Se crea un registro nacional de enfermedades cardiovasculares

En el marco de la edición número 40 del Congreso Argentino de Cardiología, el viceministro de Salud de la Nación, Eduardo Bustos Villar, firmó  un convenio con representantes de la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) para la creación del Registro Nacional Permanente de Enfermedades Cardiovasculares para el Monitoreo de Políticas Públicas.
La iniciativa contará, en una primera instancia, con datos de 400 instituciones sanitarias de distintos lugares del país sobre el modo de atención, diagnóstico y tratamiento de personas que sufrieron un infarto agudo de miocardio, lo que permitirá diseñar e implementar medidas tendientes a prevenir y reducir la morbi-mortalidad por esta causa.
El convenio, suscripto por el viceministro de la cartera sanitaria nacional, el presidente de la FAC, Miguel Tibaldi, y el de la SAC, Carlos Tajer, tiene como objetivo realizar un registro de todos los pacientes con infarto agudo de miocardio que se internan a nivel nacional, en orden a conocer la realidad de su prevalencia, diagnóstico, tratamiento y evolución, para poder implementar medidas tendientes a reducir la mortalidad cardiovascular; para luego establecer, a través de este proceso, las bases de un registro permanente de enfermedades cardiovasculares.
Durante el evento, Bustos Villar destacó la necesidad de “tender puentes” entre las instituciones en pos del “bienestar de nuestra sociedad”, y subrayó que “la mirada es la de trabajar en pos de la salud como concepto de bienestar, de mejor vivir. Cuando dejamos de pensar en aquellos factores que determinan o condicionan nuestra calidad de vida, estamos apostando a la enfermedad. Y lo que pretendemos sanamente, porque somos médicos y hemos nacido para el servicio, es que nuestra gente enferme menos. Y esto es lo que pretendemos hacer y debemos hacer entre todos”, sostuvo el viceministro.
Por su parte, Tajer, recordó que antes, peticionar a las autoridades terminaba en un “laberinto kafkiano”, al tiwmpo que reconoció que “en ese plano, hoy vivimos un cambio histórico”, afirmó. Y tras destacar el rol de “extraordinario interlocutor” del viceministro de Salud de la Nación, agregó que Bustos Villar los “impulsó a un proyecto más comprometido y maduro” que el convenio diseñado en principio por la FAC y la SAC.
Según surge del convenio, para desarrollar esta estrategia el Ministerio se comprometió a aportar equipos técnicos que colaboren en el registro y monitoreen la evolución del estudio, como así también asignar los fondos necesarios para la realización del mismo. En tanto que la SAC y la FAC tendrán a su cargo la confección del protocolo del estudio y todos los documentos necesarios para la concreción del mismo (consentimientos informados, planillas de recolección de datos, presupuestos, etc.); aportarán la colaboración de una amplia red de centros de cuidados intensivos coronarios donde sus investigadores recogerán los datos requeridos por el protocolo; y se ocuparán de la coordinación y monitoreo de los centros para el control adecuado de la recolección de los datos, entre otros temas.
Enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares son la causa más frecuente de mortalidad en el mundo y también en el país, así como de invalidez y pérdida de la capacidad laboral en adultos. El tratamiento de varias formas de enfermedades graves como los cuadros isquémicos agudos y la insuficiencia cardíaca se encuentran hoy avalados por estudios científicos y permiten reducir marcadamente la invalidez y mortalidad.

La enfermedad cardiovascular es la primera causa de mortalidad en la Argentina y genera aproximadamente 100 mil muertes anuales. Patologías como el infarto agudo de miocardio (IAM), angina de pecho y ataque cerebro vascular, entre otras, producen un importante grado de discapacidad y millonarias pérdidas económicas tanto a los efectores de salud como a las empresas y los ciudadanos que las padecen, resultantes de la discapacidad que las acompaña.
Dada la frecuencia de estas enfermedades, es fundamental contar con información sobre su prevalencia y tratamiento, y las diferentes barreras que limitan el acceso al diagnóstico y tratamiento adecuado en perspectivas de su modificación. La creación de este registro permitirá conocer con mayor precisión el perfil epidemiológico y de las barreras en la atención, así como sentar la base para la rápida adopción de políticas públicas globales o regionales que puedan ser evaluadas en términos de impacto sobre la morbimortalidad y costo-efectividad