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Poemas de Claudio LoMenzo (Caba)

06.12.2023 19:38 |  Noticias DiaxDia  | 

           Junio 2022
 
Trompo del deseo

No hallamos un hotel.
Con manos de hielo arrastré su talle liviano y sosegado
escaleras abajo hasta llegar al muelle.
Allí subimos al amanecer en un bote robado.
 
Y fue con su ropa que até sus manos a los remos,
y con el filo de mi lengua que remé a favor de su deseo.
El tiempo nos rodeaba debajo de ese bote, sin medida.
Y el espacio corría indiferente, sin formas.
 
Aquella mujer es llama que incendia la mirada,
y vuelve ceniza todo lo que toca,
dije, queriendo decirle,
bienvenida a esta cama, a estos rastros.
A esta temporada de ríos,
de soles,
y de infiernos.
 
(de “Ciudad del Presente”)
 
Una noche

El río miró de reojo.
La noche no tenía nadie a la vista,
por eso bajamos por el barranco
desprovistos de fracasos y de alcohol.
 
Los cuerpos fueron más que nosotros.
Buscando lo húmedo con paciencia
hicieron de lo desconocido un recurso
y del placer una estrategia incómoda.
 
Pero la luna se distrajo.
El infierno es ahora, dije.
Hasta es posible que acá nos maten, dijiste.
Los labios enrojecidos se separaron
y partimos sabiendo que la muerte había sucedido.
 
(de “Ciudad del Presente”. “Ediciones del Dock”, Bs. As. Argentina. 2018)
 
Con los ojos puestos a esperar
 
El verano también es la fría cama sorda,
un malestar de picazón incontenible
en una noche solitaria.
 
Quise salir de lo puesto, de lo roto,
de aquello que ata y al atar, enreda
lo que guardo con lo que aguardo.
 
El malestar se hizo humo,
y en lo blanco del aire
se esculpieron pueblos de cal.
 
Y opté por la fatiga,
por deambular en los balcones del tedio,
con los ojos puestos a esperar.
 
La oscuridad inventó un olvido,
y al falso recuerdo le puse alas.
Permanecí en un páramo de preguntas.
 
Siempre es de noche, cuando mi vida desespera.
(de “Ciudad del Presente”)
 
II
A escasos centímetros de tu boca
las figuraciones se desfiguran,
aquello pensado se quiebra y por sus grietas
escapan despavoridas razones y esas cosas.
 
Los ratones huyen porque siempre huyen,
y detrás de esas historias de ratones y gatos,
siempre corrieron a medio vestir mis fantasmas.
 
Lo que parece quedarse es la inmediatez del presente,
y la mirada de los otros que presagia en el reojo,
en la sutil distracción y el pestañeo,
lo que ya ocurre en nuestra piel.
 
En unos instantes esas miradas construirán un puente
por donde huiremos de la fiesta.
Mientras desearán lo que a escasos centímetros
ya está ocurriendo sin gemidos en el subsuelo de tu escote.
 
Lo que siguió tuvo la misma intensidad de lo imaginado.
Salvo por un imprevisto episodio ni bien llegada la lluvia.
Igual pude escuchar exhalar a la bestia y recorrer
a tientas, parte de la penumbra y los pezones rosados.
 
De un sólo bocado entre en tu boca y aún sigo ahí.
(de “Ciudad del Presente”)
 
III
 
                      a Javier Adúriz
 
Hay una sola patria esta noche,
y la intemperie amenaza
con su cielo de espadas.
 
Al destierro del desamor
lo habitan palabras graves.
Táctil el suspiro, la bocanada de sombra,
y el miedo a ser el elegido
a conducir una expedición de certezas.
 
Entretanto guardo tu nombre
en el bolsillo de un secreto.
Y en ese detalle mínimo
sólo reservado al imperio de los nada
te dejo a salvo del olvido.
 
(inédito 2019)
 
Resonancia espectral

Escuchas cómo se vacía, se desintegra
aquella cosa que una vez te hizo falta.
Los cajones rozan, madera con madera,
y declinan, con sonido áspero, en su intento de cerrar.
Vibra el ángulo inevitable que araña en lo alto,
su tela fantasmal. Te hiela ese aire vacío.
El óxido avanza perspicaz,
perceptible, corroe los olvidos, la memoria.
 
Oís la estúpida gota gotear terca
insufrible, en el interior de la noche.
Y la minúscula intolerancia expandirse,
zigzagueante, frente a tu cara inútil.
 
La bestia está aquí, persiste su trazo,
sigiloso, constante, simétrico, fatal.
 
Te han vencido.
¡Y hoy lo oíste todo con ojos desencajados!
Esperarás agazapado en tu crisálida.
 
El tiempo es de esa especie de larva,
que levanta vuelo,
cuando menos, cuando más.
 
(de “Bestiario nocturno” inédito)
 
IX
 
Entreabro la puerta y doy un paso más,
y entonces el umbral, y después el otro lado.
 
Ahí nomás la nada lo es todo,
y mira con ojos de acertijo.
 
El sí, es una certeza angosta,
y el no, una clausura vasta.
 
Del otro lado la puerta no se abre,
se disuelve, entre lo oscuro y lo exiguo.
 
Perplejo me debato
entre el sí y el no,
 
En cierto modo, me deletreo
en otro pretexto, retrocedo.
 
(inédito 2021)
 
Claudio LoMenzo nació en 1962 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Estudió Filosofía en la Universidad de Salvador. Fue redactor del Suplemento Cultural “Ámbito de los libros” del Diario Ámbito Financiero, Bs As. Argentina. Es ensayista, poeta y crítico literario en medios argentinos e internacionales. Desde hace 25 años es co-director junto a Javier Magistris, de la Revista Nacional de Poesía: “La Guacha”. Claudio LoMenzo publicó el poemario “Doble latido” en Editorial Vinciguerra, (1992) y “Ciudad del presente” (2018) en Ediciones del Dock, prepara un nuevo poemario: “Bestiario nocturno”.
 
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