Hector Recalde: "Macri es doblemente responsable de la ola de despidos"

De acuerdo al Centro de Economía Política Argentina (CEPA), entre el 10 de diciembre de 2015 y el 31 de agosto de 2016 han perdido su trabajo o han sido suspendidas en el país 208.080 personas. En septiembre la destrucción de empleos continuó con el cierre de las textiles Top San Juan y TN Platex (Chaco) -empresa que además suspendió 450 operarios en La Rioja-, las 2.350 suspensiones en las plantas de Fiat, Iveco y Volkswagen de Córdoba, por nombrar sólo los casos más notables. Y en los días que van de octubre cerró la textil Fibranor (Chaco), la textil Unisol (La Rioja) suspendió 900 empleados, la tabacalera Massalin Particulares otros 500 y la alimenticia Arcor 400 trabajadores más de su planta en Colonia Caroya, Córdoba.

El presidente Mauricio Macri es doblemente responsable de esta situación.

Los motivos que dan las empresas para reducir su personal son la caída del consumo, la apertura de las importaciones y el tarifazo del gas, todas consecuencias de la política económica llevada adelante por el gobierno de Cambiemos.

Pero, además, hace cinco meses Macri vetó la ley de emergencia laboral, herramienta creada por el Congreso Nacional -gracias al impulso de nuestro bloque y otras fuerzas de la oposición- para detener la ola de despidos. En los fundamentos del veto, el Presidente dijo que la ley “no acompaña el contexto actual en el que la enorme mayoría de las empresas nacionales y extranjeras han manifestado su vocación de crear puestos de trabajo en lugar de reducir personal, porque confían en el potencial de la República Argentina en esta nueva etapa”. Una mentira más de las que ya nos tiene acostumbrado Macri desde ese enorme fraude preelectoral que fueron sus promesas de campaña.

El gobierno de Cambiemos tiene que cambiar, y ya. Si continúa con su política de congelamiento salarial y ajuste contra los trabajadores, el consumo caerá aún más, habrá más despidos y entraremos en un círculo vicioso como el que hace 15 años llevó al país al borde de la disolución social. En términos más simples, nuestro reclamo para el Presidente Macri es que deje de gobernar para los ricos, y empiece a gobernar para la mayoría de los argentinos.