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El cielo es un nivel de Nelson Acevedo. La poesía que conmueve, sacude y emociona

Por Omar Ramos (escritor, periodista y abogado)

08.02.2023 19:56 |  Noticias DiaxDia  | 

 La poeta colombiana Andrea Cote en su ensayo sobre la poesía de los objetos, afirma que “la poesía sobre objetos cotidianos es una de las formas que el poeta tiene de desprender sentidos trascendentes desde su realidad más inmediata.”  Nelson Acevedo, entre otros recursos literarios, en El cielo es un nivel, publicado por la editorial autogestiva, Puño, papel y tijera (2022) convierte en poesía a aquellos objetos cotidianos asociados al sentimiento referido a los afectos primarios:“Una olla de aluminio llena de vapor y eucaliptus / me daba miedo” … “lo veía a mi hermano Gabi medio moribundo demacrado…/ no que se queme/ … me daba miedo verlo desprotegido. “Un tumulto de colchas / en la casa de Claypole/ beso en la frente/ se iba apagando la luz en la pieza”. 
El autor evoca los objetos de su padre obrero, los utensilios del albañil, la textura de las paredes, “nos mostraba como pegarle a las paredes con el martillo” … “nos contaba sobre el rey de la cuchara”. Recuerdos aledaños a la infancia, la casa y el cielo del barrio de la Boca como disparador de varios poemas: “Al paladar le dicen / el cielo de la Boca/ las palabras se prenden/ fuego, conventillos/ que se queman.
El Cielo es un nivel, pero también un hogar con abuelos tozudos, una madre que corta la naranja como una serpentina, el patio de la escuela, el olor de la flor del mburucuyá, la Vuelta de Rocha. Un furgón donde viajan los sueños de los albañiles “… ven pasar las estaciones/ el tiempo/ un arquitecto cheto. “
La poesía como paladas de arena, cal y cemento para construir la siempre sepultada dignidad de la clase trabajadora. La poesía como tumulto de emociones y resonancias de imágenes, pero también como testimonio de una clase social y un paraíso por conquistar. Por eso no es ocioso que este poemario se inicie con unos versos de Raúl González Tuñón: “Mi voz para aullar, mi voz para subir-única, digna, enredadera- y asustar a los burgueses desprevenidos por las bocas de los albañiles”. Y que haya epígrafes con versos de Juan Gelman y Chico Buarque.
El cielo es in nivel es el segundo poemario de Nelson Acevedo, que lleva un prólogo de Maite Esquerré, una contratapa de Florencia Fragasso e ilustración de Nazarena Pereyra. La claridad de sus versos, por momentos líricos, en otros incisivos y de compromiso con el origen del poeta y la realidad social de nuestro tiempo, conmueve, sacude y emociona. No es poca cosa en tiempos de banalidades, consumismos estériles y valores y utopías arrancadas por el impiadoso poder. 
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