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Poemas de Liliana Ancalao (Chubut)

26.02.2021 22:23 |  Noticias DiaxDia  | 

 El frío
Las mujeres y el frío
yo al frío lo aprendí de niña en guardapolvo
estaba oscuro
el rambler clasic de mi viejo no arrancaba
había que irse caminando hasta la escuela
cruzábamos el tiempo
los colmillos atravesándonos 
la poca carne
yo era unas rodillas que dolían
decíamos qué frío
para mirar el vapor de las palabras 
y estar acompañados.

las mamás
todas
han pasado frío
mi mamá fue una niña que en cushamen
andaba en alpargatas por la nieve
campeando chivas
yo nací con la memoria de sus pies entumecidos
y un mal concepto de las chivas
esas tontas que se van y se pierden
y encima hay que salir a buscarlas 
a la nada.

mi mamá nos abrigaba
ella es como un adentro
hay que abrigar a los hijos
el pecho
la espalda
los pies y las orejas
dicen así
y les crecen las ramas y las hojas 
y defienden a los chicos del invierno
y a veces sale el sol y ellas tapando
porque los brazos se les van en vicio
y hay que sacarles
despacio
con palabras 
esos gajos.

pero el frío no siempre
lo sé porque esa noche en aldea epulef
dormíamos apenas
alrededor de nuestro corazón al descampado.
eufemia descansaba el purrún del camaruco
y la noche confundió su pelo corto con el pasto

era la madrugada y eufemia despertó
con la helada en el pelo
y el frío esa vez tenía boca
y se reía con nosotras
se está poniendo viejo el frío nos decía

las mujeres aprendemos 
tarde
que hay un tiempo en la vida
en que hasta sin intención
vamos dejando una huella de incendio
por el barrio
ni sé por qué la perdemos
y esa tarde yo precisaba
medias de lana cruda para cruzar las calles

en las ciudades el frío
nos raspa las escamas
punza en la nuca
se vuelve más prolijo
en eso andaba y a la noche
había un hombre en mi cama
o era un niño o un muchacho
yo no quería respirar muy fuerte

tiene las manos abrigadas este hombre
entonces por qué me fui
para ver si salía a buscarme o me dejaba
a que los esqueletos de pájaros 
se incrusten en mi cara

como el eco del silencio
seré si no me encuentra

por hacerme la linda 

encima me da abismo
este frío
sangre azul.

HIJAS
I
yo andaba
tan derramada por la vida
dando lástima imagino
qué dirían de mí
tan regalada al mar

y me nacieron

dos hijas madrugadas
de innumerables ojos
brillantes impacientes

vinieron a juntarme
me ordenaron los días
en estantes de leche
trivisol
y vitina

sin consultar siquiera
me invadieron

II
nacieron
y los peces relampaguearon en la oscuridad
y hubo fauces por los cuatro costados

aprendimos el lacerante miedo
de no tener pan
y abrigo
para ustedes

III
qué resistencia de personitas
al acecho
de un resquicio una fisura
por donde filtrar su luz
su desbandada luz
su verdad insoportable

justo a nosotros
que nos hacemos los fuertes
justo a nosotros
y nos quedan grandes

IV
y cuando ya no puedo
cuando el viento me arroja paladas de ceniza
y ya casi me tiene
ahí apagada

abren a gritos la puerta más pesada
pasan a risas sobre el silencio más sordo
y me traen ¿para mí?
una flor amarilla de esas
que pegotean su perfume en el baldío

se van
tras el amigo nuevo que junta cascarudos

yo me quedo así
recordada
como una piedra

quién lo diría
voy a estar aquí
cada vez que vuelvan

POEMA DEL MAMELUCO
el mameluco de mi viejo espera jubilarse
por el resfrío crónico del pozo
y el dolor de las espaldas

tiene el talle del cansancio en la garganta
el salario ajustado en la cintura
y guarda un corazón de estopa en el bolsillo

es un guerrero de cielo desgastado
tiempo de flor con la investidura de una roca
una protesta de sueño apresurado
por el turno: ese tirano

cuando este mameluco se une a otro
de dos despojos se hace un alma
y los pasos que caminan juntos
caminaron solos mientras yo dormía

cada mancha es un grito de impaciencia
de petróleo que amanece de pobreza
son frentes amplias son banderas
caliente la mirada por saberse limpios
mamelucos postergados pero enteros

mameluco
es una arruga de asombro por la luna
tenso el brazo el bolsito de la vianda
el paso duro

por no aflojarle a la vida
viejo
no aflojarle

PREGUNTA
habrá que resignarse a ser pregunta
arremangarse los pies
seguir andando
con un golpe de sismo por espalda
sin cimiento
ni contemplaciones
habrá que acostumbrarse sin respuesta
morir en una historia y otra historia
salir de madre pateando las preguntas
por los caños de la piel
hasta los huesos
y andar
humano no más
apuntalando luchas
controlando el pulso de la tierra
mirarse escombro en el mapa de los sueños

POEMA PARA MIRTA ENAMORADA DE UN CORRENTINO
tiene mirta
ahora en la mirada
un matecito
en el momento justo de la lluvia
y unos ojos de chamiga
que le esconden de las preguntas filosas
que se quedan
a un centímetro altitud de su alma
y por ahí
tiene otra lluvia
tan finita que la borra de este día
y me deja
un momento sin hermana
me pregunto
si este aire guarani que te despeina
despejará tanto silencio
tanto pensar en el prójimo
y qué tanto
ojalá se te enrede un sapucay
en la garganta
aunque me quede
pucha digo
una porción del día sin hermana

CALEUCHE
Hay personas con expectativas tan altas que nunca
terminan de encontrar su lugar en la sociedad. A esos
seres, a veces, se los margina y se los considera locos.
Para los mapuches existe un barco: Caleuche, que
surca el cielo de noche. La tripulación de este barco
sube a bordo a estos seres marginados.
son semillas verdes y redondas
que ya no pueden con el espacio
que se les agranda en el centro
cuando miran el cielo
se salen de la vaina
por asomar los ojos
y desgranadas en un puño
se enfurecen se escurren
hasta salirse del surco
la tierra se sacude estos pellejos
y sus almas friccionadas
refriegan luz y gritan luz
............

fugitivos náufragos flotan en la noche
y brillan con luz propia

desde arriba los vemos
acercamos la nave hay sitio para todos
y nos vamos
a navegar el cielo
estos locos son apenas
arvejas
con vocación de estrellas

AL MATE
de consuelo a punto
calabaza
mi rincón centrado en tu fogón amigo
otra vez conmigo
y vos... conmigo.

armazón apurado a la mañana
sorbo sorbo
despierto contra el frío 
centinela desvelado entre los libros

rito de la yerba agua espuma
en el redondo hueco de las manos
voy siempre con vos
pequeño hermano

YO HE VISTO A LOS CHULENGOS
yo he visto a los chulengos en manada
iluminados por la luna

cuando aparecen ellos
el invierno se entrega
cubierto de pelusas y de lana
he visto el aire estremecido entre sus ancas tibias
y a la libertad y a la ternura
galopando con ellos
sueltas
por la tierra

he visto creo
más de lo que merezco:
he visto a los chulengos desde lejos

yo presiento que he de andar más todavía
quién sabe cuánto
hasta vencer el miedo de acercarme hasta ellos
para medirme en sus ojos tan profundos de espacio
y aceptar el milagro de un silencio de nieve
que desprenda la costra los últimos abrojos

si resisto es posible que me permitan ellos
sumergirme en sus ojos ingenuos infinitos
estaquearme un instante
en el centro del tiempo

ser la libertad ser la ternura
galopando con ellos
sueltos
por la tierra

MUDANZA
otra mudanza interrumpe los latidos
con sus tacos golpea los rincones
me va quebrando el techo
me señala

un aleteo de tréboles se va
doliéndome la tarde

y tengo que empacar algo de lo previsto
desamparar los estantes
de boletos y biromes que no escriben
recortarme de memoria en la ventana

en la puerta
me pueblan los amigos que estuvieron

y mi alma
ya doblada
cabe justa en la valija
que se cansa y me abandona

en algún lugar de la intemperie

ORACIÓN PARA ESPERAR EL COLECTIVO
señor de los desamparados
que esperan el colectivo
no permitas que se apague esta llamita
defendida a puro sol sobre la escarcha

que el colectivo venga pronto
pues la espera
amontona cenizas en la frente
y tengo que apalearlas y hacer señas
y asomar los ojos a la ruta
aunque las venas duden
tironeando

señor de los desamparados
que no pase de largo
como si yo no fuera capaz de andar descalza
como si yo no fuera propensa a la ternura
como si fuera una chapa
un poste nadie nada

y que no venga lleno señor
porque se salen con la suya
entonces patas y empujones
en un boleto me suicidan la sonrisa
y me resigno animal al matadero

que no demore señor hoy hace frío
y no llegan los sueños hasta el alma
en el filo de este riesgo no me culpes
si abandono un segundo la trinchera
y alcanzo a maldecir 
la madrugada

ESPERANDO A INAKAYAL
Volvió Inakayal. Los huesos del lonko habían permanecido desvelados demasiado tiempo en la vitrina de un museo.Volvió para descansar en la tierra.
Mis paisanos lo esperaban en Tecka. Puntuales estaban allí: Fabiana y Silvia.

las imagino celestes
el frío en las polleras
el corazón desandando la impaciencia

las veo celestes
de espaldas a la luna
atentas a los signos de la tierra

sagradas y en silencio
por no perderse ni un latido
del tiempo aquel que regresó ese día
a tocarles las manos y los ojos
y las halló tempranas
sin esquivarle la mirada al viento

merecedoras del rumor en chezungun
... inakayal... lonko...piwke...
en remolinos
hasta aquietar la espera

del fondo azul
recorto sus figuras y las traigo
desde antes y hasta el horizonte
antiñir
cayupán
anay hermanas 

SOLICITUD DE DESAMPARO
habiendo reunido cada requisito
en mis treinta y años residiendo estable
llegada a esta instancia
este día lunes seis de la mañana
con un sol certero que se me ha clavado
justo en la parada

solicito a ustedes innovar
así casi formalmente
una firma apenas que me dé permiso
unas cuantas lunas

hace rato siento que me está faltando
la sangre en la sangre
y me he permitido tramitar un viaje
hasta mis regiones las más abisales

por si me demoro
por si tarda el lago en recuperarme 
con imagen clara
tengan comprobante de que fue a pedido
y no sientan pena de cubrir vacante

adjunto las copias de certificados
de buena salud y de buena conducta
los estudios hechos no me han detectado
amor mal curado
ni es delito probo el haber parido hijas como el fuego

sin quedar a espera y por triplicado
saludo señores señores señores 

DETRÁS DE LOS PÁRPADOS
detrás de los párpados queda la vigilia detenida
en el sueño un haz de luz centellea
y sospecho
que un paso más acá están las respuestas

recuerdo que en sueños
puedo volar
y vuelo
sobre escaleras rotas alturas silenciosas
y hombres que espían

¿qué fui yo?
¿qué delicados pies tenía
que corría sobre el cuerpo de la nocheaire?
¿qué mensaje llevaba?
¿qué vértigo me hundió los ojosmiedo?
¿qué burla corrosiva tocó mi hombro
y me abandonó despierta en la otra orilla?
¿alguien fue enviada en mi lugar?
¿alguien curó mis alas rasgadas por el silencio?


que no supe llegar a destino
y que se desarmó mi vuelo leve y blanco en la neblina
y que estoy condenada en cada sueño
a repetir el intento

hasta que pueda fervorosa
traspasar en vuelo los párpados de la vigilia
y me gane
amanecer al mundo
con dos cicatrices en la espalda

LAS MUJERES Y LA LLUVIA 
(de mujeres a la intemperie)
cuando niñas vamos sueltas por el patio
y el sol nos persigue de a caballo
pero la luna implacable nos va dejando sus mareas
hasta que nos desvela
y esa noche encontramos
un cántaro 
en lugar de la cintura 

aprendices de machi las mujeres
nacemos así al rocío
listas para mirar los barcos que se pierden
descalzas a la neblina antes de que amanezca
nervaduras de lluvia nuestras manos
levantadas al cielo

te salpicará el amor
parirás sin amarras
y recibirás con ojos arrasados
la visita intermitente de la risa
permanecerá la llovizna en tu vientre
porque no te atreverás a ser la madre
de todos los desamparos
que andan por la calle

caudal desubicado te desarmará
en pájaros que no saben hablar
a borbotones no podrás decir 
lo que quisieras
mejor dejarlo que se derrame despacio
decir 
permiso tengo lluvia y alejarse
a una altura al mar al cielo
hasta que vuelvan a apretarse los musgos
en las profundidades

yo conozco mujeres que nunca se alejan
le abren la compuerta a sus gorriones
y lloran
enjuagan el trapo mojado lo estrujan
limpian con él la tabla 
pican cebollas 
igual hacen las camas
barren la casa peinan a los chicos
igual lavan
dónde aprendieron
hay otras que se pasan la vida domesticando
a sus pájaros
porque no quieren que irrumpan sin aviso
y los beba el enemigo
guardan su sangre su ausencia quietos en el fondo 
y apuntan con palabras nítidas de cuarzo
que van a dar al blanco

yo a las palabras las pienso
y las rescato del moho que me enturbia
cada vez puedo salvar menos
y las protejo
son la leña prendida de atahualpa
que quisiera entregar a esas mujeres
las derramadas las que atajan sus pájaros

una vez en febrero yo estaba ahí
en el campo
y se llovía todo
parecía la furia de cai cai sobre nosotros
el agua estaba helada 
las ancianas prosiguieron el ritual
y tuve que quedarme
hasta cuándo aguantaremos
pará la lluvia dios es demasiada
no la bebe la tierra se atraganta
y somos casi nada
trazos de tiza borrados por el agua

después de unos siglos el sol abrió las nubes
la voz gastada de meridiana epulef
levantó el taill del cauelo

pensé que dios podía ser ese arco iris
o los caballos en fila 
moro zaino pangaré tostado bayo 
saludando al horizonte despejado
huele tan bien la tierra después del aguacero

Liliana Ancalao nació en 1961 en Chubut. Forma parte de la comunidad mapuche-tehuelche Ñankulawen. Profesora de Letras. Forma parte del grupo universitario de investigación de Mapuzungun (idioma originario Mapuche) e integra el colectivo poético Peces del Desierto. 
Publicó Tejido con lana cruda (2001) y Mujeres a la intemperie-pu zomo wekuntu mew (2009), ambos reeditados por El Suri Porfiado. Reunió sus ensayos en Küme miawmi – Andás bien (2016).
Forma parte de las antologías Taller de escritores. Lenguas indígenas de América (1997, Chile), La memoria iluminada. Poesía mapuche contemporánea (2007, España), Mamihlapinatapai, poesía de mujeres mapuche, selknam y yámana, Escribir en la muralla, poesía política mapuche (2010, coedición Desde la Gente – Centro Cultural de la Cooperación) y Kümedungun-kümewirin, antología poética de mujeres mapuches, siglos XX-XXI (2011, LOM Ediciones, Chile). 
 
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