sostenible siempre que los desafíos se lleven a lo más alto de la agenda de gobierno. Todavía existen oportunidades inexplotadas para gestionar adecuadamente el aumento de la demanda de agua y energía, para aumentar la eficiencia con que se usan los dos recursos y para incorporar fuentes alternativas.
Los recursos disponibles y las mejores tecnologías existentes permiten afirmar que todavía es posible encontrar el equilibrio entre la oferta y la demanda de agua y energía en un nivel que pueda mantenerse en el tiempo.
Las estrategias energéticas e hídricas se deben rediseñar con una visión de largo plazo. Aunque las prioridades más inmediatas, como cubrir las amplias necesidades insatisfechas y los déficits actuales, parezcan más urgentes, las prioridades del largo plazo no se pueden desconocer ni relegar.
Los objetivos de acceso al agua y la energía deben formar parte de estrategias integrales más ambiciosas para la construcción de fortalezas, para el aumento de la seguridad colectiva y de la capacidad de adaptación.
Conclusión
Se requiere una respuesta integral y coordinada para los desafíos del agua y la energía.
La agenda política del agua y la energía debe reconocer la importancia del medio ambiente para el bienestar y para el desarrollo humano.
Fuente ONU / AAPN
* Presidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales - AAPN - Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas - WCPA - de la IUCN- Red Latinoamericana de Áreas Protegidas - RELAP -
 
COMENTARIOS
síganos en Facebook