No podemos generalizar el rol de la iglesia católica Argentina, ya que las propias víctimas, son la muestra real que solo se trató de los cargos jerárquicos, dejando afuera de estas violaciones a los Derechos Humanos a los que si profesaban la fe católica, sacerdotes no siempre representantes del movimiento tercermundista, los cuales acompañaron a las Madres, en la batalla de los organismos de los Derechos Humanos, es por ese motivo que generalizar no es lo correcto, si podemos hablar de la cúpula de la iglesia, la cual era colaboradora de los dictadores.
Todos los sacerdotes desaparecidos, asesinados en 1976, formaban parte de la diócesis que encabezaba el obispo Enrique Angeleli. A solo 15 días del golpe él también fue asesinado, el obispo había denunciado varios hechos cometidos por los altos cargos de la iglesia, pero lógicamente no fue escuchado por sus pares. Los magistrados aseveran hoy día que fue directamente indiferencia, y otras veces complicidad ante las violaciones a los Derechos Humanos.
Según los sacerdotes que desempeñaban la misma fe e ideas de las mismas víctimas, aseguran que el miedo, y por sobre todo la ignorancia al comunismo fue el motivo mayor en gran parte de la actitud de la curia, la cual abalaba estos atroces actos.
Según declaraciones del coordinador del Grupo de Curas en Opción por los pobres; Eduardo de la Serna, el cual decía lo siguiente:
“La tortura es un mal menor, la desaparición de personas es un mal menor. Yo creo que este grupo fue un grupo muy fuerte dentro del episcopado, cosa que por otro lado me hace pensar que los obispos no tenían demasiado contacto con la realidad porque la posibilidad de que Argentina cayera en el comunismo era menor que la posibilidad que tengo yo de comprarme un helicóptero.
Por lo menos ya que los obispos no tienen tampoco ellos la valentía de decir, señores, acá hicimos esto, omitimos esto, que lo haga la justicia, que lo haga la justicia que no es eclesiástica lo cual a lo mejor ayuda a que la iglesia se ponga los pantalones largos, cosa que no va a hacer porque la sotana se los tapa”
Es la misma justicia que hoy día sigue sosteniendo que la Conferencia Episcopal Argentina, tiene una muy mala predisposición para colaborar con las investigaciones referentes al papel cumplido por la iglesia en los años 70.
El anterior Papa, Benedicto XVI, planteaba una verdadera renovación de la iglesia, en una oportunidad conto anécdotas en su participación del Concilio Vaticano II llevado a cabo en la década de los años 60, este planteaba una verdadera comunicación entre la iglesia y el resto del mundo.
Bueno es recordar en este momento que este Concilio sesentista fue en muchísimos casos la inspiración de las monjas y curas tercermundistas, los mismos que fueron asesinados en nuestro país.
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