Contra los trabajadores y realizadores- INCAA

 

A través de una resolución publicada el pasado jueves, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) anunció que no habrá créditos para la producción cinematográfica durante el año 2018. El anuncio se completa con una oferta alternativa para aquellos que no estén dispuestos a esperar hasta 2019 para comenzar a rodar: aceptar "un régimen especial de asignación de subsidios extraordinarios para las películas (...) que tuvieran crédito en trámite sin ejecución y una convocatoria especial de asignación de anticipo de subsidio para producción de películas con solicitud de crédito en trámite". Lo que la oferta tiene de “especial” es que pagará el 85% de lo correspondiente al crédito asignado.

 

La resolución constituye una burla a las negociaciones que se abrieron sobre la modificación de la Resolución 942, cuya publicación motivara una movilización de más de tres mil personas en su contra. Tras un proceso de desmovilización, al que contribuyeron algunas asociaciones de directores y las de productores que accedieron a negociar modificaciones sobre aquella resolución, la gestión arribó con ellos a un acuerdo (Resolución 1045) que presentó durante el lanzamiento del Festival de Mar del Plata. Pocas semanas después, sacan esta nueva disposición que, ante la falta de fondos para créditos, presenta esta “oferta” para poder filmar en 2018 que incluye un ajuste.

 

Además de esta extorsión, la resolución anticipa una mayor privatización del financiamiento que ya estaba presente en los considerandos de la resolución 1405, que augura el pasaje de la administración de los créditos a la banca privada. Esto no solo representa la posibilidad de un negocio para los bancos sino que también incluirá un aumento en las tasas y en los requisitos, respecto a los créditos que otorga el Incaa actualmente, con la consecuente restricción para la producción independiente y concentración en pocas productoras de la producción cinematográfica nacional.

 

Ataque a los trabajadores

 

El ataque a los realizadores independientes se da en el marco más general de una ofensiva contra los trabajadores estatales que ya tiene sus anuncios de despidos y jubilaciones forzosas sobre los trabajadores del Incaa. Si bien no hay aún listados de despidos, la gestión reconoce que en diciembre buscarán “adaptar la dotación” a los requerimientos de Modernización.

 

La censura

 

Sobre la vía documental, la gestión ha propuesto un aumento de los montos de subsidio que está por debajo del efecto de la inflación sobre los costos; pero además, asegura que se mantendrá congelada la partida asignada para la vía, lo cual supone un ajuste en la cantidad total de documentales que se podrán producir del orden del 30%. Se pasaría de más de 80 a menos de 60 documentales por año.

 

La preocupación fundamental del gobierno es el control de la designación de los comités de evaluación, que hasta el momento fueron designados por las propias asociaciones de documentalistas. La llave para impulsar la censura.

 

Esa independencia del gobierno de turno de los jurados de los proyectos documentales es la que garantizó la posibilidad de que existieran películas con fomento estatal que pudieron expresar libremente denuncias contra el Estado y sus funcionarios.

 

A dar pelea

 

La pelea por este punto crucial para la libertad de expresión aún está planteada. Los documentalistas, que han estado a la cabeza de cada iniciativa de movilización de todo el movimiento, tienen el desafío de ponerle el freno a la gestión. Para ello es importante movilizarse el viernes 15 a la reunión de Consejo Asesor, el órgano que tiene la potestad de designar dichos comités, para que los mismos sean nombrados a propuesta de las Asociaciones de documentalistas y no a dedo por la gestión del Incaa.

 

Frenar esa ofensiva de censura debe ser el punto de partida para reagrupar a los realizadores independientes contra el ajuste y confluir en esa lucha con los trabajadores del Incaa contra los despidos."