La Cámara baja debate la emergencia tarifaria

Destacó que en el proyecto de ley se buscó consensuar aspectos que nuclearan una veintena de iniciativas, “buscando encontrar una salida racional a este problema que tenemos los argentinos”. Aclaró que “no nos quedamos en ese dictamen que obtuvimos, sino que seguimos trabajando”, y destacó que “no somos ni desestabilizadores, ni golpistas, ni demagogos. Somos los mismos que fuimos partícipes de la mayoría de los consensos en esta cámara”.

Advirtió entonces que el oficialismo no debe tratar de “desestabilizadores” cuando ellos quedan “fuera del consenso en esta Cámara”. Advirtió haber encontrado “un autismo total de parte del Ejecutivo Nacional”, y cuestionó al Gobierno por no haber convocado a la oposición “para resolver los problemas de la gente”.

El legislador pampeano destacó que el proyecto propone que la actualización de las tarifas no supere la variación salarial para los usuarios residenciales, y en el caso de las Pymes a la variación del índice de precios mayoristas. Remarcó que la sustentabilidad de las tarifas no tiene que estar en concordancia con “la eficacia de un Excell, sino con el bolsillo de la gente”.

Entre las modificaciones establecidas al texto original, Ziliotto aclaró que habían eliminado el componente tarifario del proyecto, estimando que los grandes beneficios pasan por la modificación de los mecanismos de actualización y no la cuestión tributaria. Agregó que “mantenemos en vigencia lo que propusimos en 2016: un régimen de estabilidad tributaria federal”, y puntualizó que se amplió el espectro de beneficiarios de la tarifa social.

“Hemos dejado en un artículo indemne las facultades jurisdiccionales que tienen las provincias para legislar sobre estos servicios, y hemos incorporado un artículo que dará respuesta a los sectores más desprotegidos, que hemos modificado el esquema de actualización de los precios de referencia de la garrafa de gas”, agregó.

Tras acusar al Ejecutivo de haber hecho “caso omiso al fallo de la Corte”, Ziliotto señaló que “esto no es un proyecto de ley de demagogos, desestabilizadores, de demagogos, ni irresponsables: es un proyecto que trae una solución que está exigiendo la sociedad argentina”.

A su turno, el diputado Diego Bossio expresó la preocupación de su bancada por lo que ocurre en estos días en materia económica y criticó “la actitud del Gobierno” sobre el tema. “Vemos que cada día se encierra en sí mismo y que la única solución que propone es deslindar responsabilidades”, señaló. Aclaró que el presidente Mauricio Macri y su equipo “tienen la responsabilidad de plantear las soluciones a los conflictos que en materia económica se están dando”.

Como solución, dijo, “no hay gradualismo ni shock, sino que creemos que la solución tiene que ser el crecimiento”. Reclamó “encontrar un camino de diálogo y unión que empiece a dar soluciones concretas a los múltiples problemas que tenemos”. Criticó al presidente por haber dicho en la Asamblea Legislativa que lo peor pasó, y también criticó los dichos de Marcos Peña en su último informe ante la Cámara baja. “No queremos generar pronósticos catástrofe, pero la verdad es que lo que está pasando requiere mucho diálogo y grandeza; no se soluciona con adjetivos”.

Respecto del tema tarifas, Bossio aclaró que “no estamos discutiendo gobernabilidad, sino lo que le ocurre a miles de argentinos”. Agregó que no solo hay consenso sobre el tema en la oposición, sino también “alertas” en la alianza gobernante. Señaló puntualmente a la diputada Elisa Carrió, y luego al presidente del radicalismo, quienes expresaron inicialmente críticas a los aumentos tarifarios. “Este es un recinto que no debe darle la espalda a los argentinos”, insistió, y destacó la “racionalidad” del proyecto que impulsan.

Contrastó luego que entre 2016 y 2017 los salarios crecieron 63%, mientras que las tarifas de gas lo hicieron 927%, y las de electricidad 920%. “¿No es momento de que paremos la pelota y podamos ponernos en el zapato del otro?”, se preguntó.

“El zapato ajusta, y ajusta mucho”, señaló luego para alertar sobre lo que pagan hoy las familias de clase media bonaerense. Hizo hincapié luego en las ganancias que tuvieron las empresas vinculadas al sector energético, y enumeró que las de gas ganaron 452 millones transportadoras de energía, y hasta destacó la distribución de sus dividendos. “Han recuperado valor en sus tarifas, es momento de parar la pelota y ponerse en el zapato del otro”, enfatizó.

“El debate lo trajeron ustedes”, insistió el extitular de la ANSeS, que advirtió que “lo que hacemos es encontrar una solución; no vamos a permitir que nos digan golpistas, nosotros somos los que nos sentamos a discutir con prudencia y responsabilidad”.

Insistió en que se trata de “un tema y una realidad de miles y miles de argentinos”, que requiere “una solución que creemos que no solo es razonable y justa, sino también necesaria. No vamos a caer en la provocación, las chicanas no son para este momento crítico que tiene la Argentina”, y concluyó reclamando “una política para las pymes y los sectores más humildes, y una profunda vocación de poder resolver este tema”.