La detección temprana de la EPOC permite evitar una muerte prematura

La cartera que preside Juan Manzur, a través del Programa Nacional de Control de las Enfermedades Respiratorias Crónicas, resaltó la importancia de la detección temprana de la EPOC para prevenir complicaciones y la muerte prematura.

La EPOC es una enfermedad subdiagnosticada y potencialmente mortal que altera la respiración normal y no es totalmente reversible. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tres millones de personas mueren al año a causa de esta enfermedad, representando un 5% de la mortalidad total. Estimaciones de la Tercera ENCUESTA Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), realizada en 2013, muestran una prevalencia de la EPOC del 4,3% de la población argentina. En el país se producen más de 5 mil muertes anuales por su causa.

Desde agosto se está llevando adelante una encuesta en los principales centros urbanos del país junto a la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias. “Estamos desarrollando un estudio sobre la prevalencia de la EPOC que nos permitirá conocer mejor cuál es la realidad de esta enfermedad en nuestro país, y orientar el diseño de políticas sanitarias priorizando las intervenciones más costo efectivas”, puntualizó Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles de la cartera sanitaria nacional.

Esta enfermedad se caracteriza por una limitación progresiva de la capacidad de ingresar aire a los pulmones que se manifiesta clínicamente por síntomas obstructivos como tos, expectoración, silbidos, dificultad para respirar y mayor riesgo de sufrir infecciones y resfríos. El principal factor de riesgo de padecer la EPOC es el tabaquismo.

“Es muy importante que la población esté informada acerca de esta enfermedad que afecta a una gran cantidad de gente que muchas veces no sabe que la padece”, dijo Laspiur y subrayó que “es fundamental la detección temprana para mejorar la calidad de vida de los pacientes con los tratamientos”.

El funcionario señaló que “la reglamentación de la Ley Nacional de Control del Tabaco y la mayor toma de conciencia de la población sobre los efectos del humo de tabaco en terceros permiten reducir la carga de enfermedades respiratorias crónicas como la EPOC”.

Carina Calabrese, coordinadora del Programa Nacional de Control de Enfermedades Respiratorias Crónicas, comentó que “es prioritario para la salud pública nacional valorar la prevalencia de esta enfermedad para intentar prevenirla, diagnosticarla precozmente y tratarla adecuadamente”, y resaltó que “la EPOC no tiene cura, la cesación tabáquica es una medida de prevención clave ya que el humo de tabaco es la primera causa de esta enfermedad tanto en fumadores como en las personas de su entorno”.

La presencia de EPOC se confirma con una prueba de diagnóstico simple llamada espirometría, que mide la cantidad y la velocidad del aire inspirado y espirado. Se recomienda realizar siempre en adultos a partir de los 40 años.

Los datos de la ENFR mostraron un panorama alentador en cuanto al consumo de tabaco: la tasa de población adulta que fuma descendió del 30% en 2005 al 25% en 2013, y la exposición al humo de tabaco ajeno en lugares de trabajo, bares y restaurantes, e inclusive en el hogar, también se redujo significativamente pasando del 40,4% al 36,3% en el mismo período.

El Día Mundial de la EPOC, que se conmemora cada tercer miércoles de noviembre, es una fecha auspiciada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Iniciativa Mundial contra la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (GOLD). Con esta fecha se intenta promover en todo el mundo una profunda comprensión de la enfermedad y una mejor atención a los pacientes. Este año las acciones se realizan bajo el lema “No es tarde”, invitando a la población a cuidar su salud respiratoria.