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El desafío es profundifar la reindustrialización y el desendeudamiento, dijo Kicillof
El ministro de Economía habló en el Consejo de las Américas sobre los desafíos de la Argentina, y destacó el rol del Estado como piloto de las políticas que deben adoptarse frente a la crisis mundial que también afecta las exportaciones argentinas.
29.08.2014 06:12 |
Noticias DiaxDia |
El ministro de Economía, Axel Kicillof, expuso ante el Consejo de las Américas sobre el tema “Argentina: perspectivas económicas y políticas”.
En su alocución ante representantes de empresas nacionales y extranjeras y economistas, destacó que el nivel de desendeudamiento alcanzado no sólo no debe caerse, sino que “debe profundizarse” porque “eso nos da la libertad para determinar nuestras propias políticas económicas, y de que sigamos sosteniendo el modelo, con todas las dificultades existentes, pero un modelo para todos, de inclusión social y de crecimiento”.
Destacó que las dos reestructuraciones de la deuda logradas “las estamos sosteniendo a capa y espada, porque si las voltean, sería volver para atrás y afectará a todos, incluso a las personas comunes porque las cuentas públicas se utilizarían exclusivamente para pagar la deuda externa y habría que recurrir de nuevo a la ayuda de organismos internacionales”.
Se preguntó si la reestructuración iniciada con “mano inquebrantable” por Néstor Kirchner “nos la perdonaron”, y afirmó que “hay poderes a los que no les gusta este modelo, pero tenemos que sostener el desendeudamiento”.
En el capítulo de los “desafíos” que afronta el país también destacó la necesidad de “lograr inversiones en los yacimientos maduros” de hidrocarburos a fin de generar un nivel de producción que “permita el autoabastecimiento con la exigencia de un programa que pretende que la economía siga creciendo por diez o veinte años más” porque “si la economía se estanca, no habrá problemas de energía”.
Subrayó que “este año la Argentina tendrá una balanza comercial superavitaria y va a pagar una boleta energética enorme” que antes no existía, lo que demandará “un esfuerzo de la Argentina” y del Estado que al mismo tiempo “va a sostener tarifas competitivas, lo cual sabemos que es un desafío muy grande en el que tenemos que estar de acuerdo todos los argentinos” .
Kicillof afirmó que la continuidad de la inversión privada, que se verificó por la buena rentabilidad que la acompañó, “depende en buena medida de las expectativas, porque si todos nos convencen de que todo va mal, con el dólar ilegal y tal o cual cosa pasará o no pasará, es lo peor, porque es lo que llamamos profecía autocumplida”.
“Si nos convencen, nadie va a comprar autos o heladeras, y no se harán inversiones, porque si todos piensan que nos va a ir mal, probablemente nos va a ir mal”, comentó.
Sostuvo que “esas permanentes usinas del mal humor, del pesimismo” generan “un clima social que tiene un efecto económico, porque el consumo se debilita, y la inversión, y este trabajo permanente para generar expectativas desfavorables no ayuda a nadie, y particularmente no ayuda a los empresarios”.
“Hablemos con ecuanimidad –pidió- y veamos qué está mal y qué está bien y trabajemos para que esté mejor, pongamos propuestas para generar un mercado vigoroso que nos permita crecer e incluir”.
Señaló que otro de los importantes desafíos que afronta el país es “sostener la reindustrialización que comenzó en el 2003”, para que la industria, junto con el agro, se mantengan balanceadas como hasta ahora.
La industrialización, indicó, “es la mejor herramientas para la inclusión, aunque siempre falta, porque hay que tener una batería de programas sociales inclusivos para que los que sufren más mientras seguimos creciendo, no sean los que paguen los problemas”.
Para mantener esas políticas y profundizarlas, dijo el ministro, el Estado debe ser “el piloto que dé la dirección al proceso de crecimiento en determinadas coyunturas, para que cuando la economía en el mundo cae, pueda contar con herramientas resultantes de políticas públicas” que permitan evitar los efectos negativos externos.
Subrayó que en medio de la crisis mundial, Argentina “no solo está entre los que más crecieron con un alto precio de los comodities, sino que además se industrializó porque se tomaron muchísimas medidas para sostener un proceso de crecimiento que no va contra el agro, porque las exportaciones agropecuarias se multiplicaron y las superficies cultivadas crecieron como nunca”.
“Llevamos más de diez años de crecimiento con reindustrialización, algo que tampoco ocurre en la Región, y hay muchísimos desafíos, como sostener esto, profundizarlo, reforzarlo, fortificarlo, para que el crecimiento –dijo- no sea resultado de determinada política cambiaria o de protección comercial, y pueda competir a nivel internacional”.
Al plantear el panorama económico mundial, con crisis que se sostienen en los países centrales, Kicillof señaló que “la gran pregunta es si la sombra de la crisis se va a ceñir sobre los países emergentes y con qué alcance”.
“Estamos en un mundo –sostuvo- que no ha salido de la crisis y del estancamiento, y lo peor es que lo que era un hecho en las economías centrales se empieza a ver en las economías emergentes, que también se debilitan”.
“Pareciera –opinó- para algunos que el país está dentro de un termo, pero no es así, lo que pasa en el mundo es un panorama que trae muchísima preocupación” porque “estamos en una etapa donde no sabemos cuál va a ser el ritmo del crecimiento de la economía mundial”.
Advirtió en ese sentido que la Argentina, como otros países emergentes, sufrieron una disminución de la demanda externa, y que “contra eso hay pocos remedios, porque no es cuestión de competitivdad cambiaria, de precios o de salarios en dólares”.
“Hay una demanda baja a nivel mundial y Argentina sufrió este años” pero, acotó Kicillof, “no es por la economía argentina y sus políticas internas, pues cuando la demanda externa no ayuda, no hay política de estímulo que pueda conseguir que se dinamice la demanda externa de productos argentinos”.
“Esto –destacó- excede lo que nosotros podemos plantearnos como desafío, es algo que tenemos que ver como factor externo”.
Sostuvo que el factor que tiene que actuar como un incentivo importante es "la mejora en los términos del intercambio, comparando el precio de los productos que se exportan con el de los qu ese importan, ya que cuando mejoran los precios que se exportan también hay una mejora en su relación con los precios relativos, que favorecen al país".
Subrayó en ese sentido que en los últimos diez años, "Argentina fue uno de los países que más mejoró sus términos de intercambio" pero al mismo tiempo, "el que más crecimiento logró" .