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Imaginando a Bodoc . Homenaje ilustrado
Muestra en homenaje a la obra de Liliana Bodoc. Recorrido visual con el arte de todos sus libros publicados y el homenaje de más de 100 ilustradores argentinos. Durante la muestra se realizarán distintas actividades, charlas, presentaciones, obras de teatro y narraciones para la familia y público especializado.
07.10.2019 07:40 |
Noticias DiaxDia |
"No digo adiós. Ustedes se irán. Yo permaneceré, reinventando el recuerdo de lo que han sido. No digo adiós, aquí me quedo para contarlo todo", escribió Liliana Bodoc en Los días del fuego, última parte de La saga de los confines, su exitosa trilogía de épica fantástica que la convirtió en una escritora best seller, algo que jamás había imaginado cuando publicó el primero de los títulos, Los días del venado, a los 40 años.
Por esas cuestiones absurdas de la vida, Liliana partió muy joven (en febrero de 2018, unos meses antes de cumplir 60) y, además de una gran desolación en sus lectores y en sus colegas, dejó una gran obra literaria como legado. Sus historias de fantasía, pobladas de heroínas y dragones y ambientadas en tierras sureñas, tienen unas ilustraciones bellísimas que recrean los escenarios naturales y los personajes surgidos de la febril imaginación de esta autora santafecina, que vivió buena parte de su vida en Mendoza y en San Luis.
A modo de homenaje, para mantener viva su obra y su memoria, el Espacio Cultural BCN y la Asociación de Dibujantes de Argentina (ADA) organizan la muestra Imaginando a Bodoc, que el público puede visitar durante septiembre y octubre. Es un recorrido visual por el arte de sus libros, que superan los treinta títulos, dirigidos a todas las edades. Un homenaje ilustrado de más de cien artistas y dibujantes argentinos. A lo largo de la exhibición se realizarán distintas actividades como charlas, presentaciones, obras de teatro y narraciones para toda la familia y público especializado.
Quienes tuvimos la suerte y el privilegio de conocerla, de conversar con ella en alguno de sus viajes a Buenos Aires, donde elegía la confitería Las Violetas para leer y tomar café, sabemos que Bodoc fue no sólo una gran escritora sino, especialmente, una gran persona. Una mujer sencilla, sensible, de un corazón enorme, una mente abierta y unas manos mágicas: esas con las que tanto escribía y tanto acariciaba.
“Nos hace falta otra clase de inteligencia: la de las emociones, la esperanza, el amor. Y creo que eso también tiene que ver con la magia y con las épicas fantásticas. Yo siento fascinación por lo mágico. Me gusta creer que lo que vemos no es lo único que existe”, dijo Bodoc alguna vez. Sus palabras, su pensamiento, su magia son, por estos días, más necesarios que nunca.