Malcorra visitó el campo de refugiados sirios donde los cascos blancos argentinos desarrollan su misión humanitaria

“Es terrible ver niños y mujeres sufriendo, desnutridos. La Argentina, a pesar de la distancia, se siente muy cerca de ellos. Hay más de un millón de sirios y de libaneses en nuestro país y eso nos permite sentirnos muy cercanos. También fueron muy fuertes las charlas con las mujeres. La desazón, la falta de esperanza, de gente que hace 4 ó 5 años que está en las mismas condiciones es realmente impactante”, aseguró Malcorra. “Desde cualquier lugar del mundo se puede atender con responsabilidad al problema de los refugiados; no hay vuelta, es una responsabilidad compartida por todos”, enfatizó.

La Canciller argentina agregó: “Este es un momento significativo, en el cual el mundo tiene que juntarse, asumir esta responsabilidad y buscar de todas las formas posibles la paz, a través del diálogo. Este es una llamado al mundo que nos permita encontrar la solución al tema de Siria desde el punto de vista político”.

La misión humanitaria argentina que se encuentra en Líbano desde la semana pasada es de carácter pluridisciplinario y está coordinada por Cascos Blancos, funcionarios de diversas secretarías de Estado y cinco voluntarios expertos en logística. Sus acciones responden a las directivas de la canciller Malcorra, atendiendo al principio de no indiferencia de los Estados. En su recorrida al campamento estuvo acompañada por el presidente de la Comisión Cascos Blancos, Alejandro Daneri; el Subsecretario Nacional de Migraciones de nuestro país, Julián Curi; el Embajador Argentino en la República de Líbano, Ricardo Larriera; y representantes del CONARE, de ANCUR y de Scholas Ocurrentes y funcionarios de asuntos sociales libaneses.

Desde su llegada al terreno, la Comisión Cascos Blancos ha desplegado diversas acciones como la instalación de carpas sanitarias destinadas a un consultorio, un shock room, una sala de internación temporal con equipamiento tecnológico y un depósito de farmacia. Otra de las líneas trabajo desarrolladas se orienta al fortalecimiento comunitario e incluyen talleres que responden a los requerimientos y necesidades de los refugiados sirios. Por esta razón se han realizado cursos de primeros auxilios –dado que muchos de ellos presentan heridas y quemaduras –; de seguridad y empleo de matafuegos; de contención y apoyo psicosocial; y uno que instruye sobre el uso de medicamentos y la potabilización del agua.

La Comisión Cascos Blancos de la Cancillería Argentina, en conjunto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), acordó destinar un voluntario experto en Agua y Saneamiento y una voluntaria experta en temas de violencia de género, que se incorporarán a la misión que lleva adelante el ACNUR y que permanecerá un mes en terreno. Completa el envío realizado por nuestro país, insumos comunitarios para abastecer y albergar a más de 100 familias afectadas: carpas, frazadas, kits de higiene personal, sets de cocina y pastillas potabilizadoras para tratar más de 800 mil litros de agua, suficientes para 550 personas durante más de un año.