Liliana Mazure : “Presupuesto 2017, este proyecto para un país de ricos, de pocos, de privilegiados, es la ruina para las industrias Culturales y de la Comunicación”

Aquí la evidencia. Aquí los números: en el área de cultura a la inversión en proyectos, en 2016  se le asignó la suma de $ 31.9 millones y para el año 2017 está previsto asignarle la suma de $ 7.3 millones!  En cuanto a la adquisición de bienes de uso en el año 2016 se asignó la suma de $ 70.7 millones y para el año 2017 la suma de $ 33.7 millones, lo que implica una reducción total entre ambos conceptos de $ 61 millones, de manera tal que se trata de un recorte aproximado del 150 %.

En cuanto a la distribución jurisdiccional del gasto, el Ministerio de Cultura de la Nación tuvo un presupuesto de $ 3406 millones para el año 2016 y se le asigna la suma de $ 3.555 millones para el año 2017, es decir un 4.4 % de aumento con relación al año anterior. Si tenemos en cuenta el índice de inflación de 2016  del 40% anual, más el optimista 17% estimado para 2017, estamos abandonando a estas industrias a un presupuesto54% menor al del 2016!

Otro tanto ocurre con el Ministerio de Comunicaciones, que en el año 2016 se le asignó la suma de $ 2.507 millones y para este año se le asigna la suma de $ 2.870 millones, lo que implica un incremento del 14.5 %, lo que implica en términos reales una reducción del presupuesto en un 40% real teniendo en cuenta los índices de inflación.

Muchas han sido las políticas públicas en materia cultural que fueron acompañadas y apoyadas por el Estado Nacional en el período 2003-2015. Desde la creación del Ministerio de Cultura de la Nación por la Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner,  hasta  el fomento a la actividad audiovisual donde se han realizado un promedio de 130 películas anuales, un número significativo de horas de producción para TV, la creciente producción de obras de teatro por la existencia de una demanda del público ávido de consumo cultural y con la posibilidad de adquirir una entrada que facilitaron este crecimiento, la creación del Canal INCAA TV, Encuentro, Paka Paka, los canales Universitarios y los 24 canales públicos de las provincias, las 43 sedes de Radio Nacional en todo el país, las 5.500.000 de net books entregadas a nuestros jóvenes en todo el país, los 37 mil KM de fibra óptica, TDA, los centros culturales en todas las provincias,  todo nos demuestra que las cosas no suceden de casualidad, ni son fruto de la fortuna o la magia. Los puestos de trabajo, la libertad de expresión, la participación  de todas las voces, la inclusión, la ampliación de  derechos, la valoración y  el reconocimiento internacional de la producción cultural argentina, que se traduce en el ingreso de divisas y la participación de nuestros productores culturales en festivales, encuentro, ferias, exposiciones  y mercados del mundo entero,  suceden cuando hay un gobierno que fija prioridades, cuando el Estado está presente.

Estamos hablando de industrias que generan muchas fuentes de trabajo en cantidad y calidad, principalmente a partir del año 2003 donde los puestos de trabajo han crecido considerablemente, llegando a contar en 2013 con 350.000 trabajadores sindicalizados en los gremios de la producción cultural y la comunicación: SAT/SAID, SICA, SUTEP; ACTORES, FOETRA, UTBA, FATPREN, SIPREBA, AUTORES, SADEM, LOCUTORES, CANILLITAS, GRAFICOS.

Estas Industrias han generado en los últimos años ingresos de divisas por un promedio de USS 350 MILLONES  por año.

A 10 meses de este gobierno de Cambiemos podemos asegurar que el 30% de estos trabajadores hoy están desocupados.

Expreso mi más enérgico rechazo a este proyecto de ley de presupuesto, que intenta colocar a la cultura y a la comunicación en un segundo plano, lo que nos retrotrae a las épocas más nefastas de los 90, donde mandaba el mercado en este sector estratégico, y por ende todas aquellas actividades que no eran rentables debían cesar, así ocurrió con el cierre de salas cinematográficas, de salas de teatro, centros culturales, canales de TV, la notable baja en la producción audiovisual, la concentración mediática,  la falta de reconocimiento de derechos para los trabajadores de la cultura y la comunicación, empleos precarios, falta de cobertura previsional …  y la lista es interminable.

Este proyecto para un país de ricos, de pocos, de privilegiados, es la ruina para las industrias Culturales y de la Comunicación.

No seré cómplice de este ´presupuesto de ajuste para nuestro país! No seré cómplice de esta reducción en materia presupuestaria en áreas tan sensibles como la cultura y la comunicación.

Además de todo esto, siento la enorme tristeza que provoca la palabra reducción y restricción de derechos, que eran palabras que habían sido desterradas, gracias a las políticas públicas adoptadas por el gobierno nacional, popular, democrático e inclusivo que lideraron Néstor y Cristina Fernández de Kirchner.

A esta altura de los acontecimientos, no cabe más que concluir que este modelo neoliberal que se está  instaurando a paso firme en la República Argentina, con la misma lógica en otros países de la región, como sucedió con el golpe institucional en Brasil y como se está intentando con operaciones judiciales y mediáticas de la oposición en Venezuela, Ecuador y Bolivia, tiene objetivos muy concretos:  tienden generar ciudadanos de primera y de segunda, a destruir la ciencia y la tecnología, la cultura, la comunicación democrática y la educación, pilares fundamentales para lograr el pleno desarrollo de los pueblos, y que los pueblos sean cada vez más libres, justos y soberanos.

Por los expresado, no acompañaré de manera ninguna este proyecto de Ley de Presupuesto 2017 ruin y exterminador.”