|
Solanas-Proyecto solicitando informes sobre diversos puntos relacionados con la central nuclear Atucha II
09.06.2014 11:08 |
Noticias DiaxDia |
Solicita al Poder Ejecutivo que informe a través del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios sobre los siguientes puntos referentes a la central nuclear Atucha II:
1. A partir de cuándo la central nuclear estará aportando energía eléctrica al Sistema Interconectado Nacional (SIN).
2. Las razones por las cuales Atucha II aún no provee energía eléctrica al SIN, siendo que la central nuclear fue “puesta en marcha” – según se anunció oficialmente - por la Presidente Fernández de Kirchner en setiembre de 2011.
3. Detalle de los costos adicionales que han resultado de este retraso.
4. Detalle del costo total de la planta, así como del proyecto de finalización desde enero de 2007 a la fecha.
5. Detalle del presupuesto original para el desarrollo total de la planta, así como del proyecto de finalización iniciado en enero de 2007.
6. Cuál ha sido el criterio para elegir, sin licitación pública previa, a Atomic Energy of Canada (AECL), como la empresa encargada de colaborar técnicamente en el proyecto de finalización de Atucha II, cuando la misma había sido diseñada por Siemens.
7. Qué planes de contingencia ha previsto el gobierno nacional en caso de producirse un accidente en Atucha II.
8. Cuáles medidas de seguridad tiene prevista el gobierno nacional para evitar robos de material radioactivo (tanto de combustible nuclear como de desechos radioactivos).
9. Cuáles medidas de seguridad tiene prevista el gobierno nacional para evitar un ataque y/o sabotaje terrorista a la central nuclear de Atucha II, una vez que se encuentre en marcha.
10. Qué empresas aseguradoras ha contratado el gobierno nacional para cubrir eventuales siniestros nucleares en Atucha II. Asimismo, detalle los mecanismos usuales de estas empresas, dada la exigencia de la Superintendencia de Seguros de la Nación de reasegurarse en el país, y siendo tal la especificidad de los siniestros nucleares que muy pocas reaseguradoras en el mundo suplen este servicio.
11. Qué destino y forma de disposición prevé el gobierno nacional para los residuos radioactivos y combustible nuclear gastado, producidos por la central Atucha II, una vez que esta se encuentre en marcha.
Fernando E. Solanas. –
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El desarrollo de plantas nucleares en la mayoría de los países depende de alguna forma de subsidio, financiamiento gubernamental o garantía estatal crediticia, a pesar del creciente rechazo de la ciudadanía de esos mismos países hacia el desarrollo nuclear, con motivo del consumo intensivo de agua, tiempos de construcción lentos, costos sobrepasados, disposición de material radioactivo y proliferación nuclear.
Actualmente se encuentran en construcción 59 plantas en todo el mundo, de las cuales por lo menos 18 registran demoras de más de cinco años, en tanto que las 41 restantes fueron iniciadas en los últimos cinco años o aún no alcanzaron las fechas proyectadas de puesta en marcha. El récord mundial pertenece al proyecto Watts-Bar- 2 en los EEUU, que comenzó su desarrollo en 1973 y su inicio de operaciones se estima para fines del 2015 o el 2016. Asimismo, la reactivación de este proyecto aumentó su costo en un 60% durante el último lustro.
Los reactores Fukushima I (del 1 al 4) fueron conectados a la red nacional japonesa entre 1971 y 1974. En febrero de 2011 se extendió la vida útil del reactor 1 por diez años. Luego del accidente de esta planta el gobierno alemán clausuró en forma permanente siete reactores que comenzaron a operar antes de 1981, utilizando como único criterio de selección la edad operacional. La última planta nuclear en Alemania dejaría de operar en el 2022. Bélgica, Suiza y Taiwán han seguido políticas similares en cuanto a extensiones de vida útil de sus plantas nucleares.
En los 25 años siguientes al accidente en Chernobyl solo México, China, Rumania e Irán iniciaron programas nucleares en tanto que en el mismo período Italia, Kazajstán y Lituania cerraron todos sus reactores.
En la Unión Europea durante el período 2000-2011 se han añadido de forma neta a la capacidad instalada de generación eléctrica, 84 GW de capacidad de energía eólica y 48 GW de capacidad de energía solar (fotovoltaica y termoeléctrica), en tanto que la capacidad instalada de energía nuclear disminuyó en 14 GW, reflejando la caída en los costos de las energías renovables como resultado de desarrollos tecnológicos, mayor eficiencia y economía de escala.
A contramano de la tendencia mundial de los países que han desarrollado la energía nuclear con usos exclusivamente pacíficos, el gobierno nacional argentino intenta profundizar su programa nuclear alargando la vida útil de la central Embalse, planeando la construcción de nuevas centrales nucleares y finalizando la construcción y puesta en marcha de la central Atucha II cuyo diseño de segunda generación ya se encuentra obsoleto.
A pesar de esta posición del gobierno nacional, la central Atucha II aún no provee energía eléctrica a la red nacional. La tan mentada “puesta en marcha” de Atucha II a la que concurrió la Presidente Fernández de Kirchner en setiembre de 2011 parece haber sido más que nada una mis en scene para las elecciones presidenciales de ese año en lugar de una verdadera finalización de obra.
Asimismo, si la central nuclear Atucha II hubiera comenzado a proveer energía eléctrica a partir de setiembre de 2011, la República Argentina se hubiera ahorrado US$ 2.000 millones en importaciones de gas natural requerido por las centrales térmicas de generación eléctrica, sin el cual el suministro de las mismas hubiera sido insuficiente para abastecer la totalidad de la demanda doméstica de electricidad.
A esto hay que añadir contrataciones poco claras como la de Atomic Energy of Canada (AECL) y Technicatome para la finalización de Atucha II (a pesar de haber sido diseñada esta planta por Siemens y utilizar un tipo de tecnología distinta de la de AECL).
Finalmente, el gobierno nacional no ha comunicado en forma fehaciente y clara los costos reales de las obras de terminación y “puesta en marcha” de Atucha II (el Ministro De Vido habló de US$3.000 millones en tanto que la CNEA publicó US$2.400 millones) ni tampoco el costo final de ejecución de la obra en su totalidad, así como la contratación de seguros frente a siniestros nucleares y los planes de contingencia ante un “evento” de mayor o menor magnitud que pudiera ocurrir en esta planta cuando sea realmente puesta en marcha.