La Argentina fue designada por la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, para coordinar las acciones de un grupo de trabajo integrado por varios países que elaborará una propuesta de regulación vinculada a los aportes de fondos que los denominados “agentes no estatales” –tales como empresas privadas, fundaciones, instituciones académicas y filantrópicas, entre otras– efectúan a esa organización para financiar planes y estrategias de salud pública globales.
Así lo confirmó hoy el viceministro de Salud de la Nación, Eduardo Bustos Villar, quien señaló que “la doctora Chan decidió que Argentina lidere este proceso en virtud de su autoridad ética, moral y científica lograda a lo largo de estos últimos años en lo que se refiere a estrategias para el control de enfermedades no transmisibles”.
“Experiencias como el programa Menos Sal Más Vida, la modificación del Código Alimentario Argentino para la eliminación de las grasas trans en los productos industrializados y la firma de acuerdos voluntarios con empresas del sector alimentario para reducir el sodio en alimentos, que permitieron salvar dos mil vidas al año y evitar miles de eventos cardiovasculares, son los antecedentes que avalan esta distinción que nos concedió la OMS”.
El comité ejecutivo de la OMS, del cual la Argentina ejerce la vicepresidencia y que integra junto a otros 33 países, se encuentra sesionando esta semana en Ginebra, Suiza, analizando temas como las enfermedades transmisibles y no transmisibles; la promoción de la salud a lo largo del ciclo de vida; la preparación, vigilancia y respuesta; los sistemas de salud; cuestiones relacionadas con el programa, el presupuesto, la gestión y la gobernanza, así como también sobre una reforma de la organización.
En ese marco, nuestro país logró el apoyo unánime de los países que conforman el comité ejecutivo para llevar adelante las negociaciones tendientes a definir un documento que establezca las condiciones por las cuales los “agentes no estatales” podrán efectuar contribuciones a la OMS.
“La postura que sostuvimos y logró el acompañamiento de los otros miembros es el sí a la cooperación, siempre y cuando se determine el origen, la procedencia y la transparencia de los fondos”, aseguró Bustos Villar.
El viceministro añadió que “se corre el riesgo de que capitales muy importantes de origen desconocido pudieran aportar fondos a la OMS, pero por otro lado estar dañando la salud integral de nuestros pueblos”.
El funcionario ejemplificó con el caso de las tabacaleras, que “por un lado promocionan el cuidado de la salud y por otro, inician juicios a países como el Uruguay que quieren la supresión del consumo tabaco y favorecer los ambientes libres de humo”.
“No queremos actitudes hipócritas ni doble discursos de la industria: se coopera con la salud de los pueblos o se conspira contra ella”, señaló el viceministro argentino.
“El gobierno argentino defiende la vida y la salud de su pueblo”, dijo Bustos Villar, quien sostuvo que la experiencia del país a través de los consensos alcanzados con la industria alimentaria privada “no va en contra de su rentabilidad sino que persigue el objetivo de evitar el riesgo de daños en la salud de la comunidad”.
A través de una plataforma de trabajo virtual, Argentina coordinará las posiciones de los diferentes países para consolidar un documento a ser presentado en la asamblea anual de la OMS, en mayo próximo en su sede de Ginebra.
La delegación argentina que participa de la reunión del comité ejecutivo de la OMS está integrada por el embajador argentino ante ese organismo y titular del “Mecanismo de Estados Miembros de la OMS sobre Productos Médicos de Calidad Subestándar, Espurios, de Etiquetado Engañoso, Falsificados o de Imitación (SSFFC)", Pedro D’Alotto; la subsecretaria de Relaciones Sanitarias e Investigación en Salud; Andrea Carbone; el director nacional de Relaciones Internacionales de la cartera sanitaria, Pedro Kremer y el consejero de la representación permanente argentina ante la OMS, Julio Mercado.