Discurso de Jorge Taiana en el lanzamiento de la Secretaría de Derechos Humanos del Movimiento Evita

La creamos porque, si bien ya existía de hecho, necesitaba un mayor nivel de institucionalización, coordinación y visibilización.
Nosotros nos llamamos Movimiento Evita y Evita fue la que dijo aquella frase de lo más profunda que dejó en la conciencia de nuestro pueblo y el peronismo en su primera etapa: “donde hay una necesidad nace un derecho”. Ese es el sentimiento profundo que hay en la conciencia de nuestro pueblo; eso no lo han podido destruir nunca ni los gorilas, ni los oligarcas ni todos esos que atacaron a nuestro pueblo para tratar de destruir su conciencia.
Destruyeron muchas cosas. Destruyeron la vida de nuestros compañeros, destruyeron las bases materiales productivas de nuestro país y del desarrollo económico. Tuvieron éxito en muchos aspectos y hegemonía ideológica durante largo tiempo, pero nunca pudieron destruir ese sentimiento que Perón y Evita metieron como un hierro caliente en el corazón del pueblo: detrás de cada necesidad hay un derecho y los derechos se conquistan, nadie los regala y pertenecen a todos los compañeros.
Por esta razón, se da un proceso de confluencia en la Argentina, que encuentra en los movimientos sociales que buscan la representación de los más necesitados, los más humildes y vulnerables, de todos aquellos que luchan por una plena vigencia de los derechos. Por eso creamos una secretaría de derechos humanos hoy; porque queremos hacer más potente esa política y porque creemos que la vigencia de derechos está en el corazón mismo de la existencia del Movimiento Evita.
No solo tenemos esta secretaría, también tenemos un coordinador joven. ¿Por qué un joven? Porque efectivamente creemos que estamos iniciando una nueva etapa y tenemos que construir un puente generacional, del que ha hablado Néstor, del que ha hablado Cristina; y en ese puente no solo necesitamos compañeros jóvenes, sino que necesitamos interpretar nuevas realidades, nuevas prácticas y la defensa de nuevos derechos.
Por eso es que nosotros queremos tener al frente, como coordinador de esa secretaría, a un hombre joven que tenga una larga experiencia de lucha y que al mismo tiempo tenga los códigos, el lenguaje, la comprensión primaria de estas realidades que están por vivir.
¿Y por qué queremos que sea del interior? Porque el Movimiento Evita es federal, la Argentina es federal y porque el Movimiento Nacional y Popular debe ser federal para ser efectivamente revolucionario y democrático. Por eso nosotros queremos crear esta secretaría y queremos que sea un hombre joven quien la coordine y queremos que sea un hombre que provenga del interior porque esos tres elementos nos parecen importantes.
¿Y qué tareas va a tener esta secretaría? Va a tener la doble tarea, la doble dimensión que tienen los derechos humanos en la Argentina de hoy. Una doble dimensión que tiene una parte real y una parte formal. Una es la culminación de esa larga tarea de lucha por la verdad, la justicia, la memoria y la reparación histórica; las cuatro columnas que tienen que ver con los derechos humanos, que tienen que ver en todo lo realizado y que tienen que ver, afortunadamente, desde el 2003 para acá con una política de Estado impulsada muy fuerte por el Poder Ejecutivo –primero con Néstor y continuada por Cristina- que se transformó, por primera vez, en una política que alcanza a los tres poderes del Estado. Por primera vez en la Argentina los tres poderes del Estado se ponen de acuerdo en trabajar en esos cuatro pilares: Verdad, Justicia, Memoria y Reparación.
Claro, ciertamente hay atrasos y ciertamente no es la misma velocidad ni el mismo ritmo; pero ese es el esfuerzo que tenemos que hacer. Tenemos una condición excepcional y vamos a seguir trabajando en eso. Vamos a trabajar en todos los casos. Nosotros creemos que la Verdad y la Justicia se aplican a todos y que nadie está por encima de la ley y que esclarecer el pasado se debe hacer sin tener en cuenta la persona, la idiosincrasia, la particularidad o la responsabilidad de quien esté ejerciendo un cargo determinado. Por eso nosotros tenemos un compromiso con la justicia y con la verdad que va a fondo.
Y eso no es -como dicen los opositores y los defensores de los genocidas- por un sentido de venganza o resentimiento; totalmente al contrario. Es la necesidad de verdad, de justicia, de memoria y de reparación, porque si uno mira la historia argentina lo único que está claro es que no saldar el pasado es lo que ha impedido, en distintas oportunidades, construir un futuro de grandeza, de democracia, de participación y bienestar para todo el pueblo. Y lo que no queremos es volver a cometer ese error. Ese error lo cometió la Argentina muchas veces a lo largo de sus dos siglos de existencia. No lo va a cometer ahora. Por eso es que terminar de saldar esa deuda del pasado no es mirar para atrás sino que es mirar hacia adelante y darle una base más sólida a esta Argentina que estamos construyendo entre todos.
La otra tarea de esta secretaría es toda la agenda de derechos humanos que tienen que ver con lo que vivimos cotidianamente y con los que sabemos que son derechos que no se cumplen efectivamente o que son retaceados. A los derechos no basta enunciarlos o que estén en un papel, debe haber un goce efectivo de esos derechos. Y esto vale para los derechos civiles y políticos, pero también para los económicos, sociales y culturales.
Nosotros sabemos que esta realidad federal y diversa que se expresa en la Argentina está presente también en el goce de nuestros derechos.
Sabemos que los excluidos no gozan de los mismos derechos de los que goza el resto de la población; sabemos que el acceso de los humildes a la justicia es difícil; sabemos que la justicia es lejana, es clasista y favorece a los poderosos; sabemos que el dinero es un factor importante en la resolución todavía de muchos conflictos; sabemos que –incluso- en sectores del movimiento obrero organizado no se respetan los derechos y ni hablar del sector de los trabajadores de la economía popular y de todos aquellos que viven una situación en la que no se le reconocen plenamente sus derechos laborales: el salario digno, que permita garantizar la vida y el desarrollo humano de su familia. Sabemos, entonces, que hay derechos que están afectados.
Sabemos, también, que las mujeres no gozan de los mismos derechos que los hombres y sabemos que hay violencia y que esa violencia no es castigada adecuadamente. Sabemos que el tema de la igualdad y la diversidad son temas que tienen la legislación adecuada pero no tienen el tratamiento adecuado en los distintos órganos judiciales ni en las reparticiones de la administración pública y ni hablar en las fuerzas de seguridad.
Sabemos que no contamos con fuerzas de seguridad que contribuyan a la seguridad efectiva de la población y sabemos que tenemos una deuda grande en esa fuerza que quedó demostrado, claramente, con los motines destituyentes de diciembre. Recién ahí se planteó que se debía avanzar y modificar definitivamente esa policía que permanecía como hace 30 años, demasiado parecida a la policía de la dictadura.
Sabemos que nuestro sector campesino vive alejado de la justicia y de la vigencia efectiva de los derechos y que, dentro de este sector, se encuentran los pueblos originarios que sufren y tienen más privaciones y menos posibilidades de acceder a los derechos.
En resumen, nosotros somos conscientes de que hay deudas pendientes. Sabemos que la razón política de la existencia del Movimiento Evita es continuar profundizando lo que se alcanzó desde el 2003 para acá y seguir trabajando para fortalecer el gobierno de Cristina y para que en el 2015 Cristina le entregue la banda a un compañero o compañera que esté dispuesto a defender los derechos conquistados en estos once años.
No me canso de repetirlo: no hay consolidación sin profundización y no hay profundización sin consolidación. Nosotros tenemos que avanzar porque la deuda pendiente es grande, porque todo esto que hablamos sobre los derechos está vigente, porque tenemos más del 30% del sector laboral que no tiene plenos sus derechos, porque sabemos que tenemos una estructura productiva concentrada y extranjerizada y porque sabemos que en la medida en que no vayamos desmontando eso y avanzando en la integración regional no podremos alcanzar el bienestar que necesita nuestro pueblo para poder desarrollarse con libertad y felicidad.
Por eso, compañeros, esta creación de la secretaría no hay que verla de manera aislada, no hay que verla solo como un espacio que se encargará de una especificidad; vamos a trabajar todos en todas partes del Movimiento Evita para que el Movimiento Nacional y Popular sea cada vez más fuerte, para que haya más organización y para que, denunciando cada injusticia que encontremos, alcancemos una mayor fortaleza y una mayor posibilidad de realización de los derechos de todos.
Por eso compañeros quiero que todos nos felicitemos por poner en marcha esto. Pedimos la colaboración de todos porque esto no es tarea únicamente de un secretario, un coordinador ni una mesa; es una tarea que nos desafía a todos y que sin duda nos encontrará como siempre, a todos los del Movimiento Evita, luchando por los derechos de todos y en particular por los humildes.”