Salud expuso boletín sobre VIH-Sida e infecciones de transmisión sexual

Según los datos estadísticos, de las 126.000 personas que se estima viven en la Argentina con VIH, el 70 por ciento conoce su diagnóstico pero aún existe un 30 por ciento que no lo sabe.
El documento fue dado a conocer en el Centro de Información de las Naciones Unidas por el director de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), Carlos Falistocco; el coordinador del área de Estudios y Monitoreo de la mencionada dirección de la cartera sanitaria nacional, Ariel Adaszko; la representante para el Cono Sur de ONUSIDA, Lina Nykänen Rettaroli; y la asesora en Información Estratégica para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, Clarisa Brezzo.
Durante la presentación, Falistocco subrayó la importancia de que se reduzca la brecha entre la oferta y el acceso universal a pruebas de diagnóstico y tratamiento. “En estos años hemos aprendido a correr el foco sólo de la oferta de tratamientos y evaluar qué ocurre con los otros factores sociales que atentan contra la accesibilidad como son el trabajo, la vivienda, la educación la alimentación y el transporte”, señaló el director de Sida y ETS.
También destacó la importancia de las investigaciones realizadas en área de Estudios y Monitoreo que “permitieron tomar decisiones y llevar adelante políticas públicas en base a evidencia”. Finalmente, deseó que a futuro “haya muchos días de lucha contra el Sida en los que podamos seguir festejando avances”.
A su turno, Ariel Adaszko hizo hincapié en la principal vía de transmisión del VIH, la sexual, ya que “en más del 90%, en varones y mujeres, la causa de la infección es por relaciones sexuales sin preservativos que, insistimos, es la mejor forma de protección”.
En el caso de los hombres, la transmisión vía sexual fue en un 45,1% por relaciones con mujeres y en un similar porcentaje (45%) por relaciones con varones. En tanto, un 8,6% fue de origen desconocido; un 1% por transmisión vertical (de madre a hijo) y el restante 0,3% por uso de drogas inyectables.
Con respecto a las mujeres, la vía de transmisión fue en un 90% por relaciones sexuales con varones; 7% por causas desconocidas; 2,9% por transmisión vertical (de madre a hijo) y 0,1% por uso de drogas inyectables.
En el caso de las muertes asociadas a la enfermedad, Adaszko informó que en la mayoría de los casos “se habían diagnosticado en el mismo año que fallecieron”. El diagnóstico tardío se da a partir de la aparición de una enfermedad oportunista.
Según los datos presentados en el Centro de Información de Naciones Unidas, las personas trans constituyen el grupo más vulnerable a contraer la enfermedad, con una prevalencia del 34%; seguida por los hombres que tienen sexo con otros hombres en un 12 al 15%; los usuarios de drogas inyectables, del 4% al 7%; y las/los trabajadores/as sexuales o personas en situación de prostitución, con una prevalencia del 2 al 5%. De todos modos, Adaszko aclaró que “la presencia del VIH está en toda la sociedad”.
Luego, la asesora de ONUSIDA Clarisa Brezzo aportó información sobre el panorama del VIH a nivel global en función de los datos más actualizados que proporcionó cada país. Según indicó, 36,9 millones de personas en el mundo viven con la enfermedad y hay 1,2 millones de muertes relacionadas con VIH. Brezzo afirmó que la tuberculosis es la principal enfermedad que, asociada al Sida, genera una de cada cinco muertes.
Por su parte, Nykänen Rettaroli recordó el compromiso de los dirigentes mundiales para cumplir los objetivos del desarrollo del milenio en 2015 para reducir la epidemia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). “Hemos logrado ese objetivo y este año los dirigentes plantearon nuevos objetivos para poner fin a la epidemia en 2030”, expresó.

La meta 90-90-90
Este año, la Argentina ha adherido a las metas regionales de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) denominadas 90-90-90, mediante las cuales se aspira a que, para el año 2020, el 90% de las personas con VIH estén diagnosticadas; que de ellas, el 90% estén bajo tratamiento y que, de este grupo, el 90% tenga niveles indetectables de carga viral.
Para alcanzar estas metas se deberán redoblar los esfuerzos para aumentar el testeo voluntario, mejorar las condiciones de vinculación de las personas con los sistemas de salud y fortalecer los procesos de adherencia de las personas en tratamiento, siempre en el marco del respeto de los derechos humanos.
A su vez, es central reducir los factores que contribuyen a aumentar la vulnerabilidad de las personas, entre ellos el estigma y la discriminación, que facilitan que algunos grupos estén más expuestos a la infección o que no puedan sostener los tratamientos en el tiempo.
En función de las tendencias epidemiológicas y de las metas de diagnóstico y tratamiento para el 2020, debería duplicarse la cantidad de personas en tratamiento antirretroviral, que a 2015 suman 69.000. En este sentido, el país ha propuesto una cuarta meta que implica que el 90% de los tratamientos esté a un precio accesible, tomando como valor de referencia los precios cotizados por el Fondo Estratégico de la OPS, que son significativamente inferiores a los de los insumos que muchos laboratorios cotizan al Ministerio de Salud.